Por: Manuel Robles Sosa
Lima, (Prensa Latina) La convicción de que la elección de Pedro Castillo como presidente es un hecho consumado tiende a consolidarse en Perú, mientras persisten aislados afanes golpistas de impedir su proclamación.
La percepción cobró fuerza tras anunciarse el final del conteo de la Oficina de Procesos Electorales (ONPE), con una ventaja de 45 mil 058 votos de Castillo sobre la neoliberal Keiko Fujimori.
El maestro rural continuó hoy recibiendo en su modesta oficina visitas de representantes de fuerzas políticas que cerraron filas con Keiko Fujimori en el balotaje, sin compartir su ofensiva jurídica para revertir el resultado con la nulidad masiva de votos de regiones pobres donde su rival se impuso en forma contundente.
Los analistas Paula Távara y Fernando Vivas coincidieron en que casi todos los expertos en la materia mencionan que los argumentos de las nulidades carecen de fundamento legal, siendo previsible que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) las descarte.
El especialista electoral José Tello estimó que, teniendo en cuenta que las impugnaciones tiene algunos motivos que se repiten muchas veces, el JNE terminará de resolverlas en dos o tres semanas, aunque anoche Castillo llamó a las autoridades electorales a no prolongar más la incertidumbre y la zozobra.
En ese contexto, Fujimori se negó a aceptar el conteo final de la ONPE, dio señales de luchar ‘hasta el último voto’ y apela a tecnicismos y otras maniobras para que sus reclamos se atiendan.
El analista Vivas consideró que Fuerza Popular ‘está alentando la polarización’ para presionar a la justicia electoral -lo que incluye el acoso de sus seguidores a los titulares del JNE y la ONPE- y los argumentos que esgrime para las nulidades son muy endebles.
Agregó que cuando un candidato se sabe cerca de ser proclamado, es el momento en que el perdedor debe saber que está perdiendo una elección pero también que ‘no debe perder, además, la dignidad’.
Expresó que espera que Fujimori, con la experiencia de su derrota en dos balotajes, en 2011 y 2016, ‘muestre algo de grandeza, quiero confiar en eso’.
Entretanto, las fuerzas políticas que integraron el bloque de apoyo a la campaña fujimorista por el balotaje, quedó disuelto al no compartir la mayoría sus nuevos afanes.
El parlamentario Rennan Espinoza, quien fue vocero del candidato neoliberal George Forsyth -quien fue aliado de Fujimori y no respalda sus reclamos-, visitó hoy a Castillo, dijo que la candidata debe reconocer la victoria del maestro rural y calificó sus maniobras legales como ‘manotazos de ahogado’.
Además, otro partido aliado del fujimorismo, Alianza para el Progreso envió al legislador y dirigente José Luna a visitar a Castillo, a quien le entregó su programa partidario con aportes, dijo, en material social.
Entre quienes integraron el bloque fujmorista, solo se mantiene activo el excandidato presidencial de derecha extrema Rafael López Aliaga, quien, secundado por el legislador electo de su partido, Jorge Montoya, pide la nulidad del balotaje y la realización de nuevas elecciones, lo cual motiva rechazo general de quienes lo consideran una actitud golpista, por anticonstitucional.
Montoya es uno de los firmantes de una declaración de más de 60 ex altos jefes militares que cierran filas con el fujmorismo y que, según el Ministerio de Defensa, no representan a las Fuerzas Armadas.
Entre las agrupaciones que se mantuvieron neutrales en la campaña por el balotaje, el Partido Morado reconoció a Castillo como presidente y Acción Popular y Podemos Perú ratificaron su posición a la espera de la proclamación del nuevo presidente.
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