¿QUÉ PASA EN LA CANCILLERIA?

por Zoraida Portillo

Ese comunicado que da cuenta de la salida del embajador de Cuba en el Perú (en el último párrafo de un texto sobre el caso Betsy Chávez), no se ajusta a la verdad y no se condice con los usos diplomáticos. Y como el deber de un periodista es no publicar solo la “verdad oficial”, hice mis propias averiguaciones y resulta que el embajador Carlos Zamora ya había culminado su labor en el Perú y desde el mes de setiembre había comenzado el ritual de despedidas con colegas, amigos e instituciones, algo que es usual en el mundo diplomático cuando un jefe de misión culmina su función en el país de acogida.

Es más, el ex canciller peruano, Óscar Maurtua de Romaña, en una entrevista con Fernando Vivas en RPP el 7 de noviembre, señaló que en el homenaje tributado a Raúl Porras Barrenechea por el 65 aniversario de su muerte, el propio embajador cubano le comunicó que se estaba marchando del Perú al haber culminado sus funciones. Y, de acuerdo a los reportes de prensa consultados, esa ceremonia tuvo lugar el 27 de setiembre, es decir, más de un mes antes del día que Zamora salió del país.

Asimismo, según fuentes cercanas a Torre Tagle y otras fuentes diplomáticas consultadas, la cita a la que hace mención el comunicado de marras es parte del protocolo de salida de un embajador en funciones, que acude a la cancillería del país en el que estuvo para despedirse y dar cuenta de la labor cumplida. No se trató de una “convocatoria” de la cancillería (salvo en la fijación de la fecha y agenda) como dice el comunicado, sino de un procedimiento habitual de fin de funciones.

Lo único cierto del comunicado –aunque redactado de una forma tendenciosa– es que tras la última reunión protocolar en la cancillería un embajador termina oficialmente su mandato y debe dejar el país.

Entonces, emitir un comunicado en el sentido que se ha hecho, no deja bien parada a la cancillería peruana, que hasta hace unos años era ejemplo en América Latina, y demuestra un uso político de muy estofa no sé si para complacer a sectores ultraconservadores que ahora se sienten empoderados, o como parte de una estrategia para romper relaciones con ese país caribeño. Sea como fuera, es otro papelón más del Estado peruano. 😠