Boletin informativo. Del 15 al 31 de mayo del 2023
FRAGMENTO DEL DISCURSO DEL PRESIDENTE DE RUSIA, VLADÍMIR PUTIN, DURANTE UNA REUNIÓN DEL CONSEJO SUPREMO ECONÓMICO EUROASIÁTICO
La cooperación en el marco de la Unión Económica Euroasiática avanza muy exitosamente y se establece sistemáticamente como uno de los centros independientes y autónomos del mundo multipolar que se está formando. En este sentido, la interacción entre los cinco países miembros de dicha organización se basa siempre en los principios del beneficio mutuo, teniendo en cuenta los intereses de cada uno y centrándose en garantizar un crecimiento económico sostenible y mejorar el bienestar de la población de todos nuestros países.
Rusia aprecia altamente la estrecha cooperación entre los integrantes de esta agrupación, que se edifica de modo consecuente, ateniéndose a los principios de beneficios y respeto recíprocos y considerando los intereses de todos los integrantes.
La Unión Económica Euroasiática debería desarrollar activamente relaciones con los países que buscan una asociación equitativa y mutuamente beneficiosa, me refiero a nuestros socios en Asia, en el mundo árabe, en África, en América Latina, me refiero a la cooperación con asociaciones multilaterales como la Comunidad de Estados Independientes, la Organización de Cooperación de Shanghái, el BRICS y otras.
EN LA CIUDAD JAPONESA DE HIROSHIMA FINALIZÓ LA CUMBRE DEL G7 SU PRINCIPAL RESULTADO ES UN CONJUNTO DE DECLARACIONES SATURADAS DE ODIOSOS PASAJES DE CARÁCTER ANTIRRUSO, ASÍ COMO ANTICHINO
En Hiroshima (Japón) se terminó la cumbre del denominado Grupo de los Siete. Su resultado principal fue la recopilación de declaraciones llenas de párrafos odiosos de carácter antirruso y antichino.
De esta manera, el acontecimiento volvió a acabarse con decisiones politizadas encaminadas a trazar líneas divisorias en las relaciones internacionales. El G7 antaño fue una asociación cuyos miembros coordinaban las posturas sobre distintas cuestiones de la agenda mundial.
Pero ahora está irreversiblemente degradada. Se ha convertido en un “incubador” donde, bajo el liderazgo de los anglosajones, maduran iniciativas destructivas que sacuden la estabilidad global.
Luego se pegan a los extras pro estadounidenses de los países de la OTAN, la UE y otros satélites de Washington. Las pretensiones inconsistentes de los miembros del G7 de ser el garante mundial de la estabilidad financiera y económica se hicieron obvias para todos en los años de crisis 2008 y 2009.
Como muestran los acaecimientos internacionales de los años recientes, ahora el G7 tampoco puede sugerir nada creativo en la esfera política y diplomática. El miedo pánico ante el proceso objetivo del establecimiento de la multipolaridad y destrucción de la hegemonía encabezada por EEUU, que permitió a Occidente saquear al mundo, ahora impulsa a los miembros del grupo a esforzarse plenamente por espolear la histeria rusofóbica y sinofóbica. El G7 está literalmente obsesionado por una amplia confrontación contra Rusia.
Debido al empeño de EEUU, asumió las funciones de la sede que planifica medidas de sanciones y otros elementos de la guerra proxy contra nuestro país, incluida la determinación de la escala y el plazo de suministros militares occidentales al régimen kievita. Hoy es la razón de ser del G7. Los resultados de la cumbre lo confirman.
Al persistir en la demonstración de su intención de infligir una “derrota estratégica” a Rusia, los dirigentes de los Siete tomaron a su reunión al mandatario del régimen de Kiev controlado por ellos mismos y convirtieron definitivamente el acontecimiento en Hiroshima en un espectáculo propagandístico.
Con ayuda de Londres, Washington no solo pone en práctica una agenda destructiva a través del G7 encauzándola hacia fuera, sino también obliga a sus aliados a solidarizarse con las decisiones perjudiciales para ellos. No solo hace aumentar los gastos militares ya considerables para nutrir el régimen kievita de armamentos, sino también traslada la responsabilidad por mantener a los refugiados a los países de la UE, los hace engancharse a la “aguja de gas” estadounidense, practica una política flagrantemente proteccionista que busca convertir a los socios del G7 en un apéndice industrial y de materias primas en el sector de altas tecnologías.
Los denominados grandes países europeos perdieron su autonomía por completo y reconocieron la supremacía de los anglosajones entregándoles la gestión del G7. Los Gobiernos europeos se separaron definitivamente de los intereses de la propia población. El mecanismo de presiones sancionadoras colectivas diseñado por los Siete provocó la crisis alimenticia y energética mundial.
En 2022 se acordó la decisión de imponer los denominados “topes de precios” contra los suministros marítimos de petróleo y productos petroleros rusos a los terceros países, dicha decisión genera graves desequilibrios en las plataformas comerciales globales, socava los cimientos del funcionamiento tipo mercado de la economía mundial, contradice directamente a las normas de la OMC y el Derecho Internacional, a las que suelen apelar los occidentales cuando lo consideran ventajoso.
Las barreras a los suministros de alimentos rusos erigidas por los países del G7 hacen sufrir a los Estados más necesitados. Los experimentos de los Siete en materia de transición energética e introducción de las tecnologías verdes no permiten formar un equilibrio energético sostenible debido a su poca fiabilidad.
Los países de altos ingresos pueden permitirse tales innovaciones. El fundamento del crecimiento sostenible de las economías nacionales lo socava la imposición de dichas innovaciones a los países que ya han tenido hambre energética durante mucho tiempo.
Cada país del G7 hace gala de su renombre en la defensa de los valores democráticos. Al mismo tiempo, en realidad, ningún participante de este club no puede presumir de pura reputación en materia del respeto de los derechos y libertades internacionales.
La historia de todos estos países está vinculada con la opresión y vulneración de los derechos de otros. Los Siete euroasiáticos son las anteriores potencias coloniales y conquistadoras que fundaron su bienestar en la explotación y expropiación del patrimonio de otros.
En cuanto a EEUU y Canadá, sus nativos tuvieron que sufrir durante décadas el reasentamiento forzado, difuminación de la identidad cultural, burlas y genocidio. Sería mejor si los miembros del G7 dieran el ejemplo de la democracia en vez de azuzar los medios y organizaciones no gubernamentales contra los Gobiernos indóciles.
Vemos cuán “humanamente” resuelven la cuestión migratoria y “pacifican” los disturbios sociales en Europa, se deshacen de la oposición en EEUU.
Desde hace muchos años Occidente viene patrocinando el régimen kievita nazi, hace la vista gorda a todas las atrocidades que comete. Hemos preguntado muchas veces cómo se correlaciona con los ideales europeos del humanismo y valores democráticos. Occidente no responde.
Las reglas por las que aboga el G7 son su propia ideología y sistema de valores. Sirven a los intereses particulares y no comunes de la comunidad internacional.
El G7 considera la política independiente de los terceros países como una amenaza al notorio “orden basado en las reglas”. Se aplican varias medidas contra los rebeldes, desde la coerción económica y agresión de información hasta el chantaje, amenazas e injerencia militar.
Los países del G7 no solo se han ensuciado las manos con intervenciones militares ilícitas contra países soberanos y preparación de golpes de Estado. Sus negocios siguen extrayendo depredadoramente los recursos del Este y el Sur globales, sin preocuparse siquiera por las consecuencias para el medio ambiente y violación de los estándares laborales.
Los hechos correspondientes se saben bien. Paralelamente, se hace todo para politizar las plataformas multilaterales, ante todo, el foro verdaderamente líder de cooperación económica global con un mayor número de representantes, el G20. Los intentos de los Siete de presentarse como partidarios de legalidad y justicia en los asuntos internacionales son una burla de la historia y el sentido común.
En el contexto de la cumbre pasada, merece mención especial la elección cínica y sacrílega de Hiroshima como la ciudad anfitriona. Tokio y Washington se niegan obstinadamente a reconocer su responsabilidad tanto por haber desatado la guerra agresiva en el Lejano Oriente como por los bombardeos nucleares barbáricos de las ciudades japonesas, injustificados desde el punto de vista militar.
Los estadounidenses simplemente querían ensayar sus municiones nucleares. En la antesala de la cumbre del G7, la Administración de EEUU declaró con su típica arrogancia que Joe Biden no tiene la intención de disculparse por tales acciones. Como si hubiera dudas al respecto. En este contexto, parecen hipócritas los razonamientos de los dirigentes estadounidenses sobre el liderazgo en el control de armamentos y la no proliferación.
Así como los lamentos de los miembros del G7 sobre la necesidad de luchar contra la mítica amenaza nuclear rusa. Muchas veces recalcamos y presentamos argumentos explicando de dónde proviene la amenaza en realidad. No de Moscú, sino Washington, Londres y otras capitales de Occidente colectivo.
Sobre este telón de fondo poco atrayente, los países del G7 no tienen vergüenza en coquetear con los Estados no occidentales para atraerlos a su lado, no dejarles desarrollar los vínculos con Rusia y China.
Además, es obvio que el G7 es el mayor factor de agudización de los problemas globales. No puede reflejar los intereses de otros centros de desarrollo, en particular, los Estados de Asia-Pacífico, el sur de Asia, el Oriente Medio, África, América Latina. ☝️ Estamos convencidos de que la mayoría de los miembros de la comunidad mundial comparten nuestras evaluaciones del G7 y sus acciones destructivas.
El papel destructivo desempeñado por Occidente en el conflicto ucraniano se torna cada vez más evidente. Este país es tan solo una herramienta, mientras los ucranianos son peones que Occidente está dispuesto a sacrificar infinitamente en el enfrentamiento con Rusia.
La discriminación del deporte y de los atletas rusos por parte de las estructuras deportivas internacionales es una manifestación de la política antirrusa impuesta por la coyuntura prooccidental. EEUU tiene la obligación de pedir perdón a todas las víctimas que sufrieron los ataques nucleares estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki.
El G7 ha perdido por completo su credibilidad. El grupo no desempeña ningún papel constructivo en el desarrollo y la estabilización mundiales. Todo lo contrario. Con sus decisiones dirigidas contra Rusia y China, los países del G7, de hecho, están hundiendo las relaciones internacionales en el caos y en una peligrosa imprevisibilidad.
La incapacidad de EEUU de gestionar sus crisis internas, utilizar la diplomacia y el proceso de negociación, no les deja otra posibilidad que emplear la presión, las sanciones unilaterales ilegítimas y atizar los conflictos donde sea posible. Sus negocios siguen extrayendo depredadoramente los recursos del Este y el Sur globales, sin preocuparse siquiera por las consecuencias para el medio ambiente y violación de los estándares laborales. Los hechos correspondientes se saben bien. Paralelamente, se hace todo para politizar las plataformas multilaterales, ante todo, el foro verdaderamente líder de cooperación económica global con un mayor número de representantes, el G20.
Los intentos de los Siete de presentarse como partidarios de legalidad y justicia en los asuntos internacionales son una burla de la historia y el sentido común. En el contexto de la cumbre pasada, merece mención especial la elección cínica y sacrílega de Hiroshima como la ciudad anfitriona.
Tokio y Washington se niegan obstinadamente a reconocer su responsabilidad tanto por haber desatado la guerra agresiva en el Lejano Oriente como por los bombardeos nucleares barbáricos de las ciudades japonesas, injustificados desde el punto de vista militar. Los estadounidenses simplemente querían ensayar sus municiones nucleares.
En la antesala de la cumbre del G7, la Administración de EEUU declaró con su típica arrogancia que Joe Biden no tiene la intención de disculparse por tales acciones. Como si hubiera dudas al respecto. En este contexto, parecen hipócritas los razonamientos de los dirigentes estadounidenses sobre el liderazgo en el control de armamentos y la no proliferación.
Así como los lamentos de los miembros del G7 sobre la necesidad de luchar contra la mítica amenaza nuclear rusa. Muchas veces recalcamos y presentamos argumentos explicando de dónde proviene la amenaza en realidad. No de Moscú, sino Washington, Londres y otras capitales de Occidente colectivo. Sobre este telón de fondo poco atrayente, los países del G7 no tienen vergüenza en coquetear con los Estados no occidentales para atraerlos a su lado, no dejarles desarrollar los vínculos con Rusia y China. Además, es obvio que el G7 es el mayor factor de agudización de los problemas globales. +
No puede reflejar los intereses de otros centros de desarrollo, en particular, los Estados de Asia-Pacífico, el sur de Asia, el Oriente Medio, África, América Latina. ☝️ Estamos convencidos de que la mayoría de los miembros de la comunidad mundial comparten nuestras evaluaciones del G7 y sus acciones destructivas.
POR SI TE LO PERDISTE, AQUÍ ESTÁN LOS PUNTOS CLAVE DE LA RUEDA DE PRENSA DE NUESTRA PORTAVOZ MARÍA ZAJÁROVA
El papel destructivo desempeñado por Occidente en el conflicto ucraniano se torna cada vez más evidente. Este país es tan solo una herramienta, mientras los ucranianos son peones que Occidente está dispuesto a sacrificar infinitamente en el enfrentamiento con Rusia.
La discriminación del deporte y de los atletas rusos por parte de las estructuras deportivas internacionales es una manifestación de la política antirrusa impuesta por la coyuntura prooccidental. EEUU tiene la obligación de pedir perdón a todas las víctimas que sufrieron los ataques nucleares estadounidenses sobre Hiroshima y Nagasaki.
El G7 ha perdido por completo su credibilidad. El grupo no desempeña ningún papel constructivo en el desarrollo y la estabilización mundiales. Todo lo contrario. Con sus decisiones dirigidas contra Rusia y China, los países del G7, de hecho, están hundiendo las relaciones internacionales en el caos y en una peligrosa imprevisibilidad.
La incapacidad de EEUU de gestionar sus crisis internas, utilizar la diplomacia y el proceso de negociación, no les deja otra posibilidad que emplear la presión, las sanciones unilaterales ilegítimas y atizar los conflictos donde sea posible.
LA SITUACION EN TORNO AL PACTO ALIMENTARIO
Como se sabe, Rusia consintió en prolongar por dos meses la iniciativa del mar Negro en materia de exportación de alimentos ucranianos.
En consecuencia, el acuerdo estará en vigor hasta finales del ciclo de 120 días previsto (hasta el 17 de julio inclusive), luego, según estipula el documento, puede terminarse en caso de objeción de una de las partes (Rusia, Türkiye o Ucrania).
Prácticamente justo después se había decidido prolongar la iniciativa, los occidentales y los ucranianos se pusieron a demandar no simplemente continuar el tráfico marítimo, sino también aumentar y expandir las exportaciones ucranianas.
Con el apoyo de la ONU, se recurrieron habitualmente a las tesis trilladas sobre la seguridad alimenticia, la lucha contra el hambre y la ayuda a los países necesitados.
Al mismo tiempo, Kiev declara sin vergüenza y de manera ostentosa sobre sus “intereses comerciales, ganancias para los negocios ucranianos e importantes ingresos tributarios para la economía militar”, incluso en el contexto de los posibles suministros de alimentos a los países africanos en el marco de la notoria campaña propagandística de Zelenski “Grano de Ucrania” (“Grain from Ukraine”).
Tienen el mismo carácter las demandas de los ucranianos de obtener “algunos extras beneficios”, incluso añadir nuevos puertos en la iniciativa y ampliar la nomenclatura de las cargas exportadas a cambio del posible desbloqueo del conducto de amoniaco Togliatti-Odesa.
Al mismo tiempo, afirman inapelablemente que los parámetros del acuerdo existentes supuestamente no prevén el tránsito y la exportación del amoniaco. Mientras tanto, el inciso 3 de la iniciativa del mar Negro establece claramente que se debe “contribuir a la navegación segura para exportar los granos, alimentos y fertilizantes, incluido el amoniaco, de los puertos de Odesa, Chernomorsk y Yuzhni”.
Formalmente, esto significa la exportación de los productos, los granos ucranianos y el amoniaco ruso (la Planta Portuaria de Odesa sigue almacenando 24.000 toneladas de amoniaco que fue esencialmente robado de nosotros y que los ucranianos no dejan exportar), que ya existieron en los puertos en el momento de la firma del acuerdo.
Aunque el transito del amoniaco, así como la importación de nuevas porciones de granos, no estén establecidos en forma literal, sino se implican por la lógica del acuerdo. En cuanto a los granos, dichas cosas se han puesto en práctica y siguen realizándose hoy, pero el caso del amoniaco sigue sin progresar
A partir de eso, surgen preguntas legítimas: ¿por qué los alimentos ucranianos siguen exportándose con éxito, y el amoniaco ruso no se va del puerto Yuzhni? ¿Entonces, en qué convino el Secretario General de la ONU en Kiev el pasado 8 de marzo y qué significan sus sugerencias correspondientes, si los suministros de esta materia prima clave para los abonos todavía están sujetos a las infinitas solicitudes adicionales de los ucranianos? ¿Dónde están todos los partidarios de la seguridad alimenticia que abogan tanto por la exportación del maíz y otras culturas forrajeras ucranianas, pero guardan silencio cuando bloquean los suministros del amoniaco ruso que se requiere para producir alimentos para hasta 45 millones de personas, sobre todo, de los países africanos? Simultáneamente, aquellos mismos activistas de Washington, Bruselas y Londres, razonando sobre las amenazas del hambre y ayuda a los necesitados, siguen imponiendo sanciones, incluso contra las exportaciones agrícolas rusas.
No ocultan que no buscan ayudar al Secretario General de la ONU en sus esfuerzos integrales por “elaborar y coordinar las medidas globales en el marco del programa de respuesta a la crisis alimentaria”, como establece el Memorándum entre Rusia y la ONU sobre la normalización de los suministros de productos alimenticios y fertilizantes rusos en los mercados mundiales.
Así, el otro día, el representante del departamento diplomático de la UE, Peter Stano, declaró que Bruselas no tiene la intención de reconectar el banco ruso Rosseljozbank al sistema SWIFT.
No hay avances en materia de otros (además del amoniaco y el SWIFT) problemas sistémicos, cuya solución está prevista por el Memorándum Rusia-ONU: suministrar piezas de repuesto y vehículos, normalizar la logística y seguros, descongelar los activos bancarios.
Al mismo tiempo, los occidentales, juntos y por separado, no desprecian engañar que sus restricciones presuntamente no se aplican a los fertilizantes y alimentos rusos. Ya estamos acostumbrados a ver tal hipocresía y doble rasero. Pero no puede sino causar asombro un desprecio tan flagrante y manifiesto hacia la ONU y personalmente a António Guterres que propuso el famoso paquete de acuerdos de Estambul.
En este contexto, devienen más paradójicos los comentarios públicos de los mismos representantes de la ONU que siguen exhortando de reata a que se continúe y hasta se expanda la iniciativa del mar Negro sin cualquier alarmismo o críticas sobre la completa falta del progreso en términos del Memorándum Rusia-ONU.
Al mencionado comentario sobre la reconexión de Rosseljozbank al SWIFT, el portavoz del Secretario General de la ONU contestó ordinariamente que hay otras opciones de efectuar transacciones bancarias. Por nuestra parte, destacamos: puesto que el amoniaco no va a través del puerto Yuzhni, hay otros puertos que todavía funcionan con nuestra asistencia exportando granos ucranianos.
Si Rosseljozbank no está conectado a SWIFT y no avanza la implementación de otros problemas sistémicos que bloquean nuestras exportaciones de productos agropecuarios, entonces, habrá que buscar alternativas para la iniciativa del mar Negro también.
Por ejemplo, los “corredores de solidaridad” terrestres promocionados por la UE, que se usan para exportar grandes cantidades de productos ucranianos, pero con costos interiores y exteriores mucho mayores.
MINISTERIO DE DEFENSA DE RUSIA SE HA COMPLETADO LA LIBERACIÓN DE LA CIUDAD DE ARTIÓMOVSK COMO RESULTADO DE LAS ACCIONES OFENSIVAS DE LOS GRUPOS DE ASALTO WAGNER APOYADOS POR LA ARTILLERÍA Y LA AVIACIÓN DEL GRUPO DE FUERZAS DEL SUR.
El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, felicitó a las unidades de asalto Wagner, así como a todos los militares de las Fuerzas Armadas rusas que les prestaron el apoyo y la cobertura de flanco necesarios, por la culminación de la operación de liberación de Artiómovsk. Todas las personas distinguidas serán condecoradas con premios estatales
RUSIA REANUDARÁ LOS VUELOS REGULARES CON CUBA
El Vicepresidente del Gobierno ruso, Dmitri Chernyshenko: Por orden del Presidente de Rusia, a partir del 1 de julio se reanudan los vuelos regulares con Cuba. La directiva correspondiente se hizo llegar a la compañía Aeroflot. Dmitri Chernyshenko aseguró además que Cuba es el socio clave de Rusia y abogó por un mayor desarrollo de las relaciones económicas bilaterales en todas las áreas. Se espera que la cantidad de turistas supere el nivel anterior a la pandemia, constituyendo más de 150.000 personas al año.
DEL 16 AL 19 DE MAYO EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA SE ORGANIZÓ LA SEMANA DE RUSIA CON LA PARTICIPACIÓN DE PROFESORES DE LA UNIVERSIDAD RUSA DE AMISTAD DE LOS PUEBLOS (RUDN)
En la inauguración el Embajador de Rusia Igor Romanchenko destacó las antiguas tradiciones de amistad y cooperación entre la UNI y las universidades rusas. Como prefacio al estreno de la película rusa “Nuremberg” subrayó el papel decisivo de la URSS en la victoria sobre la Alemania de Hitler y la importancia del Tribunal de Nuremberg.
La proyección de cine se realizó con doble lleno total y fue acompañada con una exposición. Durante la Semana se celebraron con gran éxito muchas actividades: una exposición fotográfica sobre San Petersburgo; conferencias de profesores de la RUDN sobre geología, historia y cultura de Rusia; olimpiada; video enlace estudiantil; mesa redonda sobre la economía rusa. La atracción principal del programa fue un concierto de música folclórica rusa y una feria gastronómica.
LA FUNDACIÓN DE SAN MARCOS, EL CENTRO CULTURAL DE SAN MARCOS, EL MUSEO ART-DONBASS Y LA EMBAJADA DE RUSIA LES INVITAN A LA EXPOSICIÓN DE GRABADOS “SEGUNDA GUERRA MUNDIAL VISTA POR LOS ARTISTAS SOVIÉTICOS DE DONBÁS” QUE PERMANECÍA EN LOS ARCHIVOS DEL MUSEO DE ARTE DE LA UNMSM DESDE 1975
Inauguración oficial
jueves, 1 de junio 12 m. la Sala Jorge Vinatea Reinoso, segundo piso del Patio de Letras del CCSM, ubicado en la Av. Nicolás de Piérola N. ° 1222 – Centro Histórico de Lima.
Entrada libre
En esta exposición podrán conocer las escenas de la Segunda Guerra Mundial en su frente más decisivo: soviético-alemán (Gran Guerra Patria), desde la invasión nazi a la URSS, el 22 de junio de 1941, hasta la caída de Berlín y rendición de Alemania el 9 de mayo de 1945, los autores de las obras fueron testigos de estos acontecimientos.
Del 2 al 28 de junio el público podrá visitar la exposición con el tarifario vigente del Centro Cultural de San Marcos.
HISTORIA DE PUEBLOS DE RUSIA RESUMIDA
Continuamos un ciclo de publicaciones sobre la historia de nuestra patria multinacional. En esta edición les contaremos sobre la política exterior del reinado de la Catalina la Grande.
Tuerras ruso-turcas.
Incorporación de Crimea
Un aspecto importante de la política exterior de Catalina II también fueron los territorios de Crimea, la región del Mar Negro y el Cáucaso del Norte, que estaban bajo el dominio turco.
Cuando estalló el levantamiento de la Confederación de Bar (fue una asociación de nobles polacos, formada en la fortaleza de Bar (Podolia) en 1768), el sultán turco declaró la guerra a Rusia (guerra ruso-turca de 1768-1774), utilizando como pretexto que uno de los destacamentos rusos, persiguiendo a los polacos, entró en territorio del Imperio Otomano.
Las tropas rusas derrotaron a los confederados y comenzaron a obtener una victoria tras otra en el sur. Habiendo logrado el éxito en una serie de batallas terrestres y marítimas (la batalla de Kozludzhi, la batalla de Ryaba Mogila, la batalla de Cahul, la batalla de Largas, la batalla de Chesme, etc.), Rusia obligó a Turquía a firmar el Tratado Kyuchuk-Kaynardzhi, como resultado de lo cual el kanato de Crimea (que anteriormente formaba la parte de la Horda de Oro) obtuvo formalmente la independencia, pero pasó a depender de facto de Rusia.
Turquía pagó a Rusia indemnizaciones militares del orden de 4,5 millones de rublos, y también cedió la costa norte del Mar Negro, junto con dos importantes puertos. Después del final de la guerra ruso-turca de 1768-1774, la política de Rusia hacia el kanato de Crimea tenía como objetivo establecer un gobernante prorruso alli y unirse a Rusia.
Bajo la presión de la diplomacia rusa, Shahin Giray fue elegido como khan. El khan anterior, un protegido de Turquía, Devlet IV Giray, trató de resistir a principios de 1777, pero fue reprimido por A. V. Suvorov, Devlet IV huyó a Turquía. Al mismo tiempo, se impidió el desembarco de tropas turcas en Crimea, y así se evitó un intento de desencadenar una nueva guerra, tras lo cual Turquía reconoció a Shahin Giray como khan.
En 1782 estalló un levantamiento contra él, que fue reprimido por las tropas rusas traídas a la península, y en 1783, por el manifiesto de Catalina II, el Kanato de Crimea fue incorporado a Rusia.
HISTORIA DE PUEBLOS DE RUSIA RESUMIDA La siguiente guerra con Turquía tuvo lugar en 1787-1792 y fue un intento fallido del Imperio Otomano de recuperar las tierras que habían ido a Rusia durante la guerra ruso-turca de 1768-1774, incluida Crimea. Aquí, también, los rusos obtuvieron una serie de victorias importantes, tanto en tierra: la batalla de Kinburn, la batalla de Rymnik, la captura de Ochakov, la captura de Izmail, la batalla de Focsani, las campañas turcas contra Bendery y Akkerman, etc. ., y los marinos: la batalla de Fidonisi (1788), la batalla naval de Kerch (1790), la batalla del cabo Tendra (1790) y la batalla de Kaliakria (1791).
Como resultado, el Imperio Otomano en 1791 se vio obligado a firmar el Tratado de Paz de Iasi, que aseguró Crimea y Ochakov para Rusia, y también trasladó la frontera entre los dos imperios al Dniéster. En la próxima edición les contaremos sobre otros aspectos de política exterior del reinado de la Catalina la Grande.
lLas guerras con Turquía estuvieron marcadas por importantes victorias militares de Rumyantsev, Suvorov, Potemkin, Kutuzov, Ushakov y la afirmación de Rusia en el Mar Negro. Como resultado de ellos, la región del Mar Negro del Norte, Crimea y la región de Kuban fueron cedidas a Rusia, se fortalecieron sus posiciones políticas en el Cáucaso y los Balcanes y se fortaleció la autoridad de Rusia en el escenario mundial (fin)