COLOMBIA, UNA GUERRA PERDIDA, UN DESASTRE MÁS PARA TRUMP

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Por Antonio Maira


«EEUU tiene el tupé de decir que Venezuela le sigue vendiendo petróleo, pero que ellos no lo van a pagar. Aquí hay un pueblo de pie, un pueblo despierto, un pueblo arrecho«.
General Pedro Carreño

Resumen Latinoamericano, 18 septiembre 2019

La guerra a través de estados títeres

Colombia se está manifestando como el principal país en el que su gobierno -no su pueblo-, ha
convertido la política exterior en el instrumento para la realización de lo que ha sido su vocación
continua: la destrucción de Venezuela de la mano de los Estados Unidos.Es el que podría
llamarse“síndrome Santander”, a saber: la tendencia irresistible a la eliminación de la revolución
bolivariana y la entrega de los dos países a las oligarquías locales y, a través de ellas, a los Estados Unidos.

Históricamente, esta tradición de los militares se inició con la traición del general de ese nombre al gran Simón Bolívar, general en jefe del Ejército Libertador.Colombia, cuyo “establecimiento” (la
élite de la gran burguesía multimillonaria colombiana vinculada por un lado a la Iglesia más
reaccionaria; por otro, al cultivo y al tráfico de cocaína; así como a la expulsión de campesinos
con el empleo de las FFAA y los paramilitares); ha participado en todo el ciclo de acciones
violentas, asesinas o genocidas en Venezuela durante los dos últimos años.

Ataque a la Venezuela de Maduro

Empezaron por el financiamiento, adiestramiento, organización y movilización de las “guarimbas” con sus atentados a las infraestructuras básicas, la siembra del terror en la población y los
atentados mayores como los asaltos y destrucción de centros de educación, centros públicos,
medios de comunicación y atentados en cuarteles y a las patrullas de la Guardia Nacional
Bolivariana.  

El estado colombiano ha permitido la escalada de estas guarimbas armadas hasta llegar a la
quema y asalto de cuarteles y de personas, por el solo hecho –las segundas- de tener
“aspecto de chavistas”, dicho de otra forma: “por tener aspecto de gente del pueblo”.

Los crímenes de odio que comenzaron en época de Hugo Chávez y se intensificaron en tiempos
del Presidente Nicolás Maduro, tuvieron su cénit en las proximidades de los dos golpes militares y del atentado con dos drones contra las Fuerzas Armadas, el Presidente y miembros del Gobierno y de su cúpula civil y militar.

La compra el montaje y el adiestramiento para manejar estos artefactos se realizó también en el
país colombiano. Fracasaron por la eficacia de las contramedidas contra drones, la efectividad  de los tiradores de precisión de la guardia presidencial, y por el uso poco profesional de los mismos que hicieron los terroristas tras un rápido adiestramiento. La subestimación de los servicios de
seguridad del Presidente Maduro ha sido un factor clave.

Un pésimo remake colombiano  

Toda la intervención de la Colombia obediente a los EEUU ha sido ascendente y ha intentado
repetir las acciones desestabilizadoras de la oposición en tiempos de Chávez.En un proceso sin fin han llegado los atentados mayores como la colocación de bombas, las concentraciones opositoras violentas tratando de repetir los esquemas del golpe mediático-militar y empresarial-sindical del
11 al 13 de abril de 2012 y sus sucesivas réplicas como las huelgas petrolera y empresarial
(centrada en las industrias alimentarias y de transportes); en la concentración sostenida de altos
cargos militares en la Plaza de Altamira, con la enorme presión sostenida en los cuarteles y el final trágico de una matanza programada anteriormente.

Finalmente  en los intentos de someter a un  “revocatorio ilegal” -con listas amañadas-, al
entonces presidente Chávez. Colombia sirvió entonces de refugio y asilo al presidente Carmona y a buena parte de los complotados en el golpe.

Retoques en el guión

Complementando todo eso, Colombia ha promovido y presentado medidas para la implantación de guerras que han llevado -o intentado llevar-, a Venezuela a la rendición total ante su propia
oligarquía capitalista, neocolonial y fascistizada; y a la entrega total del país y sus recursos
–fundamentalmente el petróleo, el coltan, el oro y las reservas de divisas en el extranjero, a los
intereses de Washington.  Nada nuevo. Esa ha sido la política colombiana desde el nacimiento de la República y la revolución bolivarianas.La élite del narcotráfico no cesa en su empeño.

La propia capital, Bogotá, está acosada por los inmensos problemas[ii], del crimen organizado y
de la droga. No podría ser de otra manera ya que el gran país consumidor de la cocaína está en los Estados Unidos

El diputado de la Asamblea Constituyente, Pedro Carreño,  ante las continuas y permanentes
acciones de guerra de todo tipo que ha protagonizado Colombia, ha detallado, fusil en bandolera, la naturaleza de la criminal y genocida de la guerra económica y del bloqueo y embargo,
convertido en vulgar saqueo y piratería: robo de petróleo, fondos en dólares, reservas de oro, bienes valorados en decenas de miles de dólares.

¿Quién es Pedro Carreño?

Pedro Carreño no es cualquier diputado de la Asamblea Constituyente, sabe muy bien ante quien habla, en este caso el canal privado de televisión Globovisión[iii], y tanto los sectores populares
venezolanos como colombianos le entienden perfectamente; y saben a quién se dirigen sus
palabras.

Sin complejo alguno, con la fuerza y la energía de los primeros capitanes de Hugo Chávez, los que se identificaron con el pueblo masacrado en “el Caracazo” y se sublevaron para echar a los
gobiernos responsables de aquella matanza.

Cuidando sus palabras para que se entiendan bien, el constituyente Pedro Carreño aseguró en
Globovisión que “si el Gobierno de Iván Duque en Colombia se llegara a atrever a realizar una
invasión militar contra Venezuela” las FARV llegarán hasta Bogotá y “clavarán la bandera venezolana en la capital neogranadina”. Asegurando con firmeza -ante un “presentador estrella”, que cada
vez estaba más nervioso  y que cumplía su papel de mentir por varios millones de dólares que
proporcionaba  la sección logística de Falsimedia.

El “presentador estrella” de Globovisión hizo todos los esfuerzos para robarle la palabra pero el ex capitán de Hugo Chávez se mantuvo durante toda la entrevista apegado a la verdad:”Tenemos las coordenadas del Palacio de Nariño, en 11 segundos un Sukhoi estaría en Bogotá”.

Ante una invasión militar de Colombia

Dispuesto a advertir a Washington que el intento de invadir a Venezuela desde Colombia, podría
revertirse sin dificultad alguna, Pedro Carreño advirtió[iv] que en ese caso las FARV “tomará el
control de Bogotá” (…) antes de que el ejército colombiano llegue a Maracaibo o a San Cristóbal”.

Para apuntalar sus palabras, y dirigirlas al enemigo concreto, el militar Carreño aseguró que:
“A Colombia la atraviesa un río de lado a lado, basta con buscar en internet para saber qué
puentes lo atraviesan, ya nuestros Sukhoi lo tienen, nuestras piezas de artillería. En 11 segundos
un Sukhoi está en Bogotá, tenemos las coordenadas del palacio de ‘Nariño’, las del lugar donde vive la oligarquía”

El Gobierno caerá en Colombia, no en Venezuela

De hecho, ante esta guerra entre vecinos, alentada desde siempre por los Estados Unidos en
beneficio propio, es muy posible que el país en el que una guerra tenga el efecto inmediato de la
caída del gobierno y el cambio de poder, sea Colombia, no Venezuela.Previsiblemente el río al que se refiere Carreño es el Magdalena.

Revisen los lectores en Internet como aconseja Pedro Carreño y advertirán que la guerra contra
Colombia pedida a gritos por la oligarquía cafetera de ese país, que ha sobrevivido gracias al Plan Colombia, a la presencia protectora del paramilitarismo, a los “falsos positivos” y a la presencia
de las bases e instalaciones y bases militares de los Estados Unidos, terminará, pese a los
esfuerzos de Iván Duque, en una derrota de Colombia con el estallido de la revolución es ese país, y en la frustración total de Washington agobiado por la guerra en varios frentes que le están estallando al mismo tiempo y por la incapacidad absoluta de derrotar a Venezuela.

Venezuela centro estratégico del nuevo “Eje Continental”

Efectivamente, Venezuela tomará el control de Bogotá clavará su bandera en la capital
colombiana. Las FANB tendrán también la responsabilidad de ·clavar esa bandera en Aruba y
Curazao si estos países “permiten la instalación sobre sus aguas de portaviones estadounidenses para ayudar a la agresión militar contra Venezuela” y para liberar a sus pueblos: “No es posible
que a estas alturas sean colonia de Holanda”.

Es una advertencia directa a los países colonialistas de la OTAN que amenazan a todas las colonias o neocolonias en América Latina, en África y en el Gran Oriente Medio.Es también un intercambio
de miradas cómplices con los aliados de Venezuela: Rusia, China, Irán, Turquía, Corea y una
llamada a la rebelión en todos los pueblos del “Eje continental” en América Latina.

La única política de paz posible

Es la única política de paz posible tal como han señalado reiteradamente Nicolás Maduro y sus
Ministros del Poder Popular para la Información y la Comunicación, Jorge Rodríguez; y del Ministro para las Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza. Ellos han demostrado la absoluta complicidad de
Colombia en todos los planes de desestabilización, de invasión, de guerra económica, de guerra
terrorista, de guerra diplomática, de golpe de estado, de guerra híbrida y de guerra asimétrica que sufre Venezuela y de todos los equipos que han trabajado en ellas con la financiación lejana de los Estados Unidos y la próxima de Colombia.

Los equipos encargados de organizar las matanzas de la cúpula política, militar y civil, y de los
dirigentes sociales, subsiguientes a los golpes de estado han operado también desde Colombia
así como los subgrupos encargados de conectar y confirmar las acciones terroristas y golpistas con los instrumentos operativos manejados directamente por los Jinetes del Apocalipsis y de forma
continua, á golpe de redes sociales por el presidente Trump.

Carreño, que ha ocupado todos los puestos posibles en la dirección operativa de la revolución
bolivariana tanto en tiempos de Hugo Chávez como en la de Nicolás Maduro recuerda también es sus palabras y en sus hechos la imperiosa necesidad que tienen los antiguos capitanes de Chávez y constituyentes de Maduro, de asumir las responsabilidades políticas y militares de la revolución bolivariana y las que le corresponden según el papel estratégico central que a nivel internacional
tiene la Venezuela socialista.

El plan criminal anunciado por la revista Semana

El constituyente Carreño denunció que Colombia había utilizado un instrumento de la
organización mediática colombiana para criminalizar, satanizar y desprestigiar al pueblo y al
Gobierno venezolano a sus instituciones y a la revolución bolivariana, como parte de un plan para crear las condiciones de una intervención. Ese Plan, incluye a los militares desertores, tal como
había documentado hace pocas semanas el ministro Jorge Rodríguez.

«Sobre Venezuela se cierne un perverso, macabro y criminal plan para satanizar y criminalizar y al gobierno de manera tal para generar las condiciones que permitan una escalada de agresiones
que terminen con el control total del territorio y Colombia cual capín de América queriendo matar a sus hermanos se ha prestado para volverse un portaviones de los Estados Unidos para que se hagan ataques directos a Venezuela y no de manera ruin como lo hace esta revista”

Gina Haspel entra en escena

Ampliando los detalles, el general y actual constituyente, Pedro Carreño, afirma que el plan fue
diseñado por la actual directora de la CIA, Gina Haspel, de papel sobradamente conocido en la
secuencia de torturas en Irak, durante las sesiones en la cárcel de Abu Ghraib.

Poco peso real para Trump (añade el autor de este artículo), ya que se aquellos hechos se salen
fuera de la memoria temporal que nos permite el acceso a Internet.El antiguo oficial de confianza de Hugo Chávez, Pedro Carreño añade que Iván Duque recibió un informe falso para que realice
su misión según los planes de la CIA. Es posible (añado yo de nuevo) que tal informe haya sido
entregado a Bachelet para abrir de nuevo el campo diplomático de acuerdo con los intereses de
Washington.

Según información muy resumida de La Iguana TV, ampliada un poco en este artículo, las
intervenciones directas de Colombia contra Venezuela, en esta última guerra contra la revolución bolivariana -en época de Nicolás Maduro- han sido las siguientes:

Guerra diplomática en la OEA y el Grupo de Lima.

Tal guerra en la OEA, se ha desarrollado con la aceptación de los delegados de Guaidó, después
del abandono de la organización venezolana anunciada previamente por Venezuela[v].La guerra
sucia realizada por esta organización: “Ministerio de las colonias de los EEUU” (según la bautizó
Fidel Castro) ha sido aprovechada por Estados Unidos para proponer, de manera ilegal la
activación del TIAR, otra barbaridad jurídica y democrática que pone de manifiesto la cadena de
vinculaciones coloniales al poder imperial que todavía actúan en América Latina y (con función
de apoyo diplomático, mediático y de aparato militar, si hace falta, algunos países de la UE).

España, por ejemplo: -en sus dos versiones de gobierno- como “cabeza de serie” indiscutible.En
cuanto al Grupo de Lima, creado a instancias de Michelle Bachelet, según las directrices de la CIA, Colombia ha sido uno de los miembros más activos en la activación de todos los campos posibles de la guerra contra Venezuela.–Intentos de asesinato de MaduroTodos ellos llegaron precedidos de procesos de generación de violencia armada cuyo principal exponente es la actuación de
“guarimbas”, con decenas de muertos, indiscriminados y cientos de heridos.

La aplicación sistemática y la generalización del terror, es siempre una práctica planeada y
organizada de una manera muy precisa. Con frecuencia viene precedida de una preparación
mediática vinculada a la actuación de Falsimedia como conjunto “orgánico” y “funcional” de casi
la totalidad de los medios de comunicación social.

Los reclamos al asesinato del presidente Nicolás Maduro, han sido continuos. Buena parte de ellos han tenido el efecto de un detonador informativo con explosión inicial en Colombia.

Cruce de los puentes e intervenciones de los paramilitares.

La presencia de los presidentes de Colombia y de Chile en la promoción de los sucesivos días “D”
fueron fundamentales para producir un impacto mediático. El fracaso de cada uno de ellos tuvo
un efecto rebote.

Así ocurrió con la entrada de material “humanitario”, anunciado cono alimentos y medicinas y
precedido por una fiesta por la Libertad. La evidencia del control de la fiesta por un empresario
vinculado a la mafia anticubana de Miami, con unos artistas en su mayoría propuestos por
narcotraficantes, fue demasiado.

Más tarde llegarían los desacuerdos en el reparto del botín entre los pocos militares desertores y
su abandono por parte de los políticos colombianos.La carga “humanitaria” resultó ser unas
cuantas cajas de raciones de combate y material de guerra para los paramilitares colombianos
metidos en la tarea.

Se produjeron algunas infiltraciones bajo el puente viejo y ataques a municipios sofocados
inmediatamente por las unidades especiales de las FARV y por la milicia bolivariana.
A partir de entonces, el presidente colombiano, que quedó en ridículo ante el despliegue de
medios internacionales.

Los días “D” acabaron aburriendo a los ciudadanos y ciudadanas de Venezuela.

Adiestramiento de golpistas 

Fundamentalmente en el segundo de los golpes, en el que se intentó, sin éxito alguno, la
concentración de unidades militares en las proximidades de la Plaza de Altamira y el ataque al
aeropuerto más próximo.

El único éxito, que se convirtió más tarde en derrota, fue la excarcelación de Leopoldo López
-antiguo “guarimbero” contra Chávez- que escapó de cárcel y buscó refugio en la embajada de
España en dónde una unidad militar española se dedicó a hacerle un túnel para facilitar su huida.
La familia y la oposición venezolana golpista continúa comprando pisos de lujo en Madrid, bajo
protección policial de la entonces alcaldesa Carmena quién permitía sus manifestaciones y
disolvía a porrazos a los grupos de solidaridad con Venezuela.

-En la presentación pública de las últimas conspiraciones golpistas que realizó el Ministro Jorge
Rodríguez, se presentaron diversos documentos y grabaciones de vídeo y sonoras en las que se
perfilaba un organigrama operativo que permitía reproducir con facilidad los componentes de
un nuevo golpe. En estas reuniones se anunciaba entre conspiradores la organización de un
operativo suficiente para “echar abajo” los Sukhoi, claves de la defensa aérea antimisiles y de
combate; y terrestre antimisiles, de Venezuela.

No solo eso, militares en activo, oficiales de baja graduación, y grupos de militares retirados con
residencia en Colombia y contactos dobles: con el paramilitarismo colombiano y con la CIA,
desestimaban al golpismo civil y organizaban un golpe seguido de una matanza de dirigentes y
militantes chavistas, militares leales al Presidente Maduro y funcionarios del Gobierno[vi]

Ataques a las instituciones del gobierno, y elementos estructurales de las misiones. Fundamentalmente transporte, vivienda, sistema de salud y de educación. Ataque a hospitales, guarderías.–

Participación en los apagones y apoyo a la guerra económica

En estos frentes la oposición perdió el poco prestigio que tenía ante el pueblo venezolano. La
división en clases sociales en lucha se puso de manifiesto. En las zonas populares de Caracas,
Guaidó, evidentemente vinculado a la oligarquía venezolana, al fascismo y al imperialismo de
Estados Unidos tuvo que salir de estampida de los barrios populares en los que su caravana de
coches que formaba el suyo con los escoltas fue localizado y apedreado por los comités de barrio y las agrupaciones de vecinos.

16 septiembre de 2019

 http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/09/18/colombia-una-guerra-perdidaun-desastre-mas-para-trump/ResponderResponder a todosReenviar