CENTRO DE ESTUDIOS DEMOCRACIA, INDEPENDENCIA Y SOBERANIA
Cedis
¡AFIRMAR LA UNIDAD. ENFRENTAR AL FASCISMO!
Las lecciones que nos proporciona el escenario político nacional se pueden resumir en las dos consignas que encabezan nuestro llamamiento. Se trata, en efecto, de afirmar la unidad, y enfrentar la ofensiva del fascismo que no da tregua y que busca retrotraer la historia para que el Perú vuelva a los tiempos de antaño, en los que era un simple campo en el que las pequeñas camarillas oligárquico-feudales hacían de las suyas esquilmando a todo el pueblo.
Cuando interpeló al ministro Iber Maraví y se acosó en ese marco al Gabinete Bellido, los grandes medios arguyeron que se trataba de un legítimo rechazo a un Consejo de ministros “heterogéneo y poco apto” para gobernar.
Cuando ese “cargo” fue superado con la designación del Gabinete Vásquez, bastante más homogéneo y por tanto mejor calificado, se pensó que podría atenuarse la campaña reaccionaria orientada a desestabilizar al país. Eso, sin embargo, no ha ocurrido. Hoy, como antes, la ofensiva ultraderechista se orienta a cuestionar uno por uno a los ministros del nuevo equipo de gobierno. Comenzó con el titular del Interior, Luis Barranzuela. Y ahora continúa con el ministro de educación, Carlos Gallardo Gómez. Pero en la fila, asoma ya la titular de Cultura, Gisela Ortiz, a la que el congresista Montoya acusa, sin fundamento alguno, de “terrorista”. Luego, vendrán otros.
Si hipotéticamente el Ejecutivo “cediera” a las demandas de la oposición y retirara a estos altos funcionarios de sus cargos, habría nuevos acusados, y los motivos serían idénticos. Porque no son la razón de la queja de los áulicos de la reacción. Lo que los quieren, es derribar al Presidente Castillo, y acabar con el Gobierno Popular elegido en junio pasado por la mayoría ciudadanas.
En el fondo, ocurre que no toleran otro gobierno que no sea el suyo. Y eso no sucede por un capricho político; sino porque buscan defender y proteger los intereses del Gran Capital y las Corporaciones a las que representan. Porque así ocurre, se niegan a derogar y aún modificar la Constitución del Estado, a revisar y renegociar contratos petroleros y gasíferos, y a poner límites racionales a la explotación minera para que no dañe el medio ambiente y la bio diversidad.
La reacción quiere carta blanca para que las grandes empresas operen a su antojo y se lleven al exterior todos nuestros recursos naturales. Que nadie pongan en riesgo sus inversiones ni sus ganancias, que no se alteren los términos de los contratos leoninos que ellos impusieron con la complicidad de gobiernos al servicio de los monopolios. Para esa caterva, lo que importa son las ganancias del capital, y no los intereses del país.
Y en el empeño por protegerlas luchan denodadamente por debilitar al gobierno y dividir a las fuerzas que lo respaldan. Objetivamente se puede decir que, con esta política, han ganado algunos puntos logrando meter una cuña entre Pedro Castillo y Vladimir Cerrón, y alejando al Gobierno, del Partido Perú Libre.
HAY QUE MANTENER LA UNIDAD
Vladimir Cerrón y el núcleo dirigente de PL ha expresado su rechazo al nuevo Gabinete, al que ha calificado de “reformista” y “caviar”, condenando presuntos vínculos entre algunos de sus integrantes, y ciertas ONGs a las que juzgan “sospechosamente financiadas”. En esa línea, algunos medios de prensa –como se sienten tentados a ocuparse de “los caviares” e incluso atacarlos, considerándolos infundadamente como “enemigos” del proceso en marcha.
En verdad, el cuestionamiento señalado se reduce a personas. Y es que no hubo una “hoja de ruta” por parte del Presidente Castillo, ni un “acuerdo” con nadie para cambiar el rumbo del Gobierno. Las pocas alusiones en torno al tema, se han referido a la lucha por una nueva Constitución y a la revisión de los contratos del Gas. Pero en ambos temas la posición del gobierno se ha mantenido en lo fundamental invariable.
Pareciera sin embargo que hay quienes creen que una nueva Constitución deriva apenas de un acto, y que éste depende tan sólo de la voluntad de una persona o un pequeño grupo de ellas. Y esto, no es así. Se trata de un proceso que ya se ha iniciado dese la base misma de la sociedad y que se irá desarrollando sin lugar a la “inmediatez” que algunos demandan.
De por medio habrá un amplio debate referido a los temas constitucionales, la elaboración de propuestas, la aplicación de un Referendo que podría ocurrir en paralelo a las elecciones regionales y municipales del 2022 y luego la creación de condiciones para la elección de una Constituyente. Luego, comenzará una segunda etapa, no menos compleja y difícil, hasta vertebrar un nuevo texto Constitucional que deberá ser también consultado a la ciudadanía. La experiencia que hoy vive Chile en torno a la materia, podría ser un poco el ejemplo de lo que espera al Perú en el tema.
Algo similar habrá de ocurrir en torno a la renegociación de los contratos del Gas o el Petróleo. No basta, en la materia, la voluntad del gobierno. La experiencia boliviana es también un derrotero. Entre que el Presidente Morales ´planteó la necesidad de una renegociación de contratos mineros, y que esto fue posible, trascurrió un periodo largo. En ambos proceso, el factor decisivo siempre fue la correlación de fuerzas existente en la sociedad, es decir, el peso de las fuerzas progresistas, sobre las conservadoras. Y eso también aquí constituye un factor clave.
Lo objetivo es que en cualquier circunstancia, la ultra derecha fascista habrá de asumir una posición golpista. Hablase de la Constitución o del Gas, del Petróleo, o de los medios de comunicación, de las libertades púbicas o de la actividad parlamentaria, la reacción de las fuerzas adversarias, será la misma. Enfrentarse, confrontar y obstruir. No tienen otro propósito. Por eso mismo la tarea es no confundir al pueblo, ni debilitar al gobierno. Es, cerrar filas en torno a él.
Los Ministros del Gabinete Vásquez no son personas que se “acercaron” al gobierno recientemente. No forman parte de una estructura política contraria que “pactó” con PL en las últimas semanas. Se trata de compañeros que dieron la batalla por Castillo y que alcanzaron la victoria en junio pasado. No es igual, lo ocurrido en este caso, con hechos del pasado.
Cuando Ollanta Humala se alejó de las fuerzas de izquierda a las que había convocado el 2011, designó un equipo ministerial de signo distinto. Y por eso pudo decir a sus nuevos ministros, “ustedes no votaron por mí en las elecciones”. Y claro, ellos habían votado por Keiko Fujimori. En este caso, todos los nuevos ministros apoyaron a Castillo. Hoy, todos los que se mueven en torno al Gobierno Popular, asoman como tripulantes de un mismo barco. Si ese barco naufraga, se ahogarán todos los que van a bordo. Ninguno podrá disponer de un salvavidas que lo ponga a buen recaudo. Es urgente, entonces, que todos ayudemos a salvar al barco y a su tripulación. El enemigo no está entre los pasajeros ni tripulantes. Ni siquiera al costado. El enemigo está al frente. Y a ese, hay que abatirlo antes que nos cause un daño irreparable
La unidad -lo hemos dicho antes- no es sólo un fin en sí mismo. Es también una herramienta que nos habrá de servir como instrumento decisivo para alcanzar otros fines. Con la unidad será posible recorrer un camino complejo y difícil e incluso prolongado. La victoria, no está “a la vuelta de la esquina”, ni caerá como una fruta madura. Costará un trabajo inmenso, y enormes sacrificios. No podremos, para lograrla, darnos el lujo de prescindir de aliados. Los necesitamos a todos, aunque sean precarios, inconsistentes o aun dubitativos. Lo importante, es que estén a nuestro lado, y que no se vayan a engrosar las flas de nuestros enemigos. En política, tener aliados, es esencial.
Los problemas a enfrentar, están planteados. La crisis surgida en Las Bambas, y luego en el sur de Ayacucho, es sólo un señuelo de lo que está ocurriendo en el país. Y demanda iniciativas y soluciones a un gobierno que la ciudadanía considera de Izquierda y, por lo tanto, identificado con los intereses nacionales.
ENFRENTAR AL FASCISMO
La estrategia de la reacción es bastante clara; promueve la ingobernabilidad, para luego dar un zarpazo que derriba al gobierno. Para implementar su ofensiva, tiene abundantes recursos. Está en posibilidades reales de financiar una costosa campaña que nutra a sus fuerzas y que incluso gane aliados. Tiene en su poder los medios de comunicación tanto en la prensa escrita como en la televisión y radio. Cuenta con una mayoría parlamentaria dócil y corrupta, y con estructuras políticas a su servicio. Además, ha organizado estructuras de combate callejero que son agresivas y peligrosas. De hecho, se movilizan activamente y atacan a quienes no comparten su accionar sedicioso.
Siempre hay que considerar que el gran estratega de la reacción, es el Imperialismo. Más precisamente, el gobierno de los Estados Unidos, y los infinitos resortes de Poder que maneja a través de todos sus servicios y tentáculos. La Casa Blanca tiene no sólo una visión del Perú sino también una estrategia mundial de dominación que, en nuestro continente registra intereses marcados. Por eso busca atar a lo que considera “las administraciones locales” de cada país a su política exterior, signada por el rechazo a los intereses de los pueblos.
En nuestra Patria, y en relación al Proceso Peruano, desarrolla una doble política. Por un lado extiende la mano al Jefe del estado, al que busca mantenerlo en su redil. Por otro, presiona sobre todo desde el departamento de Estado y los vínculos militares con el Perú. Por eso maniobró para desplazar a Héctor Béjar de la Cancillería y al mismo tiempo puso en marcha maniobras bélicas con la Marina de Guerra y ratificó acuerdos militares con nuestro país. Le interesa asegurar su control sobre las instituciones castrenses también para usarlas en la protección de sus intereses.
Por ahora ha buscado marcar su territorio para que el Perú finalmente no normalice aún sus relaciones diplomáticas con Venezuela. Y recientemente, votó contra Nicaragua en el seno de la OEA haciendo eco a la grita de Washington contra la Patria de Rubén Darío. En las próximas semanas, con motivo de las elecciones en la tiera Sandinista y los comicios regionales en Venezuela, buscará redoblar sus mecanismos de presión para asegurar una conducta hostil de la Cancillería Peruana con relación a nuestros hermanos del Proceso Emancipador Latinoamericano.
Por todo eso, es urgente enfrentar al fascismo redivivo en nuestro suelo. No hay que permitirle accionar, ni aceptar que nos gane la calle, n que tenga más iniciativa de acción que las fuerzas progresistas de nuestra Patria. Por eso es también muy importa construir la Unidad más amplia. Hay que aislar al enemigo y derrotarlo. Y eso pasa por ganar aliados y mantenerlos a nuestro lado, para fortalecer la causa del progreso y la liberación social.
EL ESCENARIO CONTINENTAL NOS CONVOCA
En las próximas semanas el escenario continental conocerá diversos y sugerentes episodios. El domingo 7 -104 aniversario de la gloriosa Revolución Socialista de Octubre-, tendrás lugar las elecciones en la Nicaragua Sandinista. Los comicios habrán de ocurrir en el marco de una sucia campaña internacional desatada contra ellas por el Imperialismo y sus voceríos en todos los confines del planeta. Los fuegos concentrados contra Daniel Ortega constituyen el mejor reconocimiento de su valía. Si fuese lo que sus enemigos aseguran, no lo atacarían. Por el contrario, cerrarían filas con él y lo colmarían de elogios como han hecho siempre con los peores asesinos de nuestros pueblos. Saben que Ortega y los Sandinistas habrán de ganar otra vez, y que Nicaragua seguirá imbatible con su política liberadora.
El domingo 14 tendrán lugar las elecciones parlamentarias en Argentina, donde se vive una situación particularmente difícil. Alberto Fernández llegó al gobierno en enero de 2019 y pocas semanas más tarde, debió decretar el Estado de Emergencia por el COVID que causó notables daños a la población daños a la población. Prácticamente todo su gobierno ha transcurrido bajo ese signo, lo que no le ha permitido desplegar sus propias iniciativas políticas. Esto ha debilitado su gestión y ha generado un peligroso clima de confusión que puede reflejarse en los resultados electorales de los comicios que se avecinan.
El 15 de noviembre las fuerzas más reaccionarias están preparando una asonada internacional contra Cuba. Desde el Departamento de Estado Yanqui hasta la OEA, pasando por diversos gobiernos reaccionarios y organismos de fachada del Imperio, se alienta una grave provocación contra el pueblo de Cuba y su gobierno, que concitará el rechazo activo del pueblo de Cuba, que recibirá el apoyo solidario de todos los confines del planeta.
En Chile, en cambio, el domingo 21 tendrán lugar las elecciones presidenciales. En ese país, esta consulta electoral se desarrollará luego de una intensa lucha de masas desarrollada por los trabajadores y por la juventud chilena contra el régimen reaccionario de Sebastián Piñera. Chile entero ha luchado contra el “modelo” Neo Liberal, que hizo agua por todas partes; y contra la Constitución Pinochetista, que ya fue derrotada. Es de esperarse que la victoria del pueblo se confirme en esta circunstancia y la reacción sea vencida. Por lo pronto, ya los voceros del Imperio advierten acerca de “los peligros” que se ciernen sobre nuestro continente “a partir de gobiernos comunistas en Perú y Chile”. Señal inequívoca que esperan derrotas.
En Brasil arrecia la lucha del pueblo contra Bolsonaro y su administración fascista. En Colombia se agudiza la resistencia popular contra el gobierno genocida de Iván Duque; y en Ecuador las poblaciones se alzan denunciando al gobierno de Lasso, recientemente elegido, pero seriamente comprometido en los llamados “Pandora Papers”.
Una vez más se confirma que nuestro continente es un campo de batalla en el que los pueblos luchan contra el dominio del Imperio y las camarillas oligárquicas que lo secundan.
La tarea ahora, es consolida la unidad y perseverar en la batalla.
DUELO DE LOS TRABAJADORES PERUANOS
Al cerrar esta Declaración, el CEDIS recibe la noticia del sensible fallecimiento de uno de los más destacados dirigentes sindicales de la CGTP en el siglo pasado e inicios del presente. Alejandro Núñez Huayta, luchador sindical de la esfera del Calzado desde los años 60, fue uno de los reconstructores de la CGTP. Miembro del Consejo Nacional de la Central Clasista desde 1968 hasta el año 2000, fue un ejemplo de lealtad a los principios, consecuencia de clase, valor en el combate y modestia proletaria. Rendimos homenaje a su figura.
Lima, 1 de noviembre del 2021
Centro de Estudios “Democracia, Independencia y Soberanía”