Daniel Noboa y la crisis actual en Ecuador
Dorothea Ortmann
El nombre Noboa es en Ecuador un nombre de marca. Ya van tres presidentes que llevaron aquel apellido y la mayor empresa bananera del país, la Corporación Noboa, también lo luce, porque está en manos de la familia Noboa. El dueño de dicha corporación, Álvaro Noboa, postuló como cinco veces a la presidencia sin haber podido ganar, eso recién logró su hijo, Daniel. Él había nacido en Miami, asistió al Colegio Humboldt en Quito, pero el resto de su formación obtuvo por completo en el extranjero. Con 18 años era dueño de una empresa que organiza eventos; en sus discursos se ufana de tener experiencias de un empresario exitoso y las obtuve recientemente también en el área política, pues 2021 fue elegido debutado para la Asamblea Nacional por el Movimiento CREO, el partido de Guillermo Lasso. Al percatarse que Lasso ya no gozaba de la confianza en la Asamblea Nacional, Daniel Noboa abandonó su partido para declararse independiente. El Gobierno de Guillermo Lasso llamó a un referéndum para realizar una consulta acerca de cambios de la Constitución, resulta que el pueblo ecuatoriano rechazó dichos cambios. Lasso aplicó luego una figura que se llama según la Constitución de 2008 “muerte cruzada” lo que significa disolver la Asamblea Nacional, gobernar según decretos y llamar a nuevas elecciones. Éstas se celebraron el 15 de octubre de 2023. En ellas Daniel Noboa salió ganador después de una campaña algo turbia, porque el candidato exitoso en las encuestas, Fernando Villavicencio, fue asesinado, supuestamente por prometer mano dura contra el crimen organizado, uno de los mayores problemas en el Ecuador actual. Nadie presumió que el joven candidato Noboa de algunos 35 años y sin mayor trascendencia en la vida política, podría ganar las elecciones, pues al comienzo de la campaña obtuvo escaza intención de votos en las encuestas.
A estos hechos se refería Manuel López Obrador, presidente de México, en un comentario público que hacía entender que Daniel Noboa podría ser involucrado en el asesinato de Villavicencio. A consecuencia de ello, Noboa declara la embajadora de México persona non grata y ella abandona Ecuador, siendo recogido por un avión del gobierno mexicano. En paralelo se daban acontecimientos que han causado una crisis grave, poniendo a Ecuador como país inaceptable ante la comunidad internacional. Resulta que el ex vicepresidente del gobierno de Rafael Correa, Jorge Glas, después de haber salido de la cárcel, estando con libertad condicional, buscó en diciembre del 2023 refugio en la Embajada de México en Quito, porque le habían armado otro juicio. Era obvio que los juicios en su contra son parte de la campaña en contra los miembros del gobierno de Rafael Correa. Como su solicitud de refugiado político todavía estaba en curso, gozaba recién el estatus de huésped. El gobierno Noboa se creía con el derecho entrar a la fuerza a la embajada de México con el argumento que existe peligro de fuga de Glas.
El hecho de haber entrado a la Embajada a la fuerza, no puede ser justificado por ningún derecho del mundo, porque no solamente vulnera el Convenio de Viena, según el cual las embajadas son territorio internacional, sino también vulnera el derecho a la propiedad privada. Todo ello demuestra la clase de político que Noboa es. La comunidad internacional afirma de manera unísono que el presidente de Ecuador no tiene ni idea, lo que causó con su intromisión a la embajada, maltratado además al diplomático, Roberto Canseco, hombre mayor de edad, vulnerando así todos los estatutos de Derecho Internacional.
Cuando Daniel Noboa asumió el Gobierno, prometió a enfrentarse a los problemas más cadentes del país, entre ellos, la lucha contra el crimen organizado y la alta tasa de inseguridad ciudadana. Sacó para ello un decreto que permite el resguardo militar en las calles y declara el Estado de Excepción durante tres meses. Después de la fuga de un cabecilla de la cárcel, declaro la situación actual como conflicto armado interno o Estado de Guerra y esta declaración otorga poder absoluto a las Fuerzas Armadas. Para demostrar mano dura, reorganizó las autoridades de las cárceles, porque muchos crímenes son cometidos a través de cabecillas encarceladas, quienes, por su parte, se apoyaban sobre la colaboración de policías y autoridades corruptas. Tarea difícil, pues todas las instituciones están infiltradas por las bandas criminales.
La explicación oficial del aumento de la criminalidad en Ecuador propaga el argumento que el expresidente Rafael Correa había recibido gente de las FARC de Colombia, acompañados por traficantes de droga. Verdad es que, a partir del gobierno de Lenin Moreno, se comenzó a desmantelar ministerios e instituciones encargadas de seguridad ciudadana, lo que dejo un vacío que permitió la entrada fácil a las bandas criminales, acompañada por la circunstancia de una economía dolarizada, la que hace más fácil el lavado de dinero. Así el Ecuador se ha vuelto en el último decenio el país más importante para trasladar la droga, proveniente del Perú y de Colombia, hacia Europa y los Estados Unidos con el epicentro de Guayaquil, el mayor puerto del país.
El aumento de la criminalidad también tiene que ver con la alta tasa de desempleo entre jóvenes, razón por la cual los jóvenes sin ocupación se insertan a las pandillas, formando así el caldo cultivo de una criminalidad callejera y del microcomercio de droga. Ofrecer trabajo a los jóvenes era parte de las promesas de Daniel Noboa, lo que pretende cumplir con una medida que consiste en la precarización del empleo, dándole la posibilidad a quienes trabajan por horas, figurar en planilla y tener derecho a los beneficios sociales. Lo que suena justo y comprometedor, posibilita a los empresarios suprimir los sueldos y contratar gente de menor pago. Prometió además impulsar la inversión extranjera y para poder hacerlo, invitó a la Jefa del Comando Sur, Laura Richardson, a ayudar a pacificar al país y así garantizar estabilidad jurídica, la base de cualquier inversión extranjera. Sabemos que la general Richardson en otra ocasión ante una Comisión de Estado en los EEUU defendió la antigua doctrina Monroe, según la cual América latina pertenece a Estados Unidos y debe ver en ellos el aliado natural para los negocios. Se trata de arrebatar a China y Rusia la influencia y presencia que tienen en América Latina. Literalmente ella dijo así:
“La región nos está haciendo un llamado a la acción. Todos debemos unirnos para trabajar allí: el gobierno, la academia, la industria, las ONGs. La disuasión integrada es un llamado a la acción por las amenazas a la seguridad que veo en la región. Es una amenaza a la democracia. Allí veo a uno de nuestros competidores o adversarios, la República Popular China, entrando con grandes inversiones de dinero y proyectos de infraestructura e investigación. Y esta región tiene muchas cosas para ofrecer: hay minerales de tierras raras, hay litio. Cuando veo el enorme avance militar que han hecho los chinos, la inversión en puertos, 5G, tecnología, y toda esa infraestructura, me preocupa. Parece que son instalaciones civiles y negocios. Pero son propiedad del Estado y pueden ser usados por razones militares”.
No solamente Ecuador, por medio del presidente Daniel Noboa, le abre la puerta para colocar bases militares, sino también Argentina y Perú. Significa, los EEUU permitan e impulsan que los estados latinoamericanos se debilitan para luego ofrecerles su gran ayuda.
En el caso de Daniel Noboa se trata además de entender que deja a Ecuador ante tres conflictos internacionales. El primero es con Rusia al comprometerse entregar a los Estados Unidos el armamento ruso. El segundo es por su comportamiento durante su viaje a España. Al embriagarse y ensuciar el auto oficial que le fue ofrecido durante su visita, dejo malparado al país que representa, demostrando además su inmadurez, y, por último, el conflicto que desató con México que le va a causar a Ecuador sanciones importantes, entre ello, la posible expulsión de la ONU y de la OEA, así como de otros convenios internacionales.
La ineptitud del presidente Daniel Noboa evidencia que no tiene un equipo que le aconseje o alguien del Alto Mando Militar que le diga qué es posible y qué no. Pero lo que podría ser aun peor es que ni siquiera hace caso a los consejos. Todo ello nos enseña que Noboa es un presidente que no conoce límites, se cree todopoderoso.
Después que el presidente de México le otorgó a Jorge Glas el estatus de refugiado político, Noboa está obligado a entregarle el salvoconducto para que Glas pueda salir del país, porque ahora cambió la figura jurídica. Pero con el antecedente que Lenin Moreno quien entregó a Julian Assange a las autoridades británicas a cambio de algunos favores políticos, es bien probable que, en el caso de Jorge Glas, ocurre lo mismo. Debemos entender todo lo acontecido como parte de la lucha contra los avances implementados durante los dos gobiernos de Rafael Correa, porque Ecuador no solamente se encuentra en una guerra interna con el narcotráfico, sino también dividido entre los correistas y los anti-correa.