Mg. José A. Amesty Rivera
No parece haber limites en el gobierno de Israel, para hacer «desaparecer» a los habitantes de Gaza, para
perpetuar la guerra, y los medios por los cuales se pueda eternizar su hegemonía. En este sentido, deseamos
compartir dos temas, que nos parecen increíbles de parte de Israel en relación con Gaza.
El primer tema es en base al artículo del investigador Dr. Izzeddin Araj » Utilización del esperma de
soldados muertos en combate: la profunda militarización de la sociedad», quien cita a la vez, a la profesora
Nitza Berkovitch de la Universidad Ben Gurion de Israel.
Los autores, nos informan de una práctica, no nueva, de Israel, especialmente cuando entra en conflicto
directo con Palestina. Esta práctica es la conocida como, reproducción asistida póstuma (RAP), que no es
más que, la recogida de esperma de los cuerpos de soldados fallecidos para su «reproducción póstuma».
Se informa de un hecho a partir del 7 de octubre 2023, cuando «las familias de tres soldados caídos llegaron
con una petición inusual: extraer esperma de los cuerpos de sus hijos fallecidos. Este procedimiento,
conocido como aprovechamiento de esperma, ha ido ganando adeptos en Israel a lo largo de los años. La
investigación científica sugiere la posibilidad de recuperar esperma hasta 72 horas después de la muerte».
Por un lado, la profesora Berkovitch y el investigador Araj señalan, la militarización de la sociedad israelí,
donde los soldados se convierten en la encarnación colonial de la masculinidad nacional israelí. «Los
militares son venerados como la encarnación de la masculinidad nacional, y el acto de paternidad póstuma se
percibe como un homenaje a estos soldados caídos, un medio de garantizar que su legado perdure».
Por ejemplo, «en 2014, durante la guerra del régimen israelí contra Gaza que se saldó con el asesinato de más
de 2.000 palestinos, en su gran mayoría civiles, los bancos de esperma israelíes registraron un aumento de la
demanda de semen de soldados que servían en unidades de combate. Desde entonces, los bancos de esperma
han incorporado activamente los antecedentes militares de los donantes en sus perfiles, y algunos bancos
incluso rechazan donantes que no hayan servido en el ejército».
En fin, «mientras que las preferencias reproductivas en una sociedad profundamente militarizada producen y
mantienen constantemente formas de masculinidad hegemónica, la continuidad buscada no es únicamente la
de un individuo como miembro de la familia, hijo o incluso hombre, sino principalmente como soldado en
una unidad de combate».
Por otro lado, la idea es perpetuar la sociedad israelí machista y patriarcal, surgida desde los inicios de este
pueblo. Por supuesto, a partir de la formulación de la feminidad en Israel, basándose en considerar a las
mujeres judías como madres, más que como ciudadanas o individuos.
Es lamentable «la inclinación entre muchas mujeres y parejas israelíes, a elegir esperma de soldados no es
sorprendente, hasta el punto en que, el donante guerrero es a la vez el proveedor del producto y el producto
básico en sí, y su semen se considera el portador material de su esencia espiritual. Esta esencia espiritual se
percibe como su papel militarista, a la hora de proporcionar seguridad a la nación y llevar a cabo sus
misiones nacionales». Es el binomio militarista y reproductor a perpetuar en Israel, pasando por lo patriarcal
y masculino.
Esta idea o visión militar, por otro lado, tiene como base «el predominio de los militares en la sociedad
israelí, ayuda a explicar por qué la guerra, el nacionalismo militarista y la violencia están tan profundamente
arraigados en la ideología sionista. Israel es la consecuencia de un movimiento colonial de colonos
militarizados que busca su legitimidad en el mito bíblico».
«Los pocos israelíes que se oponen a este nacionalismo militarista, especialmente después del 7 de octubre,
han sido silenciados y perseguidos en Israel. La violencia genocida es casi exclusivamente el lenguaje que los
líderes y ciudadanos israelíes utilizan para hablar con los palestinos y el mundo árabe».
En fin, «el objetivo primordial del colonialismo de colonos es la conquista total de la tierra palestina. Los
pocos líderes israelíes que han intentado dominar el ejército, como el primer ministro israelí Levi Eshkol, han
sido apartados por los generales». El Informe Chris Hedges con Miko Peled, 14 enero 2024.
El otro tema, basado en el artículo de, Luis Ángel Reglero «Denuncian que cadáveres de palestinos devueltos
por Israel a Gaza tienen órganos robados», es la denuncia concreta que, en cerca de ochenta cuerpos que
murieron en el norte de Gaza, han robado órganos según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Los órganos son: «hígados, riñones o corazones», pero también «córneas y cócleas (parte de la oreja)».
«Israel entregó cerca de ochenta cuerpos en descomposición, difíciles de reconocer, tras haberlos sacado de
diferentes zonas de la Franja. En muchos de ellos habían robado órganos, afirmó Hamás, en lo que calificó
«un crimen de guerra» tras haber sido «exhumados de sus tumbas». Así como, “falta de moral y valores” por
parte del Ejército de Israel».
Perpetuar la especie israelí, pasa hasta por robar órganos de sus enemigos, para montar un banco de órganos,
y colocarlos en soldados y personas de Israel. En este caso, es contradictorio lo señalado de destruir a los y
las palestinas hasta desaparecerlas, pero si se sirven de ellos y ellas para eternizar su pueblo.
Hay una denuncia, aún más concreta, de la periodista palestina Kawther Salam, en su artículo, «Los ladrones
de órganos de Israel», donde enfatiza:
Todos los oficiales israelíes y personal civil de la denominada administración civil que sirvieron en
Cisjordania desde los primeros años setenta estuvieron implicados, como encubridores al menos, en el robo
de órganos de los palestinos, tal vez actuando en connivencia, pero más probablemente participando en el
crimen organizado por dinero.
Todos los médicos israelíes y personal que trabajaba en Abu Kabir desde los primeros años setenta
estuvieron implicados en el robo y venta de órganos de los palestinos.
Todos los francotiradores del ejército hebreo y otros soldados que dispararon contra los palestinos (y
extranjeros) en manifestaciones pacíficas están y estuvieron implicados en la mafia que roba y vende órganos
de los palestinos asesinados, recibiendo algunos de ellos dinero a cambio.
El estado mayor del ejército israelí y la mayoría de los oficiales de la cadena de mando, si no todos, saben lo
que está pasando y son cómplices del robo de órganos de los palestinos que asesinan, ofreciendo
planificación y logística para la comisión de los crímenes, así como haciendo que las familias de las víctimas
permanezcan en silencio. Todo el estado israelí y la nación israelí que acepta la continuada ocupación militar
son responsables de crímenes contra la humanidad.
La mayoría del establishment médico israelí, si no todo él, sabe lo que está pasando y mantiene silencio
porque obtiene dinero o es recompensada de otras formas por su complicidad con estos crímenes. Esto está
confirmado por las repetidas denuncias de médicos de otros países por el hecho de que Israel es una de las
pocas jurisdicciones que no prohíben el comercio con órganos y otras partes del cuerpo humano.
El ministerio de salud israelí está plenamente informado de lo que está pasando. Esto está confirmado por las
informaciones ofrecidas por los traficantes de órganos detenidos en Brasil y Sudáfrica en 2003, según las
cuales “personas del gobierno israelí” les habían proporcionado “contactos comerciales” y el gobierno de
Israel financiaba trasplantes de órganos.
La demencia de Israel, no tiene límites a la hora de actuar para mantener su hegemonía en contra de Gaza.