CUBA NO VOLVERÁ A UN PERIODO ESPECIAL

Habla SERGIO GONZALEZ, Embajador de Cuba en el Perú

PUBLICADO HOY / DIARIO «UNO»

Entrevista de Yasser Gómez Carbajal

El Título III de la Ley Helms-Burton, fue activado hace año y medio por los EEUU como parte de la incesante hostilidad contra Cuba. Mediante este mecanismo se permite promover una acción en las cortes norteamericanas contra personas y entidades, incluso de terceros países, que inviertan en el territorio cubano en propiedades nacionalizadas tras el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959. Al respecto Diario UNO entrevistó a Sergio González González embajador de Cuba en Perú.

—¿Qué significa la aplicación del título 3 de la Ley Helms- Burton?

—Esta ley para nosotros es un adefesio. Se aducen 2 razones. Primero, que Cuba constituye una amenaza para los EEUU, eso es tan falso, tan tomado por los pelos que no vale la pena ni mencionarlo. Lo segundo, es el gran pretexto de decir que los EEUU están en su derecho de reclamar por las expropiaciones, confiscaciones de sus propiedades. Vamos al detalle porque no es lo mismo hablar de expropiaciones, confiscaciones que de nacionalizaciones.

—¿A qué se refiere?

—Reconocemos que aplicamos los dos conceptos, confiscamos algunas propiedades de los malversadores. Voy a poner el ejemplo más ilustrativo el de la familia Batista, que está recogido en este documento (el diplomático muestra el libro ‘Los propietarios de Cuba’ de Guillermo Jiménez). Aquí están parte de los que alegan, entre los grandes propietarios de Cuba en 1959 está un individuo que se llama Fulgencio Batista Zaldívar.

En el año 1933 era sargento-taquígrafo del Estado Mayor del ejército cubano, tenía educación primaria, era un individuo pobre, simple funcionario. Diez años después tenía 70 grandes propiedades en Cuba, incluyendo nueve centrales azucareras, una compañía de aviación y hoteles en Varadero. Ahora esto supuestamente estaría reclamando su familia. A este tipo de personas les expropiamos simplemente, sin pago.

Y están también los de la familia de Esteban Ventura por ejemplo, un connotado torturador de aquella época que murió plácidamente en Miami. Sus familiares parece que están reclamando supuestas propiedades en Cuba. A esas las expropiamos sin derecho a indemnización.

—¿Cuáles reconocen?

—Sin embargo, reconocemos que hay un tipo de propiedades, a las que incluso puede haber un cuestionamiento sobre la legalidad o licitud de los bienes en sí pero que estamos dispuestos a indemnizar. Es decir, conforme a las leyes y a las prácticas internacionales de expropiar en razón de la utilidad social o el interés público.

Hemos identificado un grupo de compañías norteamericanas al momento de las nacionalizaciones, el momento fundamental de las nacionalizaciones fue el año 1960, la mayoría se produjo ahí. Hay unas 5 mil 900 propiedades norteamericanas que estamos dispuestos a discutir sobre la indemnización de las mismas, es decir, pago, compensación, no tenemos reparo en hacerla cuando hay algunas de dudosa legalidad.

Y EEUU ha recogido también un número aproximado a esa cifra, es decir, con Obama avanzamos en ese tema, lo habíamos propuesto desde el año 1960, desde el principio de la Revolución, estábamos dispuestos a pagar a este grupo de empresas norteamericanas nacionalizadas. Ahí está Coca Cola, otras del sector turismo y petróleo. En eso no tenemos problema.

—Con otros países lograron acuerdos.

—Así es, no tuvimos problemas con otros siete países, los cuales sus empresas fueron nacionalizadas. Ahí están los casos de Gran Bretaña, Francia, Italia, España, Suiza, México y Canadá. Se establecieron, lo que se hace comúnmente en estos casos, acuerdos de suma total, se negocia de gobierno a gobierno, se paga la suma total, el caso de España fue el que más recuerdo, y el gobierno resarce a sus empresas involucradas. Con ninguno de esos países Cuba tiene deudas por concepto de nacionalizaciones o de indemnizaciones, están resueltos.

Y eso fue lo que les propusimos a los norteamericanos en el año 1960, con ellos se trabó el tema, comenzaron a poner reparos, exigir pago cash, inmediato, con sumas onerosas y fue un rejuego que llevó a abortar ese proceso. No por gusto.

En realidad lo que EEUU como Gobierno estaba buscando era no llegar a ningún acuerdo con Cuba, porque ya estaba en marcha el procso de intervención indirecta, que después se concretó en la invasión de Bahía de Cochinos.

—EEUU ya había decidido la invasión a Cuba y un supuesto control.

—Estamos hablando del año 1960, finales del Gobierno de Eisenhower, ya le había dado luz verde a la invasión de Girón, y llega Kennedy y hereda el plan de invasión.

Me imagino que el razonamiento de ellos en aquel momento debió de haber sido, para que vamos a entrar en negociaciones con Cuba, perder las propiedades al final, legitimar eso con recibir la indemnización, si en definitiva dentro de unos meses vamos a entrar en la isla y vamos a recuperar todas nuestras propiedades. Eso fue lo que ocurrió históricamente.

—Durante décadas hubo muchos acercamientos con EEUU.

—Aun así después de la invasión, hemos tenido diferentes momentos en este más de medio siglo de Revolución de discusiones, acercamientos, siempre que hubo la posibilidad de un mejoramiento de relaciones, el tema salía a relucir y mantuvimos una actitud invariable desde aquel momento. Estamos dispuestos a considerar las reclamaciones que sean justas de aquellos que fueron nacionalizados.

El máximo nivel de avance que logramos con EEUU se produjo en el Gobierno de Obama, y fue llegar a determinar cuáles eran las empresas o propiedades nacionalizadas, casi el número de 5 mil 903 de nosotros y ellos hablan de 5 mil 911 empresas o propiedades de ciudadanos norteamericanos.

Lo que llevó a determinarse como lo más cercano a un acuerdo fue el número, ya lo teníamos casi redondo pero no llegó a concretarse. Y Trump le ha dado para atrás, y con la aplicación del capítulo tercero de la Helms-Burton, todo eso se contamina extraordinariamente. Pero el origen de este fenómeno son dos falsedades sobre las que se construye este adefesio, primero que Cuba es una amenaza para EEUU, entonces justifican el bloqueo con la ley del comercio con el enemigo de 1917, y la otra es que Cuba confiscó sin derecho a las indemnizaciones que reclaman los ciudadanos y empresas norteamericanas.

—El objetivo es que Cuba vuelva a caer en un periodo especial como cuando se desintegró la URSS.

—Es el sueño de la pandilla que está en la Casa Blanca, que caigamos en un nuevo periodo especial. No es nuevo. Además, en 1960 por documentos desclasificados se conoció este objetivo. Esto fue lo que dijo Lester Mallory, siendo subsecretario de Estado estadounidense, recomendó en un memorando secreto del Departamento de Estado: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.

Lo único que ha cambiado es la última frase, ya no le dicen derrocamiento del Gobierno, ahora es cambio de régimen que suena un poco más suave, pero eso es lo que ha sucedido desde el año 1960 hasta hoy. Y no por casualidad es lo que también pretenden hacer con Venezuela. Está claro, es decir crear hambre desesperación y el derrocamiento del Gobierno.

Entonces, esa es la lógica de apretarnos para que lleguemos a un segundo periodo especial, en la ilusión de que Cuba no aguantaría una situación como esta, y que con el hambre y la desesperación la gente se lanzaría a las calles. Tendrían ya su sueño dorado, terminaría la revolución, acabaría ya el producto de los Castro. Y podrían poner a un Juan Guaidó en Cuba, ese es el tema.

—No obstante, hoy vivimos en un mundo multipolar y Cuba ha diversificado su economía.

—Por eso, las circunstancias no son las mismas. En el año noventa teníamos el 85% de nuestro comercio con el campo socialista, que de momento en 2 o 3 meses se derrumbó. Porque dejamos de recibir las importaciones de la noche a la mañana y por eso, el Producto Bruto Interno de Cuba cayó 34%.

Entonces, del año 1990 al 1994 fueron tiempos muy difíciles, en 1994 hubo un conato de sublevación atizado desde EEUU, promovido, que fue el incidente del 5 de agosto en La Habana. Ese fue el momento más difícil al que llegamos, y ese sector fue de inmediato rechazado por el resto de la sociedad, a pesar de provocar la desesperación a la que apuntaban esas operaciones.

Hoy no tendríamos eso, nuestro comercio se ha diversificado, se puede caer de momento un rubro comercial, se puede caer un proyecto pero hoy nuestro comercio está diversificado. De hecho una tercera parte del comercio es con Europa, otra tercera parte es con Asia y otra tercera parte es con las Américas, incluyendo Canadá y América del Sur.

No tenemos comercio con EEUU por las disposiciones del bloqueo. Ellos autorizaron durante algún tiempo algunas exportaciones bajo unas disposiciones realmente onerosas, es decir pago al cash, adelantado. Pero incluso eso, hasta lo han eliminado, en algunos rubros como los de alimentos. Por ejemplo han permitido la salida no como turistas pero si como un grupo de categorías de ciudadanos a viajar a Cuba, eso también están tratando de limitarlo pero ahí tenemos mayores posibilidades.

Y por supuesto, Cuba ha logrado ir adaptándose a las nuevas realidades, antes nuestro comercio y nuestra base industrial era de tecnología soviética, eso de la noche a la mañana se cayó. Era como coger el ropero tuyo y que de momento llegas y de las 4 o 5 camisas que tenías te quedaste con una, entonces con esa tienes que salir todos los días, no tienes otra alternativa.

Ahora tenemos mejores condiciones, y espero que podamos enfrentar estas dificultades como se hizo anteriormente y salir exitosos. Nosotros incluso hemos cambiado la matriz de nuestra economía. Hoy es una economía terciaria, tienen un alto peso los servicios. Y los ingresos que obtenemos por servicios son la mayoría. Por turismo, sobre todo, que se ha desarrollado extraordinariamente en 30 años, y por los servicios médicos que prestamos en el exterior también.TEMAS RELACIONADOS: