GORBACHOV Y LATINOAMÉRICA. EL NEFASTO ROL DE KIVA MAIDANIK

Por SERGIO MARIO GUILLI

Hace un tiempo en un breve encuentro con un joven y apreciado camarada del PCA me comentaba que ellos leían “Los Caminos de la Unidad”. Un flashback me llevó a las épocas turbulentas del XVI Congreso y todas las promesas de que “el viraje” dejaría atrás al “viejo partido reformista”. En esos momentos, ese libro fue casi “la biblia” de lectura imprescindible.

Un solo texto lo pone a Maidanik en contexto: “Perestroika, la revolución de las esperanzas”, un reportaje realizado por Marta Harnecker y publicado en 1988. Las resonancias actuales del título son bastante elocuentes. Las esperanzas que se cumplieron fueron las del imperialismo que se dedicó por décadas a invadir países (Yugoslavia, Somalia, Afganistán, Irak, Libia, Siria) mientras el pueblo ruso veía como crecía la desigualdad, la economía se deplomaba por décadas, así como la expectativa de vida promedio y cómo las hijas del otrora orgulloso pueblo soviético se tenían que prostituir para gozo de los burgueses occidentales. Cuba vivió las terribles privaciones del “período especial” y el movimiento revolucionario mundial aun hoy, a más de 30 años, no ha podido reponerse de semejante golpe. La misma perestroika fue un proceso bastante más violento y sanguinario de lo que se propagandizó el occidente. Bien, hasta ahí Maidanik fue un pensador que apostó a un proceso que terminó en manos de la reacción y que creyó que la lucha armada dividía los campos entre revolucionarios y reformistas.

Pero las noticias van llegando a nuestras vidas, las operaciones se van desclasificando y nos dan una nueva perspectiva, la miopía de este “pensador hereje” lo llevó a propagandizar como “socialista” un proceso capitaneado directamente por un enemigo (luego confeso) del socialismo como Mijail Gorbachov.

En una nota que publicó Cubainformación en 2017 del periodista Arthur González nos dice que “En el año 2000 Mijaíl Gorbachov confesó durante un discurso en la universidad norteamericana de Turquía: El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo…mi esposa me apoyó plenamente y lo entendió incluso antes que yo’.

Recientemente la CIA desclasificó algunos documentos donde se afirma que ‘el magnate financiero George Soros y la CIA, ayudaron a Gorbachov a proporcionar la posterior disolución de la URSS’.

El ex analista Wayne Madsen asegura que el plan diseñado para eliminar el bloque socialista de Europa oriental fue organizado por dos copresidentes del IEWWS de Soros, Joseph Nye, economista de Harvard, y Withney MacMillan, presidente del agro multinacional Cargill, quien había mantenido relaciones comerciales con la Unión Soviética en los años setenta del siglo XX”.

Bueno, podrá pensarse, pero Maidanik y Gorbachov no se conocían, si bien Kiva tiene su responsabilidad porque nos hablaba de lo que pasaba en su país, fue engañado como lo fuimos muchos en esos años.

Ahí queríamos llegar. El dato jugoso, que en el prometedor texto de Egido sobre la caída de la URSS aparece de soslayo, nos permite caracterizar el grupo teórico al que pertenecía Kiva allá en la URSS. Resulta que Maidanik pertenecía a un centro de investigación denominado IMEMO – Instituto de Relaciones Internacionales y Economía Mundial. Cuando indagamos al respecto, en algunos sitios se relata una historia de “la malvada KGB” persiguiendo a “los intelectuales honestos creativos y antiburocráticos” (algunos estuvieron en prisión, el propio Kiva fue salvado, pero según algunos del ’80 al ’87 fue expulsado del PCUS). Parece que no era tan así. El IMEMO fue una cantera de cuadros decisivos en la restauración capitalista en la URSS. Su director del ‘83 al ‘86, Alexander Yakovlev, pasaría a la historia como “el padrino de la glasnot” o “el arquitecto de la perestroika”. El diario El País de la burguesía española lo llamaba “El motor de la perestroika” . Fue el principal asesor de Gorbachov con el triste mérito de haber integrado el Politburó que llevó a la URSS a su disolución, del ‘87 al ‘90. En su confesión sobre sus fines de destrucción del socialismo, Gorbachov lo aclara “para lograrlo logré encontrar compañeros de lucha, entre ellos A.N. Yakovlev y E. A. Shevardnadze”. Es decir, nunca tuvimos contexto para analizar cómo es que a los comunistas argentinos nos aparecía de la nada este soviético “que sí había que leer” contra “todos los otros dogmáticos que había que ignorar”. El velo se empieza a correr: surgía de uno de los núcleos teóricos centrales desde donde se pergenió una de las más dramáticas reversiones de la historia de la humanidad.

Veamos lo que agrega las investigaciones que pronto serán parte del libro del camarada Egido. Perteneciente a la generación de jóvenes intelectuales socialdemócratas surgida del XX Congreso del PCUS, en el ’66 el kruchovista Yakovlev se convierte en admirador del modelo capitalista norteamericano tras sus estudios en la Universidad de Columbia en Nueva York de 1958 a 1959 que era nada menos que el principal centro mundial de lucha antisoviética. El oligarca Rockefeller financió la creación de un Centro Ruso para estudiar cómo destruir la URSS …El KGB sabía desde 1960 que Yakovlev trabajaba para los centros de inteligencia norteamericanos. Pero el jefe máximo de la inteligencia soviética era el jruchovista A. Shelepin que decidió no hacer nada… En supuesta sanción a un artículo suyo de posiciones liberales en Literaturnaya Gazeta Suslov lo envío con el cargo de embajador por 10 años (1973-1983) a Canadá donde en contacto permanente con los imperialistas terminó de convertirse en exaltado anticomunista designado por Gorbachov nada menos que jefe de ideología del PCUS.

Asumo que cuando escuchaba que el PCUS había empezado a reversionar a partir del XX Congreso creía que era una idea dogmática de estalinistas rígidos. Pero las muestras de construcción de redes de protección de agentes externos por parte de entusiastas khrushovianos son contundentes. Pero cuando uno escucha esta tesis de boca de Xi Jinping, líder de la orgullosa revolución marxista leninista China, en su análisis de la caída de la URSS no se puede menos que replantearse posiciones. El texto de Egido le pone nombres y apellidos a esa tesis. Como mínimo, cabe replantearse que Maidanik no fue el “intelectual antidogmático” que nos vendieron, sino una persona cuanto menos fácilmente engañable.

En 1983 Yakovlev en Ottawa le dice al representante del gobierno israelí de origen ruso I. Zemtsov “¿No es hora de admitir que el marxismo estaba equivocado desde el principio? … Los comunistas intentaron crear un paraíso en la tierra … Y resultó que era imposible construirlo”.

Sus últimos años de vida se ganó la vida ya como asalariado explícito de George Soros, dedicándose a intentar defenestrar la historia del PCUS desde una posición ya abiertamente capitalista. Esto no es conspiranoia, el propio Soros nos cuenta:

“También recuerdo a Alexander Yakovlev, el principal impulsor de Gorbachov, que me dijo, mucho más tarde, lo humillado que se sentía en su trato con los estadounidenses. Con pesar tuve que concluir que a Occidente no le importaba mucho la sociedad abierta como concepto universal”. Y como fiel perro del imperialismo, recibió su reconocimiento: el New York Times en su obituario como lo titula “el campeón del cambio soviético” .

Pero no fue un solo miembro del IMEMO. Pavel Kudyukin, un ávido lector de Marcuse y el Che, luego, ya como Viceministro de Trabajo del nefasto Boris Yeltsin se dedicó a engañar a los trabajadores rusos para que apoyaran “las reformas radicales” que se llevaban adelante. Al punto que los llamó a movilizarse contra el último y agónico intento de rescatar a la URSS de la restauración capitalista. Los compañeros de lucha de Maidanik militaban un eurocomunismo furioso y Kiva, el guevarismo. La aparente contradicción entre los miembros no era tal, todos tenían una crítica absolutista del PCUS y de los PPCCs bajo la bandera del anti estalinismo. Es decir, poco importaba que se siguiera al Che y la guerrilla, a la socialdemocracia o se acompañara a la reacción. Se trataba de destruir la moral comunista con ropaje comunista ¿Estamos diciendo que Maidanik era un agente? No tenemos absolutamente ninguna constancia como para sostener semejante afirmación, parece que con la perestroika la pasó mal. Simplemente diremos que en su visión antisoviética terminó formando cuadro con quienes apuntaban a la destrucción del socialismo de manera conciente y tarifada sin darse cuenta de ello. Y mientras Maidanik mantuvo su furor anti PC hasta su último aliento, presentándose como “democrata” contra un aparato “burocrático”, el pueblo soviético demostró el 17 de marzo de 1991, que su voluntad era mantener la URSS con una votación de más del 76%. No fue precisamente un gurú, más allá de sus intenciones le hizo un flaco favor al pensamiento revolucionario.

Para desmentir la tesis que “naturaliza” la perestroika vamos a reproducir la reflexión de Margaret Tatcher, una política más lúcida del lado de la derecha de lo que jamás fue Maidanik desde la supuesta izquierda: “La URSS es un país que supone una seria amenaza para el mundo occidental. No me estoy refiriendo a la amenaza militar; en realidad ésta no existía. Nuestros países están lo suficientemente bien armados, incluyendo el armamento nuclear. Estoy hablando de la amenaza económica. Gracias a la economía planificada y a esa particular combinación de estímulos morales y materiales, la Unión Soviética logró alcanzar altos indicadores económicos. El porcentaje de crecimiento de su Producto Nacional Bruto es prácticamente el doble que en nuestros países. Si añadimos a esto los enormes recursos naturales de los que dispone la Unión, con una gestión racional de la economía, son más que reales las posibilidades que tiene de expulsarnos del mercado mundial … Por eso siempre hemos adoptado medidas encaminadas a debilitar la economía de la Unión Soviética y a crear allí dificultades económicas”.

Pero en aquellos años decir que todo lo comunista era “dogmático, burocrático y contrarrevolucionario” era moneda corriente y bluffear sobre un futuro “avance incontenible de los pueblos”, ya desembarazados de “semejante rémora retardataria y momificada” era una cuestión de todos los días.

Si hay sobradas muestras del carácter traidor de Yakovlev, el héroe del New York Times, jefe del IMEMO, quedan algunas preguntas ¿cómo es que los comunistas, que nos juntamos tres y hacemos diez autocríticas, no revisamos todavía el hecho de que en un momento histórico crítico nuestra línea estuvo guiada por un intelectual surgido del núcleo de la perestroika? Con este dato lo mínimo que tendríamos que reflexionar con la palmaria constatación de la historia ¿Cómo es que no podemos ver el carácter destructor de Maidanik, ardiente defensor de la perestroika y ligarlo a la explosión interna que siguió al XVI Congreso, en la medida en que atacaba directamente la identidad comunista, con la cual estaba furibundamente peleado desde los sucesos de Praga en el ‘68? ¿Acaso exagero si digo que nuestro maestro y guía tenía un cartelito en la espalda que decía “no me sigan porque yo estoy más desorientado que uds”?

“En el momento de la debacle de la URSS en 1990-1991, Maidanik se concentró en reflexionar sobre el destino y el futuro de la izquierda latinoamericana. Sus observaciones de aquel momento tienen tintes de desencanto y pesimismo. Reconocía el golpe a la izquierda asestado por la bancarrota del proyecto soviético, pero no veía la perestroika como la culpable (cursiva nuestra), sino a todo el periodo anterior, principalmente a la primera mitad de los ‘80. Él no vinculaba el derrumbe del proyecto soviético y de las perspectivas latinoamericanas con los cambios políticos en la URSS, sino con el advenimiento de la nueva etapa del desarrollo del capitalismo, que pasaba de la fase industrial y de la revolución científico-técnica a la etapa del capitalismo de naturaleza científico-productiva.” (?) Maidanik intentaba arañar racionalizaciones para cerrar en su cabeza una explicación que lo dejara en un lugar digno ante un proceso que luego se conocería como orquestado por la CIA y que tuvo a la traición de Gorbachov como norte, capitaneado por su camarada de armas teóricas Yakovlev, jefe del politburó de la reversión.

Es decir, que hasta el último momento trató de cubrirle las espaldas a la perestroika, culpar de todo a los PPCC y sembrar el pesimismo. Aunque se lo pretende un profeta, fue todo lo contrario. “Refiriéndose a la práctica de la alianza —en pos del ‘proyecto popular’— con los populistas, los demócratas, los centristas, reconocía la falta de alternativa, pero insistía en que esa alianza —entendida solamente como un instrumento de la política electoral sin un ‘proyecto integral alternativo’— tampoco tenía chance” . La realidad otra vez cacheteó al “gurú”. América Latina avanza con la unidad de los comunistas en el marco de alianza con sectores populares y uniendo la lucha de calles con la electoral. Por tomar el ejemplo más claro, Maydanik planteó su pesimismo acerca de las posibilidades del chavismo de sostenerse. Esta reflexión partía de su visión militarista (militarista con cuero ajeno) que sostenía cuando la realidad había mostrado la inviabilidad de la confrontación armada como vía para destrabar el panorama político.

En el elogioso texto de Andrey Schelchkov plantea: “Lamentablemente, con la muerte de Maidanik quedó trunca esta corriente de estudios latinoamericanos en Rusia, ya que no dejó ni grupo de alumnos ni seguidores. Sus alumnos y colegas de los ‘80, evolucionaron hacia el liberalismo y se alejaron de esta temática” . Es decir, aunque Maydanik no haya percibido en vida que detrás de su revolucionarismo ultraguevarista, de su defensa del temprano intento de reversión en Checoslovaquia del ’68, se escondía un “socialista liberal”, si lo captaron sus alumnos. Las semillas no caen lejos del árbol. El hijo de Maidanik, Artiemy Troisky , fue el director de la revista Play Boy. Hoy, como Micki Vainilla, “hace pop para divertirse” y es el ruso transgresor preferido del pinochetista periódico “El Mercurio”, es un rusófobo declarado y apoya a las Pussy Riot. Muy buen transmisor de valores revolucionarios en su entorno directo no parece haber sido.

Puede ser una imagen de una persona y texto que dice "PERESTROIKA: La revolución de las esperanzas l HICHS Entrevista a Kiva Maidanik por Marta Harnecker"

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