Mg. José A. Amesty Rivera
El próximo domingo 28 de julio de 2024, se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Venezuela. Si fueran elecciones en cualquier país de derecha, de América Latina, no hubiera novedad alguna, pero como se trata de Venezuela, con orientación socialista, raya en una trama singular y sui generis.
Sobre todo, si la actriz de la novela, es el personaje de María Corina Machado. Su aparición más notable inicia cuando en enero de 2011, durante el discurso de Chávez, siendo ella diputada de la Asamblea Nacional, al interrumpir al mandatario e interpelarle diciendo: «Expropiar es robar«, además de otras acusaciones. Chávez, le contesto: «me has llamado ladrón en público, pero no te voy a responder, porque águila no caza mosca, no estás a mi altura para hablar conmigo, si ganas las primarias debatiremos”, «o le sugiero que gane las primarias«. A partir de este momento, la derecha venezolana, la mediática mundial y los EEUU, la vieron como una «contrincante» de peso, ante el chavismo, y comenzaron toda una serie de barbaridades que daremos cuenta.
Agregamos, en los años 2002-2003, María Corina Machado apareció en la vida pública, en estos primeros años con otra modalidad de organizaciones opositoras: las ONGs. Con «Súmate» (que contó con financiamiento externo) protagonizando la junta de firmas para la realización del referéndum revocatorio contra Chávez, que la Constituyente de 1999 había incorporado, logrando su realización en 2004, pero no el triunfo.
María Corina Machado Parisca, nació en Caracas, el 7 de octubre de 1967. Política, profesora, e ingeniera industrial venezolana, fundadora del movimiento político Vente Venezuela, cofundadora de la asociación civil Súmate (financiada por el National Endowment for Democracy NED: Fundación Nacional para la Democracia), un brazo del gobierno estadounidense, se reunió con Bush en la Casa Blanca en 2005, e integrante, junto con Antonio Ledezma y Diego Arria, de la plataforma ciudadana Soy Venezuela.
Parte de sus andanzas y procederes iniciales son, fue elegida diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela por el Estado Miranda, iniciando su mandato en enero de 2011. El 21 de marzo de 2014, aceptó el cargo de «representante alterna» de Panamá, siendo venezolana, ante la Organización de Estados Americanos. Días más tarde, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, notificó que Machado había perdido su condición de diputada, de manera automática, por una interpretación de violación a los artículos 149 y 191 de la Constitución.
Dicha actuación fue ratificada por las autoridades judiciales venezolanas. Fue candidata presidencial en las primarias opositoras de 2012, alcanzando el tercer lugar con el 3,7 % de votos.
Fue precandidata presidencial por Vente Venezuela, en las elecciones primarias de la Plataforma Unitaria de 2023. Aunque, el 30 de junio de 2023, fue inhabilitada políticamente por 15 años, por medio de una nota no confirmada por el contralor Jhosnel Peraza Machado.
María Corina resultó ganadora de las primarias con más del 90 % de votos, convirtiéndose en la candidata de la Plataforma Unitaria, en las elecciones presidenciales de 2024, así como la líder de la oposición al chavismo.
Precisemos algunos elementos. La mediática internacional no ha sido clara y miente en varios sentidos:
- Como ya indicamos, en el año 2014, aceptó el cargo de «representante alterna» de Panamá, siendo venezolana, ante la Organización de Estados Americanos, para pedir intervenciones militares y sanciones de EEUU, contra su propio país, Venezuela.
- Apoyó al auto juramentado Juan Guaidó como presidente de Venezuela, así como la apropiación de activos venezolanos en el exterior. Estamos hablando de una persona que ha pedido abiertamente sanciones contra el país, ha clamado por invasiones militares y ha apoyado paraestructuras fabricadas desde el extranjero que han saqueado los recursos nacionales. La aparición de nuevos actos perjudiciales en los que está implicada, solo confirma la decisión acertada de las instituciones venezolanas al impedirle aspirar al gobierno del país, cosa que hizo la Contraloría General venezolana en 2023.
- Reiteramos, Machado fue partícipe de la trama de corrupción, dirigida por el exdiputado Juan Guaidó, y del despojo de las compañías Citgo Petroleum y Monómeros, así como la confiscación de otros activos del país, valorados en al menos 33.500 millones de dólares, en el contexto de las sanciones ilegales impuestas por EEUU. Por ello, la dirigente de Vente Venezuela (quien había pedido la imposición de sanciones y la intervención militar de Washington en el país suramericano) no podría ser candidata a la presidencia porque incumple con los mecanismos contemplados por las leyes locales de Venezuela.
- Por otro lado, en diciembre de 2021, el partido Vente Venezuela, rompió con Juan Guaidó. “Es tiempo (para la derecha) constituir una nueva dirección.” Machado alegó que al «gobierno» paralelo de Guaidó, “le faltaba transparencia” y estaba desconectado del pueblo y de EEUU, y generó “indignación”.
- Su partido político, Vente Venezuela, no está inscrito en el Consejo Nacional Electoral de Venezuela, CNE; además de que carece de una estructura sólida. Más específicamente, Vente Venezuela, quedó cancelada como organización política, al no presentarse a dos elecciones consecutivas anteriores, según lo establece la Ley Orgánica de Partidos Políticos. Por ello, debió haberse registrado nuevamente, con el respaldo del 5 % del padrón electoral en doce estados venezolanos, para poder participar en esta contienda, cosa que no hizo.
- Las internas de la oposición, donde supuestamente ganó María Corina, las realizó ella misma a través de la ONG Súmate, de su propiedad, y los votos los desaparecieron.
- Fue elegida en elecciones internas de la derecha para ser la candidata de los principales partidos de la derecha. En las primarias realizadas en octubre, ella supuestamente sacó 92.5% del voto, aunque la validez de esa cifra fue cuestionada por el candidato que llegó en segundo lugar, Carlos Prosperi.
- Aún más extrema es la estrategia de Machado, de llegar al poder a través del enfrentamiento. La historia de 25 años del gobierno chavista, está llena de llamados en favor a la desobediencia civil con el fin de lograr el “cambio del régimen”, resultando en choques callejeros y violencia neofascista. La insistencia de Machado de que las movilizaciones populares, combinadas con la presión proveniente de los poderes extranjeros, van a convencer a Maduro a echarse atrás y habilitarla, pareció y parece una receta para la violencia.
- La oposición de derecha venezolana, la canalla mediática internacional y los EEUU, siguen apostando por María Corina Machado y su liderazgo construido con base en el chantaje, que representan los resultados de las primarias de octubre del 2023, y al que se ha sumado irreflexivamente el ecosistema de gobiernos anti venezolanos del continente, en una especie de globo de ensayo para una posible reedición del boicot internacional ya visto en el pasado reciente.
- A principios de 2024, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela confirmó que María Corina Machado estaba inhabilitada políticamente por 15 años, de acuerdo con un proceso que comenzó en 2015, debido a irregularidades administrativas durante su etapa como diputada, entre 2011 y 2014.
- Continuamos reiterando que, tras los fracasos de la vía institucional, la derecha regresó a la vía violenta desatando las «guarimbas» de 2014, con actos violentos que incluyeron decapitaciones e incineración de chavistas en la vía pública. Con «La salida» como eslogan, los principales dirigentes (como la propia Machado) solicitaron sanciones externas que incluyeron bloqueos y expropiaciones de empresas venezolanas en EEUU, e incluso la intervención externa directa para acabar con Maduro. Estrategia que se sostuvo en el tiempo, profundizándose en el año 2017, con nuevos sabotajes y solicitudes de intervención. Es por estas acciones que, ya en 2015, María Corina Machado (junto a otros dirigentes) sufrió una primera inhabilitación, luego por dos veces ratificada, para ejercer la función pública.
- Realmente, la carrera hacia la presidencia de Machado fue temprana como criticada. Buena parte de la dirigencia opositora cuestionó que la «resistencia» sea encabezada por una figura ya inhabilitada para ejercer cargos públicos, a raíz de haber priorizado en la última década la salida insurreccional. Sostenían, en cambio, que debía elegirse a alguien habilitado para confrontar al «régimen». Se amparó Machado, en los «acuerdos de Barbados», una negociación con los EEUU, que incluía de un lado el levantamiento de sanciones y, del otro, la realización de elecciones «limpias».
- La inhabilitación de Machado fue sostenida pese a las críticas de la «comunidad internacional», es decir, los EEUU, la OTAN y los países alineados de la región; hablamos ya del peso geopolítico de esta elección. Acusada, reiteramos, la candidatura de Machado era un camino equivocado que restaba tiempo para construir un liderazgo capaz de enfrentar a Maduro. Machado y su sector mantuvieron, en cambio, todo este tiempo el dictamen de «la verdadera oposición, soy yo».
Finalmente, lo que ha caracterizado a la oposición venezolana, incluida a María Corina Machado, en muchos años, no solo son las derrotas electorales, sino también la denuncia de fraude, cuando y/o donde han perdido, seguido de un llamamiento a la protesta violenta en las calles, que en numerosas ocasiones acabaron en actos fanáticos con decenas de muertos y heridos; por no mencionar las intentonas golpistas abortadas en los años 2002 y 2014, y los numerosos actos de sabotajes dentro y fuera del país.
Obispo. Patriota Bolivariano. 14 abril, 2024.