LABORISMO, DOCTRINA Y PRAXIS


Refundar la Era Vargas es dar al país una alternativa de futuro.

Paulo Cannabrava Filho

Laborismo es una doctrina y el Getulismo es su práctica. Como dotrina está explícita en la obra de Alberto Pasqualini, que fue el inspirador, en los discursos de Vargas, João Goulart, Darcy Ribeiro, Leonel Brizolla, Juscelino Kubistchek. Sin embargo, ocurre que nadie ha sistematizado eso. Quién quiera profundizarse en el laborismo hay que empezar con los discursos de sus próceres.

Leonel Brizola, además de los discursos y entrevistas publicaba una columna en un periódico. Recuerdo en un debate entre candidatos, Fernando Henrique ha dicho que los CIEPS era una buena idea, pero muy caros. Caro es la ignorancia, respondió el ingeniero que desde que fue alcalde en Porto Alegre, gobernador de Rio Grande do Sul y de Rio de Janeiro, además de deputado federal, su mayor empeño era para con los niños. Ningún niño fuera de la escuela, la buena escuela de tiempo integral

Darcy Ribeiro, como antropólogo, dejó una extensa obra en la que se destaca “O Povo Brasileiro”, que debería ser lectura obligatoria para toda la juventud en las escuelas. Cuando fue senador de la República aprovechó el presupuesto que tenía para gastar en comunicación para editar una revista de alto nivel teórico en la discusión de los problemas nacionales. Moniz Bandeira y Theotônio dos Santos también legaron extensa obra que hace parte del ideario laborista.

La buena escuela es la pensado por Anísio Teixeira, Darcy Ribeiro y Paulo Freire. Esos tres grandes maestros se complementan. Anísio y Darcy se juntaron en el Consejo Nacional de Educación y en el gobierno de João Goulart han creado la Universidad de Brasília, para ser modelo de la universidad necesaria. Antes, Anísio, ha creado el concepto de Escuela Base, escuela de tempo integral, que ha sido la escuela que funcionó en Brasília por décadas hasta ser desestructurada por los gobiernos neoliberales.

Kubistchek era del Partido Social Democrático (PSD), fue electo en alianza con el Partido Trabalhista Brasilero (PTB), teniendo como vice João Goulart. Su gobierno ha ejecutado el Plan de Metas, que pretendía realizar 50 años en 5, y fue quién construyó Brasília, realmente un fenómeno se consideramos el tiempo en que fue construida para ser la capital federal. Los discursos de Kubistchek (JK) se encajan perfectamente en la doctrina laborista. Pensando en la integración latinoamericana propuso la Operación Panamericana, que fue saboteada por Estados Unidos al lanzar la Alianza para el Progreso.

Getúlio Vargas iniciaba muchos de sus discursos con la frase “!Trabajadores de Brasil!” Su idea era tener los trabajadores organizados en sindicatos para ejercer el poder, inspirado no que fuera el laborismo en Inglaterra. Para que el país creciera precisaba de proyecto y de cuadros. Para eso sombró escuela por todo el país. Escuela Normal para formar profesores; Escuela Parque para los niños chicos e Grupo Escolar para la enseñanza básica, y Colegios para la enseñanza media que era referencia por la calidad de la enseñanza.  

En los años 1950, habiendo vuelto al poder en los brazos del pueblo, Vargas entendió que el capitalismo, hegemonizado por el imperialismo de Estados Unidos era el principal obstáculo al desarrollo y pasó a predicar el socialismo, es decir, a entender el laborismo como el camino hacia el socialismo. ¿Qué socialismo era ese? Es el de la socialdemocracia de la Internacional Socialista que estaba a promover el Estado de Bienestar Social en casi toda Europa.

João Goulart como ministro del Trabajo de Vargas hacía el puente con el movimiento sindical que en la época tenía una presencia muy fuerte del Partido Comunista Brasileiro. Laborismo e comunismo disputaban el control de los sindicatos y actuaban en alianza en las cuestiones de interés nacional o de clase.

En agosto de 1954 Vargas “deja la vida para entrar en la historia” y detiene el golpe de la derecha con los militares. En la elección siguiente, de 1955. Goulart fue elegido vicepresidente, con JK del PSD, presidente. En la época el voto era separado para presidente y vice. En la elección siguiente, Goulart volvió a ser electo vice, ahora con Jânio Quadros, apoyado por la União Democrático Nacional (UDN) y la derecha proimperialista.

En agosto de 1961, a los nueve meses de mandato, Jânio renunció; los militares acreditaron que era hora de asumir el poder e intentaron impedir la toma de posesión de Goulart, el vice electo. La nación vivió uno de los momentos más bellos de su historia, que fue el Movimiento por la Legalidad, liderado por Leonel Brizola, que ha entusiasmado el pueblo e ha garantido la toma de posesión de Goulart.

Goulart se propuso a realizar las reformas de base necesarias con destaque a la reforma agraria. “Reforma Agraria en la Ley o en la Marra”, gritaba Francisco Julião en el Nordeste, líder das Ligas Campesinas. En el histórico mitin en frente a la Central do Brasil, Goulart decreta a reforma agraria expropiando tierras de los gamonales.

Lo que fue la participación de Estados Unidos en el golpe que articuló las empresas transnacionales con los militares golpistas está largamente documentado y definitivamente probado en el documentario de  Camilo Tavares, “O Dia que Durou 21 Anos”, en que sobran documentos y palabras proferidas pelo principales actores de la Casa Blanca. El documentario fue inspirado por su padre, el periodista Flávio Tavares.

En los años 1980, cumpliendo mandato otorgado por el Encuentro de Lisboa, Leonel Brizola asume la tarea de liderar la reconstrucción del PTB, explícitamente teniendo el laborismo como vía para el socialismo. Fue un encuentro de trabalhistas del Brasil con laboristas y militantes de las diversas agrupaciones de izquierda en junio de 1979.

Es interesante que del Encuentro de Lisboa han participado jóvenes que habían abandonado la lucha armada y buscaban caminos que significaran una continuidad del proceso histórico, de las luchas populares y de la organización de los trabajadores. En otras palabras, reconstruir el laborismo, era el destino histórico, era la retomada del proceso iniciado por Vargas en 1930, impulsado por él en los años 1950 y seguido en el pensamiento y acción de próceres que como Brizola daban continuidad  al proceso.

Brizola vuelve al país después de la amnistía de 1979 como uno das vicepresidencias de la Internacional Socialista, apoyado em su proyecto por líderes como Willy Brandt y Mario Soares.

En un golpe orquestado por el o general Golbery do Couto e Silva, eminencia gris del entonces presidente, general Figueiredo, le fue negado el registro del partido, dando la sigla para oportunistas. En tal circunstancia nace como alternativa el Partido Democrático Trabalhista (PDT), teniendo como ideario el laborismo entendido como camino para el socialismo.

La conjuntura era favorable, Brizola se candidata tres veces a la presidencia de la República, el único candidato con un proyecto de Brasil, pero no logra unir los votos de las trabajadores, divididos por un “nuevo” sindicalismo que, bajo influencia de intelectuales como Fernando Henrique Cardoso y Francisco Wefort, se empeñaban en demonizar el laborismo.

La palabra de orden era “acabar con la era Vargas”. E contra Brizola se mueven los mecanismos y la inteligencia del imperialismo sabiendo que el ingeniero gaucho era el principal enemigo a ser derrotado a cualquier costo.

La muerte de los líderes que como Darcy Ribeiro, Neiva Moreira, Doutel de Andrade y Leonel Brizola, entre tantos, de un lado, que llevo a apropiación de la legenda por oportunistas,  y de otro lado, el crecimiento del Partido de los Trabajadores (PT) como una alternativa laborista, prácticamente liquidan con el proyecto del PDT como alternativa trabalhista para el socialismo.

Esa es la cuestión que se coloca para el PT en ese momento del proceso histórico. La crítica está centrada en que le falta al partido un proyecto de país, una estrategia de desenvolvimiento. Cabe al partido hacer la autocrítica en la teoría y en la práctica  y como alternativa laborista retomar el filo de la historia, rescatando los próceres  del laborismo y el proyecto getulista desarrollista.

Refundar la Era Vargas es dar al país una alternativa de futuro.

Lejos de significar vuelta al pasado, es sencillamente la retomada de un proceso que ha dado cierto y que ha garantido la existencia del país, sobreviviendo a más de cuatro décadas de neoliberalismo. Cuatro décadas de desindustrialización, desnacionalización, desestructuración del Estado, desreglamentación, precarización, desempleo, deseducación, dictadura de pensamiento único impuesto por el capital financiero.

 Es largo o camino a ser trillado. Pero queda fácil cuando se tiene solidez en el pensamiento y en la acción. El trabajo principal es la concienciación a través del pensamiento de nuestros próceres, de nuestros héroes que dieron la vida por la liberación nacional.