CUBA NO PATROCINA EL TERRORISMO
Manuel Guerra
Cuba sigue padeciendo la ofensiva norteamericana, en su pretensión de ahogar el proyecto independiente, soberano y socialista iniciado con el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959; lo que el imperialismo norteamericano no pudo hacerlo a través del intervencionismo armado, pretende lograrlo con el bloqueo económico, comercial y financiero y con el aislamiento y desprestigio de Cuba, catalogándolo como un país que patrocina el terrorismo. Ambas medidas tienen como objetivo asfixiar a Cuba, impedir su desarrollo y bienestar de su población, promover el descontento social; todo ello acompañado de una campaña mediática perversa destinada a “demostrar” el fracaso del socialismo.
Recientemente Estados Unidos ha anunciado el retiro de Cuba de la lista de países que no cooperan plenamente con la lucha contra el terrorismo, lo que erróneamente puede ser interpretado como el retiro de ese país de la nómina de naciones que patrocinan el terrorismo, medida que afecta el acceso de Cuba a la realización de importantes operaciones financieras, económicas y comerciales, agravándose así el bloqueo a Cuba que el Perú y los demás países latinoamericanos y caribeños rechazan.
Lo correcto es que Cuba debe ser retirada de la lista de países que patrocinan el terrorismo. Todo el mundo sabe que, mas bien, Cuba es uno de los países más solidarios del mundo, a pesar de las dificultades económicas por las que atraviesa. El Perú siempre estará reconocido con este país por su apoyo y solidaridad en momentos de grandes dificultades, como en los desastres ocasionados por los terremotos de Huaraz e Ica.
Contrariamente a la propaganda yanqui, Cuba en lugar de patrocinador, es víctima del terrorismo proveniente de Estados Unidos. No solo el bloqueo inhumano; también de acciones terroristas que afectan a la población civil, atentados contra sus cultivos, intentos de magnicidio, ataques a la aviación civil, entre otros crímenes que realizan de manera permanente, cínica e impune, haciendo caso omiso a la exigencia mundial que cese esta política de agresión e injerencia en asuntos internos del imperialismo norteamericano hacia Cuba.