EUROPA Y LA CONSTRUCCION DE LA MEMORIA COLECTIVA

Patricio A. BRODSKY 12/4/2022

En mis clases de la materia Genocidio y Memoria no me canso de explicar que no hay una sola memoria colectiva. En efecto, cada grupo humano posee una memoria colectiva la que es permanentemente producida y reproducida.

La memoria tiene un carácter fundamentalmente subjetivo y está en una disputa perenne con otras memorias, es política porque busca imponer su hegemonía sobre otras memorias. Lo opuesto a la memoria no es el olvido sino otras memorias que ofrecen otra interpretación del pasado. La memoria contiene en si tres tiempos al unísono:

1) El pasado (porque es una interpretación colectiva de hechos de pasados)

2) El presente (porque esa invocación del pasado ocurre en el tiempo contemporáneo)

3) El futuro (porque esa memoria está en una disputa con otras memorias por imponerse hegemónicamente).

Acabamos de informarnos1 que el pasado viernes en varias regiones de España se ha procedido a la detención de varias personas por el supuesto delito de “Crímenes de Odio” por posteos en redes sociales referentes al ensalzamiento del comunismo y, particularmente a la figura de Stalin.

ntre los perseguidos penalmente se detuvo a alguien que escribió en Twitter “Larga Vida al Legado Revolucionario de Stalin”.

Recordemos que el estado español ya había decidido perseguir a artistas que producen contenido revolucionario y antimonárquico, particularmente al rapero Pablo Hásel por los supuestos delitos de: «enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y a instituciones estatales».

Lo curioso es que el sistema punitivo que llevó a cabo las detenciones y los procesos es el mismo que niega justicia sistemáticamente a las víctimas del franquismo llegando a desplazar a Baltazar Garzón, único juez que se atrevió a investigar aquellos crímenes.

No es ninguna novedad que en las sociedades de clase el poder judicial, como los demás poderes del estado, (la superestructura jurídico-política) está al servicio de la clase que detenta la hegemonía económica.

Pero en momentos de confrontación abierta esta función queda en evidencia como está pasando en estos casos (los cuales podrían emparentarse con los Lawfare latinoamericanos), aparentemente, este uso del aparato punitivo del estado como una herramienta al servicio directo de las fracciones hegemónicas persiguiendo con causas inventadas a los opositores y enemigos, se está estandarizando como la herramienta principal de ejercicio del poder.

Ayer los escuadrones de la muerte, hoy basta con jueces y fiscales prevaricadores que hagan un uso discrecional del aparato punitivo puesto a su disposición. 1 https://insurgente.org/europol-investiga-por-delito-de-odio-al-autor-de-un-tuit-que-alababa-ellegado-revolucionario-de-stalin/ (consultado el 10/4/2022)

Adicionalmente, el Estado español, gobernado hoy por el “reformista” PSOE, ha mostrado su total alineamiento con la estrategia del imperialismo expresado en el envío de dos remesas de armas al gobierno de Ucrania (país en el cual los Partidos Comunistas están procriptos y cuyos militantes son perseguidos por un gobierno cuyo principal héroe nacional, Stephan Bandera, fue un colaboracionista nazi cuyas fuerzas masacraron a más de un cuarto de millón de ucranianos de origen judío, ruso y polaco; el mismo gobierno de Zelensky que tiene dentro de las filas de su ejército a varios batallones de ideología nazi responsables de crímenes de lesa humanidad; quien, además, lleva adelante un genocidio (como política de estado) sobre los habitantes de las regiones del Donbass y de Crimea.

Como se ve, las políticas desplegadas por el gobierno de la España de Pedro Sánchez, más que herederas de las políticas de los republicanos antifascistas parecen dignas de la División Azul.

Decíamos arriba que la memoria colectiva tiene un carácter político, por eso no sorprende este giro, desde la destrucción de la URSS venimos viendo un paulatino cambio de la hegemonía de un mundo bipolar a un mundo unipolar con absoluta hegemonía del imperialismo, parte de este proceso es la expansión de la OTAN hacia Europa del Este.

Hegemonía, hoy puesta en disputa por China, Rusia, etc., a tal punto que comienza a hablarse de un mundo multipolar, la guerra en Ucrania, en parte es un esfuerzo de Rusia por limitar las provocaciones que ensaya el imperialismo yanqui para intentar no perder su hegemonía unipolar.

En un artículo de 20192 respondíamos argumentalmente a una atrocidad engendrada por el Parlamento Europeo, la resolución N° 2819 del 2019, llamada pomposamente “Resolución del Parlamento Europeo sobre la Memoria Histórica europea de los crímenes del estalinismo y del nazismo” (2019/2819-RSP); la cual no es más que la expresión de la correlación de fuerzas de los neonazis y sus cómplices liberales, a los cuales, por ahora no les da la proporción para reivindicar al nazismo pero si para, ahora institucionalmente, perpetuar las calumnias contra Stalin y a través de su figura horadar la imagen del comunismo.

El filósofo George Santayana afirmó: “Quien controla al presente, controla al pasado y quien controla al pasado, controla al futuro”; hoy vemos que la relación de fuerzas en el Parlamento Europeo es ampliamente favorable a los sectores más reaccionarios (la suma de (neo)liberales, conservadores y reaccionarios, vulgarmente lo que se conoce como derecha y ultraderecha, suman 423 escaños, lo que representa un 60% de los diputados europeos, a ellos también, por las posturas reaccionarias que están teniendo gobiernos socialdemócratas como el español, tendríamos que sumar los eurodiputados socialdemócratas que son 148 lo que sumaría otro 21% adicional), con lo que la suma de fuerzas del régimen suma, como mínimo, un 81%; mientras que los diputados de las fuerzas de izquierda (sumadas las fuerzas revolucionarias a las más moderadas e institucionalistas suman 105 diputados, poco menos del 15%).

Es lógico entonces que con semejante hegemonía estén dadas las condiciones para la construcción de una memoria que sea funcional a la dominación del gran capital, sobre todo en un contexto de crisis del capitalismo que, como muestra la experiencia histórica, cerrará filas sobre los sectores más reaccionarios para mantener la defensa de su reproducción ampliada.

Podríamos decir que el fascismo es el brazo armado del estado capitalista en crisis. 2 http://espoiler.sociales.uba.ar/2019/12/27/un-fantasma-recorre-europa-el-fantasma-de-la-posverdadanticomunista/ (consultado el 10/4/2022)

Existe un sentido en el ejercicio de la persecución a quienes opinen elogiosamente sobre Stalin o ese período de la URSS, ese sentido busca imponer una memoria histórica cuyo fundamento último es la propaganda anticomunista; al final de cuentas fue la URSS bajo la conducción de Stalin la que en poco menos de 40 años salió del atraso semifeudal, de ser la periferia de Europa reducida al rol de productor de materias primas a ser la segunda potencia mundial, una potencia atómica y aeroespacial.

Lo que el anticomunismo y su versión más obvia, el antiestalinismo, buscan es la desacreditación de la más genuina y pura experiencia duradera y radical de construcción anticapitalista, antiimperialista y proletaria de la historia, la URSS, criticar a Stalin “olvidando” su rol fundamental como dirigente de un pueblo que derrotó al nazismo (al costo de más de 26 millones de muertos) es, como mínimo deshonesto y funcional a la memoria impuesta por el imperialismo yanqui según la cual ellos aparecen como los vencedores cuando poco hicieron por derrotar a la bestia parda, más aún, hoy son los principales sostenedores de las distintas formas de fascismo contemporáneo (desde ISIS hasta la Ucrania del Batallón Azov) Marx, mientras en el capítulo XXIV de El Capital3 desmitifica el relato idílico acerca del origen del Capital que hacen los economistas liberales, llega a definirlo como fruto directo de la violencia,4 relata el proceso tal y como se gestó históricamente en Europa y llega a utilizar la metáfora (refiriéndose al proceso de expropiación violenta que se dio en Escocia) que este país es la tierra donde las “ovejas se comen a los hombres”.

Europa, que se presenta como hija del progreso, la razón y la convivencia democrática basó su proceso de acumulación originaria en el crimen, el pillaje y la explotación colonialista. Hoy en día, expande la acumulación económica en forma perenne a través de mecanismos como el intercambio desigual y la expoliación económica mediante el mecanismo de la deuda externa), crímenes como el racismo, la esclavitud y el genocidio en el resto del mundo.

Aplicó (y aún hoy aplica) la coerción extraeconómica (bajo la forma de ejercicio directo de la violencia, desde la simbólica –condenas en organismos internacionales a gobiernos “insumisos”, hasta la invasión directa-) Europa ni es ejemplo de nada ni tiene derecho a perseguir a quienes luchan por un mundo mejor, son la representación de una sociedad de clase que agoniza y se resiste a morir, claramente definida por aquella brillante frase de Gramsci: “El viejo mundo muere, el nuevo mundo tarda en aparecer y en este claroscuro surgen los monstruos”. 5 El fascismo no es otra cosa que la manifestación brutal de la violencia que el capitalismo contiene dentro de sí despojada de toda atadura y ropaje de moderación.

El fascismo es la esencia del capitalismo y Europa, es la cuna del capitalismo y, por ende, también es la cuna del fascismo. Finalmente, la persecución de quienes reivindicamos al comunismo y, especialmente la perenne calumnia sobre la figura de Stalin, incluyendo el oprobioso documento del Parlamento Europeo 3 Ver Karl Marx, El Capital. Libro 1, Vol. III, Cap. XXIV La Llamada Acumulación Originaria. México: Siglo XXI Editores. 1986. 4 “Si el dinero, como dice Augier, «viene al mundo con manchas de sangre en una mejilla», el Capital lo hace chorreando sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies”. Ibídem. 5 Cuadernos de la Cárcel, Tomo 3, ERA, 1984, (pdf) disponible en http://www.mediafire.com/view/cukxs78er9y3neb/Cuadernos_de_la_cárcel_(Tomo_III) al que referimos arriba, no son más que la manifestación visible de la progresiva fascistización de las “democracias” capitalistas que buscan establecer una memoria colectiva afín al objetivo político que buscan que no es otro que la reproducción a escala ampliada de las relaciones de producción capitalista (particularmente en su etapa actual de globalización financiera e hiperconcentración económica).

La lucha de clases en esta etapa se está dando bajo la guerra de cuarta y quinta generación, lo que involucra mucha propaganda, la “criminalización” del comunismo, la acusación de “crimen de odio” a la alabanza a Stalin y a la etapa del estalinismo implica el “olvido” de la etapa histórica de lucha contra el fascismo y, sobre todo la criminalización de la memoria de quien condujo los destinos del país cuyas FFAA derrotaron al fascismo en su cuna, Europa.

Pero por más criminalización que inventen la memoria toma su propio rumbo, en Argentina, luego del golpe de estado del 16 de septiembre de 1955, se criminalizó la figura de Perón y se persiguió al peronismo, las masas, sin embargo, no olvidaron su identidad política. El propio Stalin afirmó: “Sé que sobre mi tumba se verterán toneladas de basura, pero será el viento de la historia quien se encargue de disiparla”, en esa disputa estamos porque no se trata solo del pasado, sino también del futuro. (fin)