BRASIL. LULA SE IMPONE

Diplomado de Lula aparta el peligro de una tercera vuelta

Militares inconformados siguen em campaña electoral

Paulo Cannabrava Filho

El diplomado de Lula como presidente de la República, el 12 de diciembre de 2022, ciertamente alejó el peligro de una tercera vuelta electoral que el gobierno Bolsonaro (léase gobierno de los militares) pretendía imponer a la Nación, pero no arreció los ánimos de la turba de agitadores por una simple razón: la campaña continúa.

Después de la campaña electoral que los llevó al poder en 2018, los militares pasaron los últimos cuatro años realizando más actos de campaña que actos de gobierno. A bien de la verdad, actos de guerra psicológica, tales como descritos en los manuales del estado mayor de las fuerzas armadas. He denunciado eso em reportaje publicada en Diálogos do Sul en 18/10/22[i].

Planearon por cerca de diez años la captura del poder que alcanzaron a través de una operación de inteligencia y tenían como objetivo explícito permanecer en el poder por lo menos treinta años “necesarios para arreglar al país”.

Por eso la frustración, el inconformismo explícito entre los militares y sus allegados. Tenían certeza de que lo planeado se cumpliría. Tenían dinero, la máquina pública, todo para que resultara.

Frustración también entre los dueños del dinero, sorprendidos con la incompetencia como gestores y la ganancia con que se adueñaron del dinero público, además de estar a llevar al país a la situación de caos, que a nadie favorece.

Lo que hubo en octubre de 2022 no ha sido una elección tradicional, disputa entre partidos políticos por el poder. Lo que realmente ocurrió en octubre ha sido un episodio más de una extensa guerra que se viene librando contra el pueblo. Guerra Cultural, Guerra Hibrida, Guerra Económica, Guerra Psicológica, Ciberguerra, acciones por todos los medios, comandadas por Washington con el fin de extender y mantener la hegemonía del imperialismo sobre las naciones de Nuestra América.

Para tener un marco, se puede considerar que esa guerra viene siendo deflagrada desde 1980, año del Consenso de Washington.  A partir de eso, pasa a vigorar una verdadera dictadura del pensamiento único, impuesto por el capital financiero, teniendo la cartilla del Consenso de Washington como modelo de gestión económica, acogida como oficial por el FMI y Banco Mundial.

Los presidentes, Collor de Mello y Henrique Cardoso, realizaron la hazaña de implantar el modelo. Lula y Dilma en secuencia hicieron la mejor gestión del neoliberalismo al incorporar el pobre en el presupuesto de la Nación.

Cuando Lula, junto con empresarios, pretendió utilizar las riquezas minerales y la Petrobras como inductores del desarrollo, vinieron los asesinos económicos y acabaron con la fiesta. Diferente del golpe de estado militar, utilizaron del sistema judicial (lawfare) y, claro que también los militares desde hace más tiempo cooptados. Jueces y fiscales actuaron mancomunadamente, orientados por el Departamento de Justicia y la CIA de los Estados Unidos, procesaron y encarcelaron a Lula para mantenerlo fuera del proceso electoral, destruyeron las más grandes empresas de ingeniería y construcción, entregaron el petróleo del pre-sal a las transnacionales.

Los años 1980 son emblemáticos porque marcan también el fin del período de dictadura militar entreguista iniciada en 1964 y que va hasta 1985, y el regreso de los civiles al gobierno. Los militares salieron del gobierno, pero no salieron de escena.

Fundados en el hecho de haber sido ellos mismos los protagonistas de la transición, trataron luego de organizarse para el retorno al poder.

En el Club Militar, oficiales retirados, pasaron a actuar como un partido político y divulgar declaraciones incitando al golpe. Años seguidos haciendo proselitismo político golpista impunemente, a pesar de ser prohibida la participación de militares en la política. Decían que si ganara Lula habría golpe de estado, habría guerra civil, infundiendo miedo.

Paralelamente, en el seno de las fuerzas armadas, los oficiales estrecharon los vínculos con Estados Unidos, una promiscuidad “legalizada” con el Acuerdo Dilma-Obama de Cooperación Militar, que culminó con la entrega de la Base Aeroespacial de Alcântara y, verdadero estupro a la soberanía nacional, con la integración de oficiales del estado mayor en el comando sur de los Estados Unidos.

En otro escenario, poco más de una decena de oficiales que participaron de misiones de paz de la ONU, bajo comando de los Estados Unidos, con destaque para la Minustah, pasan a actual como grupo organizado y van comandar la operación de inteligencia para la captura del poder en 2018.  En 2011 el entonces diputado federal, capitán retirado, Jair Bolsonaro, visitaba academias militares y era presentado como candidato de salvación nacional y aclamado como mito.

¿Capturar el poder, para qué?

Quedó claro que querían el poder por el poder. Primero para llenarse hasta hartarse de dinero, recibiendo dos ingresos de una misma fuente (Tesoro Nacional), el sueldo de militar y el salario correspondiente al cargo administrativo, lo que es ilegal, además de otros ingresos frutos de corrupción. Segundo, para consumar el desmonte del Estado, el saqueo y la sumisión al imperialismo. Transformaron el país en una colonia de quinta categoría, protegida por tropas pretorianas, las fuerzas armadas nacionales.

Otro componente activo en esa guerra cultural son las iglesias pentecostales y neo pentecostales con origen en Estados Unidos que aquí aportaron con la estrategia de captura del poder del Estado. De un lado acogiendo y empoderando populaciones marginalizadas y abandonadas por el Estado y por los partidos políticos; de otro, imponiendo una visión de mundo con dos caras, cielo e infierno, bien y el mal que tiene que ser combatido.

Con estrategia de transformar el país, en las próximas décadas, en la mayor teocracia evangélica del mundo. Están infiltrados en todas las esferas de poder, participan en casi todos los partidos políticos y tienen su propio partido, Republicanos, ligado a la Iglesia Universal del Reino de Dios, del obispo Edir Macedo, que consta en la revista Forbes entre los más ricos del planeta. En esa lista están los cinco obispos de las principales denominaciones evangélicas. En el Congreso, la Bancada de la Biblia, que tenía 112 diputados en la legislatura pasada, en esta que se inicia suman 132, y los senadores aumentaron de 11 para 14.

Disponen de mucho dinero, quitado a los fieles, y poderosos medios de comunicación. Describo esa estrategia de poder pormenorizadamente en mi libro A Nova Roma – Como Estados Unidos utilizando a religião construiram um imperio com sede em Washington -Editora Appris, 2022.

Ambos proyectos de poder -de los militares y de los evangélicos- se juntaron en la operación de inteligencia que llevó a la ocupación del gobierno por los militares en 2018. Nueve mil militares ocupando puestos en la administración pública, con doble sueldo, una verdadera ocupación y evidente desviación de función, contrariando la Constitución y los códigos militares.

El general Hamilton Mourão, que era vicepresidente de la República, ahora es senador electo por el Rio Grande do Sul, en artículo publicado en el diario conservador Estado de S.Paulo (14/12/22), da el tono para la orquestra tocar la marcha de la oposición y seguir el camino de la desestabilización. “Perder, hizo hervir el sentimiento de injusticia e indignación” … “los jueces del Supremo Tribunal y del Tribunal Electoral extrapolan atribuciones constitucionales al mandar prender o amonestar los que se manifiestan contrarios”.

Los manifestantes que ocupan las calles están fuera de la Ley, y saben de eso. Lula, reiterado por su ministro de Justicia, jurista y ex gobernador Flávio Dino, ahora senador por Maranhão, dice que la Ley será aplicada, duela a quien duela. Los que han cometido crímenes serán juzgados y punidos. En este Brasil del imposible cabe preguntar:

¿Quiénes van a juzgar? ¿quiénes van a punir?

La soberanía jurídica ha sido vilipendiada por el imperio que utilizó el sistema judicial para alcanzar sus objetivos de capturar el poder. He aquí otra de las más graves cuestiones a resolver por la sociedad civil que ahora retorna al poder: Imponer Seguridad Jurídica. Sin Seguridad Jurídica no se gobierna, no hay desarrollo ni democracia posible.

¿Quiénes son los que ocupan las calles delante de los cuarteles?

Algunos no saben lo que hacen o están por un plato de comida; otros son familias de esos nueve mil usurpadores que no quieren perder el puesto y por eso piden intervención de las fuerzas armadas.

Apuntamos algunos de los principales y más difíciles problemas de la actual transición de un gobierno militar, con base social y religiosa, para la sociedad civil cuyo Estado debe ser laico, según la Constitución. Pero una transición que por ser otra vez conducida por los militares puede no resultar.

Ahora, la cuestión crucial que se plantea es si la nación seguirá siendo colonia o vamos por el camino de la liberación nacional.

Recuperar el poder de decisión en todos los aspectos y en todas las áreas, he la cuestión.

Recuperar el poder de decisión, principalmente en la economía, y resolver tanto la cuestión militar como la cuestión religiosa, el mayor desafío para Lula y su gobierno de coalición.

Muy heterogéneo el frente amplio que aseguró la victoria. Es poderosa, sin embargo no logra imponerse sobre el poder del presidente de la Cámara, Artur Lira, que con sus pares manejan el Presupuesto Secreto, y mandan en el Centrão – agrupamiento de fisiológicos y corruptos.

¿Cómo será la relación con el nuevo Congreso que empieza a funcionar en marzo y cuya composición es aún peor que la que termina?

La composición de fuerza desigual solo podrá ser compensada con presión social. Por eso es fundamental a todas las organizaciones democráticas y principalmente de izquierda, retomar la línea de masas, llevar la verdad al pueblo en todas las partes y en todos los momentos y encarar que la lucha es de liberación nacional. Sin en foco en el enemigo principal se estará dando murros en punta de cuchillo.  

Paulo Cannabrava Filho, periodista latinoamericano editor de la revista virtual Diálogos do Sul


[i] https://dialogosdosul.operamundi.uol.com.br/questao-militar/77201/cannabrava-campanha-eleitoral-utiliza-manual-de-guerra-psicologica-para-promover-o-caos