UNA REFLEXIÓN EN EL DÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS


Por Pedro Martínez Pírez

Hace cinco años, el 10 de diciembre de 2014, Día de los Derechos Humanos, recibí en Quito una condecoración de la Asamblea Nacional de Ecuador, presidida entonces por la diputada Gabriela Rivadeneira. 

El acto se efectuó en la sede del Parlamento ecuatoriano y la distinción Dr. Vicente Rocafuerte al Mérito Social me la entregó la entonces diputada María Augusta Calle, quien cumpliría después misión diplomática en Cuba.

De acuerdo con la resolución oficial firmada por Gabriela Rivadeneira, la condecoración se entrega por mi labor durante más de medio siglo encaminada a fortalecer la hermandad entre Cuba y Ecuador. Según el documento se trata del reconocimiento a una prolífera carrera de servicio caracterizada por el compromiso con las causas sociales.

Subraya el texto la destacada labor realizada durante casi sesenta años como periodista, diplomático, diputado y catedrático, roles desde los que siempre defendí la necesidad de articular una agenda inclusiva y participativa encaminada a favorecer el desarrollo integral de los pueblos.

No olvido que María Augusta Calle recordó en el acto mi apoyo a las mejores causas del pueblo ecuatoriano, y que siempre los micrófonos de Radio Habana Cuba han estado abiertos para los hijos legítimos de la patria de Eloy Alfaro, el Presidente que reclamó desde Guayaquil el 19 de diciembre de 1895 la independencia de Cuba.

A Gabriela Rivadeneira la recuerdo en el programa “La Silla Vacía”, que transmitía la radio de la Asamblea Nacional, donde compartió micrófonos con el poeta ecuatoriano Pepe Regato, y conmigo, en un programa en el que homenajeamos a la ecuatoriana del siglo XX, Nela Martínez.


A María Augusta Calle también la recuerdo en una visita que hizo en una ocasión para verme en el Hotel Tambo Real, en Quito, acompañando a Nela Martínez, y contarme que la ecuatoriana del siglo XX había guardado la bandera cubana que ondeó en la Embajada de Cuba, desde la ruptura de relaciones en 1963 hasta la reanudación de vínculos diplomáticos en 1979, durante el gobierno de Jaime Roldós.

Hoy ya no está Gabriela Rivadeneira en la Presidencia de la Asamblea, ni es diputada María Augusta Calle, pero lleguen hasta ellas mis saludos y mis recuerdos, confiado en que más temprano que tarde volverán a ser figuras públicas en un Ecuador mejor, donde también puedan desenvolverse libremente figuras como Paola Pabón y Rafael Correa.