VENEZUELA. MARÍA COLINA MACHADO

María Corina Machado: imperialista, golpista, y autoritaria

Mg. José A. Amesty Rivera

Este artículo, pretende mostrar a los compañeros/as de fuera de Venezuela, la tan propagada y supuesta injusticia que se comete contra María Corina Machado, al ser inhabilitada a participar en las próximas elecciones primarias de la oposición en Venezuela.

¿Qué son las elecciones primarias en Venezuela? Una elección primaria es un tipo de votación que se lleva a cabo al interior de los partidos políticos (de oposición y oficialistas), con el objetivo de definir al candidato o los candidatos que los representarán en las elecciones presidenciales de Venezuela, que se estima sean en el año 2024. 

Los partidos de oposición en Venezuela, van al proceso en medio de fracturas, tratando de alinearse, tras el golpe que la propia oposición, dio en enero al gobierno imaginario de Juan Guaidó, tras cuatro años en los que vio reducido su apoyo interno e internacional.

La fragmentada oposición venezolana estableció para el próximo 22 de octubre del presente año 2023, las elecciones primarias con el fin de elegir un candidato/a que enfrente al presidente Nicolás Maduro.  

El cronograma completo del proceso ha sido y es el siguiente: del 28 de febrero a 19 de marzo 2023: juramentación de juntas regionales. 21 de abril: invitación a observadores. 24 de abril: publicación de reglamentos. Del 24 de mayo al 23 de junio: postulación de candidatos/as. Del 22 de agosto al 20 de octubre: campaña electoral. 22 de octubre: día de las elecciones primarias.

Catorce precandidatos/as conforman la oferta electoral de la oposición venezolana en las elecciones primarias, cuatro mujeres y 10 hombres conforman la oferta de aspirantes presidenciales de la oposición.

Los precandidatos/as son los siguientes, con sus partidos que los apoyan: Tamara Adrián, de Unidos por la Dignidad, César Almeida, de Unidad Política Popular 89, Luis “Baló” Farías, de Merideños Independientes, Andrés Caleca, del Movimiento por Venezuela, Henrique Capriles Radonski, de Primero Justicia, Roberto Enríquez, de Copei, José Rafael Hernández, de Un Nuevo Tiempo, María Corina Machado, por Vente Venezuela, César Pérez Vivas, Partido Centro Democrático, Gloria Pinho, Por ti Venezuela, Carlos Prosperi, de Acción Democrática, Delsa Solórzano, por Encuentro Ciudadano, Freddy Superlano, de Voluntad Popular, Andrés Velásquez, por La Causa Radical. 

Los precandidatos/as Henrique Capriles y María Corina Machado, son los llamados a liderar la oposición venezolana, como candidatos/a, a ganar las primarias y derrotar al candidato oficialista Nicolás Maduro Moros.

Atendiendo al título del artículo, ¿Quién es María Corina Machado Parisca?, quien nació en Caracas, el 7 de octubre de 1967. Es licenciada en Ingeniería Industrial, egresada de la Universidad Católica Andrés Bello UCAB, con una maestría en Especialización en Finanzas del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA). María C. Machado, es coordinadora Nacional del partido Vente Venezuela, partido fundado en el (2013) y principal candidata a las elecciones, pautadas para este fin de año por la oposición supuestamente unificada.

Marie Corina, se presenta a las elecciones de la oposición, a pesar de estar invalidada su candidatura al proceso electoral presidencial del próximo 2024. Ela lo sabía, estaba enterada y notificada desde hace mucho tiempo; ya que ella en julio del 2015, diputada entre el 2011 y 2014, fue inhabilitada por la Contraloría General de la Republica venezolana para ejercer cargos públicos.

Y desde aquí continua su recorrido político vergonzoso. Al solicitar invasiones, bombardeos, bloqueos, expropiaciones y el sinnúmero plagas de Egipto, para su patria Venezuela. María, es acusada de haber participado en una trama de corrupción encabezada por Guaidó.

La inhabilitación de Machado, además de lo ya mencionado, es por actos que atentan contra la ética pública, la moral administrativa, el estado de derecho, la paz y la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela. Le será muy difícil, por más mala memoria que tenga el pueblo venezolano, de no acordarse cuando María Corina, solicitó, y reiteramos, sanciones, bloqueos, bombardeos, invasiones de marines, en suma, pidiendo sangre, hambre, y falta de medicinas para su pueblo y patria venezolana. Pedía a sus panas opositores de América Latina, que nos aplicarán el TIAR, que nos sancionarán la OEA, la ONU.

Se añade a lo anterior que Machado, en su Auditoría Patrimonial, no logra demostrar el origen de los fondos que manejó en cuentas bancarias y notas de crédito de bancos nacionales y en el Cayman Branch asociado al Banco de Crédito Venezolano. A su vez, en 2014, fue separada de su cargo como diputada, al violar los articulos149º y 191º de la Constitución de Venezuela de 1999, tras haber aceptado el cargo de «representante alterna» de Panamá ante la Organización de Estados Americanos OEA.

Por otro lado, la oposición venezolana, de la que María Corina siempre ha formado parte, tiene un historial antidemocrático, movidas autoritarias que empezaron desde la época en que Chávez tenía evidente mayoría popular y, aun así, la oposición de derecha intentó zarpazos violentos para sacarlos del poder (siempre apoyados por la potencia imperialista estadounidense), sin importarles para nada la voluntad popular. María Corina Machado, siempre ha sido parte de todas esas movidas antidemocráticas y con profunda vocación autoritaria.

Mencionemos y recordemos algunos otros hechos apátridas de Machado y la oposición venezolana:

  1. Participación del golpe empresarial-militar de abril de 2002, que intentó instaurar una dictadura títere de los Estados Unidos, con el jefe de la cúpula empresarial a la cabeza. Derogación por decreto de la Constitución, destitución por decreto de todos los poderes públicos, incluyendo disolución del parlamento, persecución de todo lo que tuviera que ver con chavismo y con izquierda. Una incursión contra cualquier institución producto directo o indirecto de elecciones y contra los derechos democráticos.
  2. El paro-sabotaje patronal y petrolero de 2002-2003, con similares objetivos golpistas contra la voluntad mayoritaria del pueblo que se encontraba, en ese entonces, del lado de Chávez. También fue parte del boicot a las elecciones de la Asamblea Nacional de 2005, cuando la derecha se negaba a aceptar la nueva derrota, en este caso electoral, que había sufrido en el referéndum de 2004, y seguía desconociendo al gobierno de Chávez, buscando con el boicot de 2005 mantener abierta la agenda golpista.
  3. Ya con Maduro en el gobierno, María Corina fue del ala de la derecha, que impulsó el desconocimiento del Gobierno, producto de las elecciones de 2013, impulsando la política destituyente conocida como «La Salida», con la cual pretendían que movilizaciones radicalizadas por derecha de sectores de la clase media impusieran un cambio de gobierno.
  4. María Corina también formó filas en la apuesta de la derecha en 2019, cuando, una vez más, la soberanía popular de los venezolanos era lo que menos importaba, pues las agresiones imperiales (confiscación de bienes nacionales, embargo petrolero, amenazas de invasión) estaban al servicio de lograr los objetivos políticos de Donald Trump. En este sentido Machado declaró que, todas las medidas coercitivas y unilaterales contra Venezuela convenían a «la seguridad nacional de Estados Unidos».

Finalmente, señalamos que esta puesta en escena de María, al victimizarse ante una supuesta inhabilitación para ella, lo que busca es: la de venderle mediáticamente al mundo, y en especial a la derecha internacional, es que, con ésta inhabilitación política, le están cerrando el paso a las candidaturas más representativas de la oposición.

Por otro lado, en la derecha política, lo están viendo como una brillante oportunidad, el aparente error del gobierno, para aumentar y agudizar la conflictividad política en Venezuela.

Además, utilizan las redes sociales, para atacar duramente al gobierno y acusarlo de tener la peor dictadura que hay en el planeta tierra, y que las inhabilitaciones políticas atentan contra la posibilidad de tener unas elecciones presidenciales «libres y transparentes».