Por Sergio Nolasco.
El momento político que vive el país no es otra cosa que el reflejo de la profunda crisis política y social que atraviesa nuestra patria, la crisis no es nueva arrastra un largo bagaje de gobiernos derechistas, solo con la excepción del Gobierno de Juan Velasco Alvarado.
La cosa no es tan simple, la crisis nacional es parte de la crisis estructural del sistema capitalista de producción, por lo cual insistir en dar solución a los múltiples problemas que se presentan, tomando medidas simplemente coyunturales, solo pueden hundirnos más en el caos, a causa de la ineptitud e inconsecuencia del gobierno de Otarola y Dina Boluarte.
Si hay algo que tipifica el momento político actual es la descomposición generalizada de las fuerzas que manejan el aparato estatal. Partidos políticos sin trayectoria, huérfanos de ideología y programa, conformados por «independientes», metidos a la política cuando se aproximan las elecciones, tránsfugas que se meten a cualquier movimiento o partido, sólo con el fin de llegar al Parlamento o acceder a altos cargos del gobierno. Movimientos partidos y personas que ya gobernaron dejando una estela de corrupción y crímenes contra nuestro pueblo (el aprofujimorismo) ¿
Qué se puede esperar de tales “políticos”? Parlamentarios que juran por la plata, ministros que colocan en la administración pública a toda su parentela, líderes políticos que renuncian a los postulados que alguna vez profesaron y defendieron: éste es el panorama triste de nuestra situación política actual. Esta es la clase de “políticos” que tiene la clase dominante en nuestro país.
Cambiar personas no resuelve nada. Hay que cambiar objetivos, hay necesidad de poner en práctica un proyecto político que cambie las relaciones de producción. Eso es lo que falta, y eso es lo que no podrá llevar a la práctica nuestra clase dominante, obsecuente defensora de los grandes intereses extranjeros, representantes de la gran burguesía cuyos intereses están estrechamente ligados con el imperialismo norteamericano. ¿Podrán estos agentes del extranjero sacar al país de la profunda crisis en que se encuentra sumido? NO. Absolutamente no.
Con el cuento de la “clase política”, se pretende esconder un hecho real: la clase que gobierna el país es la gran burguesía, la derecha bruta y achorada, ligada a los grandes intereses monopólicos extranjeros. Esta burguesía es responsable de la política económica neoliberal que se ha impuesto en el país por órdenes del imperialismo, la situación económica y política desastrosa que padecemos es el resultado inevitable del neoliberalismo, globalizado por los mismos grandes intereses transnacionales.
Donde no hay una política de principios, nacionalista y democrática sino politiquería barata, falta de estabilidad y coherencia, la anarquía y la corrupción van de la mano. Somos producto de nuestra propia realidad estructural, país dependiente, con un capitalismo mediatizado y sin posibilidades de desarrollo, con una soberanía recortada por presiones diplomáticas y financieras manejadas por el gendarme internacional. Esta es nuestra triste realidad.
La cuestión es clara y no admite tergiversaciones ni falsificaciones, el país exige que se le libere de la opresión imperialista, ejercida por este gobierno hambreador y genocida en colusión con la gran burguesía intermediaria que hoy gobierna el país, divorciada de los intereses nacionales y de las aspiraciones de nuestras grandes mayorías nacionales.
Ante esta crisis es urgente un gran Acuerdo Nacional Popular para unir a las grandes masas, en la lucha por nuestra liberación nacional y social, por una nueva constitución, contra el imperialismo y sus agentes y representantes en el país, que surja, no siendo impuesta por las cúpulas, sino por la unidad en la lucha de masas, unidad para avanzar, unidad para vencer.
En ese objetivo se afirman la Asamblea Nacional de los Pueblos ANP, el Comando Nacional Unitario de Lucha CNUL y en Lima se organizan los partidos, sindicatos y federaciones de trabajadores, movimientos y colectivos con una voluntad unitaria de organización y lucha.
Se avecinan las Jornadas Unitarias de lucha del 12 de Octubre y del 7 de Diciembre las cuales devén de evidenciar la madures de muestra organización y la voluntad unitaria de nuestro pueblo.
¡ Sin Luchas No Hay Victorias !