LA GUERRA CONTRA CUBA

Cuba. Embargo, Bloqueo y Guerra Económica

Mariano Bullón Méndez* /  Panorama mundial

La política de Estados Unidos hacia Cuba ha sido siempre contra Cuba, agresiva, desde los tiempos fundacionales de la Revolución cubana.

Y ha dispuesto de un variado arsenal de medidas coercitivas unilaterales de todo tipo, que se aplican con carácter extraterritorial y abarcan todos los sectores de la economía, el comercio y las finanzas, constituyéndose en el principal obstáculos para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, adoptados por la Asamblea General de la ONU.

Al principio se trataba sólo de un embargo al comercio de Cuba con Estados Unidos, del azúcar en primer lugar y también de todo intercambio bilateral, lo que afectó considerablemente el desempeño de la economía cubana, al privarla de su mercado natural, lo cual obligó a buscar otros mercados más distantes, para comprar y vender, en Europa y Asia, incrementándose considerablemente los costos del comercio exterior.

La primera medida fue la Proclama Presidencial u Orden Ejecutiva 3447, firmada por John F. Kennedy en febrero de 1962.

Luego vendrían otras acciones legales y medidas coercitivas unilaterales, como la Enmienda Connie-Mack (1988), la Ley Torricelli (1992) y la Ley Helms–Burton (1996), conformándose un entramado legal con carácter extraterritorial que implica y afecta a terceros países.

Esta última Ley, contiene cuatro títulos, que abarcan desde el derrocamiento del gobierno revolucionario y el cambio de régimen bajo tutela estadounidense, pasando por la instauración de un gobierno de transición; la prohibición de “traficar” con Cuba (no comercio, no inversiones, no acuerdos de ningún tipo) en particular en lo concerniente a propiedades nacionalizadas a los ciudadanos norteamericanos y a los cubano-americanos, básicamente los batistianos a quienes se les confiscaron la propiedades mal habidas, ahora considerados ciudadanos norteamericanos retrospectivamente (un absurdo jurídico), hasta las reclamaciones ante tribunales por las nacionalizaciones a los antiguos propietarios y terminando con la negativa de visa para la entrada a territorio de Estados Unidos.

El bloqueo ha devenido, a su vez en un acto de guerra económica (así refrenado por la Conferencia Naval de Londres, de febrero de 1909).

Constituye una violación flagrante, sistemática y de larga data de los derechos humanos de toda la población de Cuba y afecta diariamente las condiciones, niveles y calidad de vida de cada ciudadano, sin importar su ideología, posición política, edad, sexo, filiación religiosa o no, viva donde vida, los 365 días del año. El bloqueo es, además, omnímodo (sabotajes, embargo a la compra de azúcar, Operación Pluto (invasión por Playa Girón), Operación Peter Pan, Operación Mangosta, guerra biológica, política de máxima presión, guerra mediática) y omnipresente (incide sobre el comercio exterior, las finanzas, la salud, la educación, la alimentación, el transporte, la energía, el mercado cambiario y los precios