Paulo Cannabrava Filho Con el decreto concediendo indulto a su amigo, diputado Danel Silveira, Bolsonaro literalmente ha cagado en el poder judicial. La rudeza del término es compatible con quién viene atacando sistemáticamente las instituciones, imprecando contra la Constitución y las leyes.Quién osa tanto está listo para osar más. Es ahí que está el peligro. Quién puede tanto puede mucho más.Independiente del mérito del caso y de las páginas y páginas de los medios intentando explicar si el problema es del poder judicial o del legislativo, lo que tenemos son actitudes inadmisibles de los supremos jueces, de los excelsos generales (que ya se creen dioses), de la media pensamiento único.¿Qué es eso? Eso es inseguridad jurídica. Inseguridad jurídica es incompatible con la democracia, aun una democracia estólida como la nuestra. Sin seguridad jurídica ningun inversionista va a arriscar sus recursos. Eso en la economía . ¿Y en la política? ¿Cómo conducir un proceso electoral de la magnitud de elecciones generales en ese clima de absoluta inseguridad jurídica?¿Qué se puede esperar?Bandos predicando desobediencia civil cohonestados por los medios y el mismo poder judicial. Inseguridad jurídica es incompatible con el Estado de Derecho. Es todo que el gobierno de ocupación necesita para “legitimar” todas las afrontas perpetradas por el capitán Bolsonaro, la voz visible del gobierno de los generales. Generales afrontando a la nación con sus sueldos de 100 mil reales.El discurso de políticamente correcto al revés. Han hecho una operación casi perfecta de reversión de las expectativas. En 1964, con el pretexto de combatir al autoritarismo han implantado una dictadura que duró 21 años. Ahora, el pretexto es el mismo, combatir al autoritarismo, al dictador que pretende asumir el poder e implantar el comunismo. ¿Cuántos años de dictadura serán precisos ahora? En el discurso de campaña ellos decían que necesitaban por lo menos 30 años para arreglar Brasil. Vamos a permanecer en el poder para garantizar la democracia y la libertad de expresión. El discurso que confunde, pero justifica. ¿Quién es que verdaderamente amenaza a la democracia? Discutir si el indulto incide solamente sobre o encarcelamiento o sobre derechos políticos es puro diversionismo. Es intentar reducir el efecto de la afronta, es tratar al tema como se fuera dentro de la normalidad. No lo es. Es anormal y muy grave porque deslegitima a todas las instituciones, el propio Estado.No han arrestado al capitán cuando como diputado ha violado las normas de conducta. No han anulado la elección frente a las pruebas de fraude y, como ciegos, no vieron las ilegalidades cometidas a cada día. Roban al Estado descaradamente y enarbolan la bandera del combate a la corrupción.Todo gira en torno de palabras. Es una guerra de narrativas. Las que valen son las narrativas no los hechos reales, concretos. Precisamos recuperar el valor exacto de cada palabra robada por ellos, esa nueva derecha inculta y el Partido Militar asociado al Partido Evangélico. Como la derecha es fuerte, es decir, el poder oligárquico en las manos de la plutocracia es fuerte, ellos han podido quedarse cuatro años en el poder practicando ilegalidades y preparándose para quedar cuatro años más, y cuatro más… Cuanto a los desafectos, a los que se oponen, caen con una simple pedalada en las cuentas, algo que no configura ilícito. El Estado está estructurado así Bolsonaro ha dado un cheque mate en el Estado de Derecho. La impunidad es para el clan y se extiende para toda la corte. Un general con su bando de oficiales (eran 28 oficiales bajo el comando del general Eduardo Pazuello) asalta el Ministerio de Salud, perpetra crimen de lesa humanidad, es premiado con un cargo de asesoría en Palacio. ¿Dividir sueldos con el jefe es crimen? Imagine… normal. ¿Cobrar propina para liberar recursos para la Educación es crimen? magine…. normal. ¿Mandar matar adversario político es crimen? Apavorado con la posibilidad de perder la elección, el gobierno de ocupación está preparado para el peor escenario. Estamos en una transición. Frente a los hechos narrados, lo que no puede haber es conciliación con los criminales como ha transcurrido en todas las transiciones anteriores. A los criminales hay que sacarlos del gobierno, ser denunciados, juzgados y punidos. Principalmente los que cometen crímenes en el ejercicio de función pública.No es posible reconstruir al Estado de Derecho conciliando con aquellos que no aceptan el juego democrático y menos todavía con los apologistas de la tortura, quienes reniegan la propia condición humana. El momento es propicio. No digo que haya una tempestad perfecta, pero estamos casi… El Frente de Salvación Nacional está formado. La tarea de todos los demócratas es consolidarlo, ampliarlo, formar la marea humana necesaria para vencer la elección de octubre Paulo Cannabrava Filho, periodista latinoamericano, edictor de la revista virtual Diálogos do Sul Paulo Cannabrava Filho Visite: www.dialogosdosul.org.br A Revista Virtual Alternativa do SulResponderReenviar |
BRASIL. INSEGURIDAD JURÍDICA IMPIDE CONSTRUCIÓN DE LA DEMOCRACIA
