Minsk, 21 ago
(Prensa Latina)
El reelecto presidente Alexander Lukashenko denunció hoy la injerencia de Occidente en los asuntos internos de Belarús y su intención de provocar con ello un diferendo entre este país y Rusia.
Tras visitar el combinado agroindustrial Derzhinsky, el mandatario señaló que resolverá la crisis interna dentro de unos días, en medio de llamados hechos desde Lituania por la excandidata presidencial Svetlana Tijanovskaya a continuar la huelga en empresas cruciales de este país.
El pasado día 9, Lukashenko obtuvo el 80,1 por ciento de los votos, mientras que Tijanovskaya contó con 10,12 puntos. Sin embargo, la oposición, tal y como había prometido antes de las presidenciales, inició protestas violentas y piquetes para forzar paros laborales.
Para el dignatario, tales manifestaciones fueron organizadas por Estados Unidos, con el acompañamiento de potencias occidentales para buscar la creación de un diferendo entre Rusia y Belarús.
En los últimos días se activaron los simpatizantes del jefe de Estado con mítines a su favor registrados en varias regiones, mientras que muchos de quienes se dejaron llevar por llamados de la oposición a participar en huelgas ahora regresan a sus puestos laborales.
La oposición intentó interrumpir las labores en empresas del llamado sector real de la economía como la de tractores y la de fertilizantes, refinerías y el combinado Derzhinsky, entre otros, con el anunciado propósito de forzar una repetición de las elecciones.
La convocatoria de Tijanovskaya a la huelga y otros anuncios hechos desde Lituania, como el de considerarse jefa de Estado de un gobierno provisional, fueron considerados por Lukashenko como un resultado del trabajo con ella de la inteligencia y la cancillería de ese vecino país.
La salida de la excandidata presidencial de Belarús, poco después de conocerse los resultados preliminares de los comicios, fue a petición de esa traductora de 38 años, para lo cual contó con nuestro apoyo, admitió Lukashenko.
De su lado, el ministro de Asuntos Exteriores, Vladimir Makei, conversó por teléfono con su similar en Moscú, Serguei Lavrov, con quien coincidió en rechazar cualquier intento foráneo de injerencia en los asuntos internos de Belarús.
Polonia, Lituania y Letonia se muestran a la vanguardia de las acciones dirigidas a boicotear el actual gobierno belaruso.
ga/to