CANTO A LA VIDA

“Canto a la Vida”

Por: Yunior Bolaños Rodríguez / Habana. Cuba

Cuántos momentos pasan desapercibidos ante la mirada ciega del ser humano que se niega a reconocer las maravillas de la creación; cuántas realidades, sueños y verdades, y aún no nos percatamos del mayor regalo que hemos recibido: “la vida”. Esa, que solo se muestra a través del espejo del alma de la humanidad cuando nos miramos a los ojos, aunque el momento perezca en un pequeño instante que aparentemente transcurre desapercibido.

Si nos abrimos a entender, escuchar y sentir esa pincelada de la existencia del ser; la calidez humana tendrá nuevamente la oportunidad de hacerse libre; libre para presenciar el sentimiento más puro y genuino que tal parece hemos olvidado. Sentémonos entonces a presenciar el silencio junto a la ventana que comparte nuestras angustias y leamos las escrituras pasadas, presentes y futuras que danzan al ritmo de una brisa que se siente sola y está triste por la desobediencia y la arrogancia del ser humano.

¿Será que hemos perdido nuestra capacidad de amar? ¿Hemos llegado a tal punto de egoísmo? La verdad, hay pruebas reales de que no es así, la solidaridad aún existe y no solo en palabras, sino en hechos; Cuba lo ha demostrado y lo sigue demostrando con creces. La capacidad de amar aún está presente, la podemos ver desde la entrega en gratuidad y la donación de nuestros galenos. Personas únicas que tienden su mano amiga a otras naciones; es aquí donde marcamos la diferencia. Puede que haya detractores en todas partes, pero mientras quede un hombre o mujer con fuertes convicciones humanas, revolucionarias y fuerza para dar ese salto de fe que se necesita en los momentos difíciles, hay esperanza para la humanidad.

Este es el momento en que líderes y pueblos han de unirse en una sola causa donde sea premisa la preservación de la vida humana y el bienestar de sus pueblos. El egoísmo y la codicia han de quedar en el pasado. El ser humano merece más, ha de ser respetado y no mercantilizado como pretende la actual administración norteamericana y sus aliados en el mundo.

Al final, el mayor consuelo será volver a ver el retorno de una sonrisa y poder abrir la puerta nuevamente al amor desde el beso que perpetúe la más grande creación de Dios: el Hombre y la Mujer. Seamos uno solo con la humanidad y démosle batalla a esta realidad que atenta contra la vida en nuestro planeta.