Luis Varese
Cuando yo tenía 10 años, o algo así, vi una película sobre la Biblia y en ella hay una escena donde, quienes reniegan de Jehová, inician un rito, echando niños vivos, a las fauces de una estatua incandescente, adorando a Moloch Baal ese era nombre del dios. Esa escena se me grabó hasta el día de hoy.
No nos dejemos engañar, se creen propietarios de la interpretación bíblica y no son más que farsantes con el signo del dólar en los ojos.
¿Hablan de religión? Hablemos, justifican, citando Biblia en mano, la matanza de niños. No que el Dios Bíblico sea poco severo, o poco cruel, pero en este caso no es Jehová a quien representan y citan sino a la estatua que devora niños vivos que es hoy en día, Mammon, el dios de la codicia. Y el gran sacerdote de Mammon es Netanyahu, quien investido con el voto de la ultraderecha mundial, se yergue como este demonio de la codicia, asesinando mujeres y niños.
Ya son por lo menos 12 mil los civiles muertos, más de 5000 los niños y niñas. Jamás la historia lo absolverá. Como jamás absolverá a Biden, a Scholtz, a la ministra de relaciones exteriores de Alemania Annalena Baernock, tan verde, tan defensora de los árboles y tan asesina de niñas y niños; “Israel debe proteger a su población” dice con enorme cinismo.
Y con ellos a la Unión Europea, a sus gobiernos, cómplices de la masacre innombrable que está ocurriendo. Y ya no solamente en la Franja de Gaza, o lo que queda del norte de ese espacio, sino en Cisjordania, donde paramilitares israelíes asesinan a palestinos desarmados sin importar edad o, si son hombres o mujeres o niñas y niños. A los criminales les llaman colonos, y son paramilitares. Entran matando a gentes en sus casas, sus barrios, sus huertos. Igual que los colonizadores de siglos pasados, igual que hicieron los nazis con sus padres y abuelos en Alemania o en Polonia.
Estoy traduciendo del italiano, un testimonio de dos primos hermanos de mi mamá, que estuvieron dos años en el campo de concentración de Mauthausen. Los capturaron en las alturas de Génova, acusados de ser colaboradores de los partisanos y se los llevaron junto con otros miles de presos. Es un testimonio sencillo, horripilante. En este texto, una escena desgarradora, es la separación de los niños de sus madres y su conducción a las duchas de gas, en presencia de ellas, obligadas a mirar.
Esto hace hoy el ejército israelí.
La Prensa internacional, la mentira transnacional.
Usando el eufemismo político-militar de la “lucha de Israel contra Hamas”, la prensa internacional justifica y pretende ocultar lo que está ocurriendo. La Deustche Welle, la BBC, la CNN pretenden hacernos creer que asesinar niñas y niños, son daños colaterales. Que la lucha es del Estado de Israel contra Hamas. ¡Por favor!
Es una vergüenza cómo inventan frases y relatos que justifican esta masacre. Lo que alguna vez descubriremos es que, muy probablemente el Mossad y Netanyahu sabían de ese ataque del 7 de octubre, y que lo dejaron pasar para poder responder de esta manera. Es pura especulación, pero no tiene nada de absurda. El fuerte rumor de que Egipto había advertido de que algo similar ocurriría, debe tener bases que no son solo especulaciones.
Lo inocultable, aún hoy, pretenden ocultarlo. Lo innombrable aún pretenden justificarlo. Hemos llegado a un punto inaceptable de sumisión a un Imperio de corrupción, mentira y crimen.
Los hoy juzgados en la Ndrangheta (la mafia calabresa) son niños de teta al lado de los gangsters que nos gobiernan.
El cinismo de la Administración Biden no tiene límites. ¿Realmente quieren llevarnos a una conflagración mundial?
El tratamiento
Tan fuerte es la codicia que no pueden detenerse. Es una adicción que nos quiere llevar al abismo.
Con los adictos hay un proceso lento de retirar la droga, hay que tratarlos con serenidad médica y profesional.
A estos adictos a la codicia, hay que aplicarles una receta de shock.
Un boicot comercial y económico. No hay voluntad política. Se quiere, se opta por la sumisión al Imperio. Ya la Unión Europea comienza a tener mínimas discrepancias internas.
No es ilusorio pensar en dejar de comprar productos ligados a EEUU y a Israel. No es ilusorio. Es decisión política.
Dirán que no es posible, explicarán de 1000 maneras por qué no se puede. Lo que no es posible, es que nos dejemos asustar de esta manera.
Lo que no es posible es que nos tengan en un circo mediático enseñándonos cómo matan mujeres, niños, ancianos, y no hagamos nada. Lo que no es posible es que son poquísimas las voces de gobiernos que se levantan con la fuerza necesaria.
Eso es lo que no es posible, o queremos el suicidio colectivo.
¡NO! La humanidad somos un cuerpo de Vida que se reproduce y si tenemos una enfermedad que se llama codicia infinita, la sabremos derrotar.
La nuestra no es una opción totalmente material, que tiene que ver con la economía, no tiene que ver ni con la magia, ni con la religión.
La mediocridad y la incompetencia, la falta de coraje, ha traído a un ser perverso a la presidencia de Argentina. De la misma camada y calaña que Netanyahu y compañía. De eso hablaremos en otro espacio, pero en Nuestramérica, pagaremos muy cara su presencia quintacolumnista, a favor del Imperio.
La bandera de Palestina aglutina a miles, millones de civiles en las calles. No es antisemitismo.
No es pro Hamás. Es contra el crimen organizado que nos gobierna.
Es un tiempo de cambios radicales. Como lo fue en los sesentas y setentas la bandera de Viet Nam, en contra del genocidio, por la Vida.
Esta vez la lucha deberá ser mucho más radical. Que no vuelvan a convertirnos en consumidores domesticados, como ocurrió con esta generación desde la que les escribo.
El Gran Desafío ¿Cómo daremos esta batalla?
“Tá muy bonito lo que dice compañero, pero, ¿Cómo se gana?”, dice Elena.
Nuestras armas son las calles, las grandes manifestaciones, las huelgas, el boicot, el voto, el cambio de gobiernos. La radicalización de las propuestas de los gobiernos progresistas.
Yo no soy economista, soy apenas un modesto autodidacta. Pero en Nuestramérica hay grandes mentes que algunas han sido incluso ungidas como dirigentes con el voto popular, como Dilma Rousseff, Alicia Bárcenas, Álvaro García Linera, Gabriela Rivadeneira, Rafael Correa, Axel Kicillof, Óscar Ugarteche, Patricio Rivera, Ricardo Patiño, Guillaume Long, Atilio Boron, solo para citar unos nombres.
Este grupo junto con unos cuantos más, deben trabajar una propuesta de economía alternativa para la humanidad, en el marco de lo que el joven filósofo marxista japonés llama “el comunismo del decrecimiento” (El capital en la era del Antropoceno”.) Ver en Rebelión, Green European Journal del 18/11/2023, Ecología Social, otro mundo es posible.
Cómo proponer el decrecimiento como un factor determinante para la preservación de la ecología. Y esto no es magia, es el gran desafío de la Humanidad en su nueva opción económica.
Junto a este grupo les cabe la gran responsabilidad a los dirigentes políticos y Presidentes
Presidentas, de norte a sur, AMLO, Xiomara Castro, Miguel Díaz-Canell, Daniel Ortega, Nicolás
Maduro, Gustavo Petro, Francia Márquez, Lula, Luis Arce y Gabriel Boric. Y los ex presidentes, Evo Morales, Pepe Mujica. Estos solamente en Nuestramérica de las hablas castellanas y las originarias.
Ellos, los primeros en un laboratorio de pensamiento urgente, de emergencia, los otros en una decisión política firme, radical. Existen los mecanismos dirán, BRICS uno de ellos. Sí, pero la propuesta no es para consumir más, es para compartir y consumir menos. Producir mejor.
Se desatarán invasiones como la de Gaza, nos ofrecen paredón como a los palestinos, o guerra nuclear. Debemos estar preparados, debemos tener propuestas audaces que convenzan a las mayorías. Y los que están en el gobierno, no solamente propuestas sino acciones redistributivas y políticas internacionales soberanistas y antiguerreristas.
Gramsci
«Instrúyanse, porque necesitaremos de toda nuestra inteligencia;
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo;
Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza»
Antonio Gramsci
L’Ordine Nuovo, año I, nº 1,
1° de mayo de 1919
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