Por Gustavo Espinoza M.
Hace dos años, el 24 de febrero del 2022 se inició la llamada “Operación Militar Especial”, ejecutada por Rusia en territorios formalmente administrados por Kiev.
En verdad, Ucrania, como Estado, es casi una ficción. Históricamente no existió como país soberano, dado que el territorio que hoy ocupa, formó para del Imperio Ruso. En 1922, luego de la Revolución del 17, los Bolcheviques -por iniciativa de Lenin- crearon Ucrania como Estado Independiente, pero al mismo tiempo lo incorporaron a una estructura Supra Nacional, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas -la URSS- que Ucrania integró hasta diciembre de 1991.
En el interín ocurrió un fenómeno que alteró su desarrollo: la expansiva influencia germana que tomó forma y ritmo bajo la administración hitleriana y que logró el control de gran parte de Europa. Los sectores anticomunistas de Ucrania actuaron a la sombra del Poder Nazi y armaron destacamentos clandestinos que operaron bajo la dirección de Stepan Bandera.
Producida la ocupación germana, estos núcleos se convirtieron en estructuras terroristas de corte militar, que actuaron para perseguir comunistas y judíos. Los crímenes contra la población civil fueron, en aquellos años, pan del día.
Después de la guerra, Moscú estuvo en mejores condiciones de atender los requerimientos de las Repúblicas que integraban la URSS. Ucrania fue una de las más favorecidas porque le fueron cedidas territorios del Donbás, y adicionalmente Crimea y Odesa, localidades claves en el Mar Negro,
Cuando se desintegro la URSS, finalmente Ucrania se sintió libre de compromisos con Rusia y buscó más bien acercarse a Occidente, que proclamaba entonces el fin de la historia y la victoria de USA en la “Guerra Fría”.
Se afirmó entonces el suelo ucraniano como territorio propicio para el accionar de los grupos Nazis y Neo Nazis que recogieron ensangrentados cartabones y proclamaron el inicio de un sueño propio. En el 2008, la iniciativa se aferró a cuatro letras –OTAN- que contrariamente a lo pactado entre Washington y Moscú en ese entonces, comenzó a extenderse hacia el Este, a fin de asediar el territorio de la Federación Rusa e imponerle su “modelo”..
Cuando eso ocurrió y Moscú denunció la perversa maniobra, el entonces Secretario General de Naciones Unidas, debió reconocer paladinamente que Ucrania no era propiamente un país y que sus vínculos con Rusia eran perdurables. “No existe siquiera frontera legalmente establecida entre Rusia y Ucrania”, debió admitir Ban Ki Moon, el sur coreano en esa circunstancia.
La situación se agravó 6 años después. En el 2014, y luego de una asonada que tomó la forma de Golpe de Estado –“El Golpe de Maidán”- se generó una violenta ofensiva contra Rusia que tomó forma en dos vertientes. Por un lado, una campaña anti rusa en todo el territorio de Ucrania; y, por otro en ataques sistemáticos contra la población del Donbás, mayoritariamente rusa.
Como parte de ella se sucedieron bombardeos contra ciudades situadas en el oriente ucraniano, que dejaran una dolorosa estela de muerte y destrucción. En la iniciativa, asomó un régimen fantoche, el de Volodomir Zelenski, encumbrado como Jefe de Estado por los grupos más reaccionarios y Pro Nazis de Ucrania.
Ahí estuvo el origen de la “Operación Especial” Rusa de febrero del 22. Hoy se le llama en la propaganda de occidente “la guerra de Ucrania”. Es. una guerra especial. No se orienta contra la población civil ucraniana, ni tiene el carácter de una operación destructiva.
Por eso no se han visto ciudades arrasadas, ni edificios demolidos, ni poblaciones devastadas. Eso, ha ocurrido en Gaza por acción del régimen sionista de Israel, pero no en Ucrania.
Incluso aunque las unidades militares rusas llegaron hasta Kiev, se abstuvieron de ingresar a la ciudad y ocuparla. Incluso evacuaron esas zonas, para no intimidar a la población que, por lo demás, no ofreció resistencia. Se trató de un Operativo calculado cuyo fin es desarticular las unidades neo nazis, militares y para militares ucranianas y paralizarlas. Esa acción pudo haber concluido en dos o tres semanas,
Si el conflicto se ha extendido, eso hay que atribuirlo a la intervención económica, política y militar de la OTAN, a la presencia de los Estados Unidos y a la participación de la Unión Europea. Ellos han proporcionado ingentes sumas de dinero, descomunales arsenales e incontables escuadrones de mercenarios para ofrecer una “resistencia” inútil. que sólo ha prolongado la guerra y generado un injustificable número de víctimas.
El señor Josep Borrell, vocero de la UE, dijo recientemente que si la OTAN suspendía su presencia en Ucrania, el conflicto concluiría en apenas unos días. Y es así. Hoy, esa afirmación torna convertirse en realidad. Estados Unidos va de derrota en derrota y los países de Europa sufren los efectos de una crisis agobiante. Alemania, perdió 200 mil millones de Euros, y Francia le sigue la huella.
Rusia, entre tanto, no se ha apoderado de suelo ucraniano. Ha liberado tierras rusas que estaban arbitrariamente bajo el dominio de Kiev. Abdicka, Zaparozhia, Rabotnitza. Abdeyeskaya, Deniep y otras ciudades, que hoy las guarniciones ucranianas abandonan despavoridas, siempre fueron rusas.
Por lo demás, el proceso ruso continúa inexorable. Recientemente el Estado Ruso recuperó poderosas usinas y Centrales que fueran ilegalmente “privatizadas” a la caída de la URSS en beneficio a Occidente-
En otras palabras, Rusia resurge en el marco de su victoria (fin)