Resumen Latinoamericano, 30 de mayo de 2021
Francisco Morales Bermúdez, sentenciado por delitos de lesa humanidad, encabeza pronunciamiento. Foto: El Peruano.
Ex altos mandos de las Fuerzas Armadas preparan el escenario para desacreditar un triunfo de Pedro Castillo o reprimir el rechazo social a un resultado favorable a Keiko Fujimori.
Los ex altos mandos de las Fuerzas Armadas han decidido entrar a la cancha electoral y fijar su posición ante un resultado adverso a los intereses conservadores encarnados por Keiko Fujimori.
Ante un posible triunfo del maestro rural Pedro Castillo Terrones se suman a la campaña de desprestigio del Jurado Nacionales de Elecciones (JNE) y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) deslizando la sospecha de un fraude electoral.
Sin embargo, si triunfara Keiko Fujimori, los exmilitares proponen prepararse para reprimir la protesta y el caos social que se generaría ante el descontento popular.
No esta demás destacar, como lo hace el semanario HIldebrandt en sus trece, que varios de los firmantes de estos comunicados tienen deslucidas trayectorias y otros incluso explicaciones pendientes con la justicia.
Viejos conocidos
El pronunciamiento público de ex altos mandos de las fuerzas armadas so pretexto de llamar a la calma, termina generando desconfianza y temores en torno al proceso electoral.
Además de resaltar denuncias de terrorismo contra miembros de Perú Libre, señalan que existen fundamentadas acusaciones de fraude para esta segunda vuelta. Incluso, se enfocan en cuestionar la imparcialidad del presidente del JNE.
“Invocamos a la Corte Suprema de la República, en uso de las atribuciones que le concede la Ley Orgánica del Poder Judicial, sustituya en breve plazo al mencionado miembro del JNE”.
El comunicado expresa la «inquietud e incertidumbre» de los exmilitares ante la «amenaza de uno de los partidos» de provocar un caos social en caso de no lograr su propósito electoral.
De forma temeraria, afirman que «se han encontrado, gran cantidad de armas de guerra y municiones escondidas en diferentes lugares de la capital (…) constituyendo todo ello evidencias de que se podrían estar preparando acciones violentas de peligrosa envergadura».
Advertencia
El comunicado reitera a la Fiscalía de la Nación la necesidad de actuar con celeridad y eficacia «contra quienes incurran en delitos de apología del terrorismo, y/o que empleen a tal efecto, medios de comunicación y/o redes sociales, de no lograr sus propóstos electorales, para propiciar actos de violencia y otras actividades ilícitas».
Para los militares del fujimorismo, habría que ampliar y aplicar la figura del «delito de apología del terrorismo» a quienes rechacen un triunfo de Keiko Fujimori por las redes sociales y medios de comunicación.
Es decir, al terruqueo mediático desplegado hasta ahora, se agrega el temor y la desconfianza que se quiere generar en la población y medios independientes de información con una amenaza de represión.




Entre quienes firman el pronunciamiento figuran congresistas electos como el almirante Jorge Montoya –firmante, también, del acta de sujeción de Fujimori– y José Cueto, quien brindó protección a Óscar López Meneses.
Entre otros nombres, también figura el de Otto Guibovich, actual congresista de Acción Popular y, en su momento, defensor del breve régimen presidencial de su colega de bancada Manuel Merino.
Pero principalmente, resalta la auspiciosa rúbrica de Francisco Morales Bermúdez, nonagenario expresidente sentenciado en tribunales internacionales por su participación en el criminal ‘Plan Cóndor’.
Sin duda, una de las características de los exmilitares suscritos es su vinculación con el régimen fujimontesinista y sus prácticas autoritarias y antidemocráticas.


Descubriendo la pólvora
Por otro lado, el último martes, en el diario Expreso, el periodista Hugo Guerra planteó algunas medidas para desconocer un posible resultado desfavorable al fujimorismo en segunda vuelta.
En su columna titulada “Graves soluciones para graves problemas”, Guerra repite el mismo ejercicio: acusar a Perú Libre y deslegitimar a organismos electorales (ONPE, JNE). La particularidad de su texto reside en la ausencia de filtros.
Para Guerra, no es suficiente afirmar que la candidatura de Castillo “obedece a designios subversivos del plan de una Coordinadora Bolivariana, en la cual por primera vez confluyen senderistas, emerretistas y progresistas”.
En relación al JNE, alega que las denuncias de congresistas evidencian que “el papel protagónico de su presidente es cuestionable por sus vínculos de larga data con organizaciones y causas terroristas”.
Tras exponer sus argumentos, Guerra concluye que el proceso electoral “está viciado” y aprovecha ello para aportar al debate con turbias ideas que evocan a intervenciones poco democráticas.
“… o se evalúa una ‘tercera vuelta’ (con el nombre que se le quiera poner dentro de la constitucionalidad originaria) o tendrá que recurrirse a graves soluciones para graves problemas”, finaliza.
Historial de Guerra
Recordado por haber formado parte del directorio de canal 2, Guerra también es conocido por su sospechosa falta de rigurosidad.
En el anterior proceso electoral, cuando conducía un dominical en Panamericana, difundió audios editados que supuestamente desmentían la versión de un colaborador de la Administración de Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos.
Los audios pretendían desvincular al entonces tesorero del fujimorismo Joaquín Ramírez con el narcotráfico.
Más tarde, se conoció que los audios manipulados le fueron proporcionados por José Chlimper, candidato a la vicepresidencia de Keiko Fujimori en ese entonces.
La revelación llevó a la cancelación del programa de Guerra y a la salida de directivos del canal, involucrados en el caso, resume un reportaje sobre el tema publicado por el portal Utero.pe.
FUENTE: SERVINDI