GAMBIA EN EL PENSAMIENTO DE FIDEL

Banjul, 13 agosto. –

Un día como hoy, pero hace 20 años, el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, pronunció un discurso en La Habana, en el que habló de Gambia y la colaboración de la mayor de las Antillas con esta nación del occidente africano.

En ocasión de su 94 natalicio, este 13 de agosto de 2020, reproducimos a continuación fragmentos de esa intervención de Fidel en el acto de graduación de todas las Facultades de Ciencias Médicas cubanas, efectuado en la capitalina Tribuna Antimperialista José Martí. 

Palabras de Fidel:

Hace algunos días me reuní con 70 trabajadores de la salud, que después de unas breves vacaciones regresaban a Gambia para reanudar su noble y abnegado trabajo en ese país de África Occidental. Al recordar ellos con expresiones de cariño y felicitaciones adelantadas que días más tarde sería mi cumpleaños, les respondí: mi cumpleaños es hoy, después de este encuentro con ustedes”.

Experimenté ese día una emoción verdaderamente profunda tras el intercambio de tres horas que sostuve con aquellos compatriotas. Se trataba de profesionales universitarios altamente calificados, algunos muy jóvenes, otros de más edad, procedentes de las provincias orientales, centrales y occidentales, casi todos médicos de familia y de otras especialidades, aunque había también estomatólogos y enfermeras; eran hombres y mujeres de humilde origen, de todas las razas y mezclas de razas, tal como somos. Algo resaltaba por encima de todo: orgullo legítimo, optimismo, valor personal, confianza en sí mismo, espíritu creador, mente rápida, voz y gesto alegres, que de modo inconfundible e incomparable caracterizan a los internacionalistas cubanos.

Volvían ansiosos a las decenas de puntos poblados que atienden, a ambas márgenes de un ancho río que se extiende por cientos de kilómetros, en un pequeño y alargado país donde prestan el más humano de todos los servicios: aliviar el dolor, preservar o restablecer el inmenso bienestar de la salud, y sobre todo salvar vidas.

Aquel mundo tan diferente es ya tan suyo como la propia Cuba. ¡Y cómo crece su amor a la vez por la humanidad y por la patria! ¡Cuán gigantesca y heroica puede ser la persona humana! ¡A qué asombrosas alturas pueden elevarse sus mentes y sus corazones!

Dos décadas después los profesionales de la salud cubanos continúan en Gambia, haciendo realidad el legado les dejó Fidel.