¡CONTINUA EL GOLPISMO EN ACCIÓN!

Editorial de la revista MARKA

Finalmente las fuerzas reaccionarias lograron arrancar, en la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso de la República, una denuncia contra el Presidente Pedro Castillo acusándolo –nada menos- que de “traición a la Patria”, debido a la cual proponen la “suspensión de sus funciones como Mandatario”, y su inhabilitación política por cinco años.

De concretarse la iniciativa, finalmente el fascismo derribaría al Gobierno Constitucional electo en los comicios de junio del 2021 y lo reemplazaría por un régimen de Corte Neo Nazi liderado por José Williams Zapata,  un general involucrado en graves acusaciones referidas a la violación de los derechos humanos  en los años de la violencia y al contubernio con el narco tráfico, cuando desempeñaba funciones como Comandante de la I Región Militar con sede en Piura. En otras palabras se consumaría por vía parlamentaria, el Golpe de Estado que la ultra derecha buscó afanosamente desde el 28 de julio del 2021.

Es buenos recordar que para iniciar este camino -es decir, arrancar el acuerdo congresal del 11 de noviembre-   la fuerza dominante en el Poder Legislativo, se valió de triquiñuelas francamente intolerables. Así, reemplazó a cuatro congresistas impedidos de votar por problemas de orden legal pendientes, por otros que pudieran hacerlo. De ese modo, obtuvo apenas 11 votos por la propuesta, superando por uno a quienes no aceptaron tamaño despropósito.

El miércoles 16 el tema pasará a ser visto por la Comisión Permanente, que registra una correlación de fuerzas también hostil al Mandatario. Aun así, podría cambiar el sentido de la votación en esta instancia legislativa dado el despropósito que plantea el proyecto proveniente de la Sub Comisión aludida.  Si eso ocurriera, podría frustrase la maniobra golpista; de lo contrario, el Pleno del Congreso abordaría finalmente el tema.

Lo real es que el cargo que se esgrime en el caso, resulta absolutamente deleznable. No resiste el menor análisis ni político, ni jurídico. En el plano político, cabe recordar que mandatarios anteriores -Alberto Fujimori y Alan García- otorgaron salida al mar para Bolivia por suelo peruano haciendo para ese efecto, concesiones de orden territorial. Y no contaron para tal propósito ni siquiera con resoluciones legislativas. Por lo demás, la otra concesión de terreno patrio al Ecuador –Tiwinza- resultó ser simplemente una venta pactada ante Notario Público, hecho que fue escondido al país con singular desvergüenza.

Y en el plano jurídico, cabe recordar que ni el Código Penal ni el Código de Justicia Militar que abordan el tema de la Traición a la Patria consigna un hecho como el que se adjudica al Presidente Castillo. La acusación contra él, entonces, tiene un propósito ruin.  No se trata sólo de despojarlo de su investidura, sino además, de denigrarlo en extremo, adjudicándole el delito mayor que fuera esgrimido contra cualquier peruano.

La mezcla de uno y otro propósito, unido a la grave alteración del orden constitucional que implica adicionalmente el desconocimiento de la voluntad popular; resulta ya intolerable para la ciudadanía, y abre la puerta a un extendido clima de violencia que podría conducir al país al caos.  

La movilización popular el 10 de noviembre, así como otras acciones ocurridas en todo el país, demuestra que la ciudadanía no está dispuesta a admitir una maniobra golpista de ese carácter. Al fascismo, objetivamente, el Golpe podría convertirse en un bumerang y revertir contra sus auspiciadores y promotores.

La ofensiva de la Ultra Derecha, sin embargo, no se queda en pequeño Va por más. Aspira a “vacar” también a la Vice Presidenta Dina Boluarte, contra la que no podría exhibir tampoco cargo serio alguno; y encarcelar a Vladimir Cerrón, Guido Bellido y Guillermo Bermejo contra quienes esbozan cargos que carecen absolutamente de sustento.

Es claro que ellos son ahora las primeras víctimas de esta ofensiva de corte terrorista. De concretarse ella, luego vendrá la “razzia” contra el movimiento popular en su conjunto- Por eso, en el caso, no cabe ni la neutralidad, ni las medias tintas Objetivamente se equivoca cualquier sector de la izquierda que pretenda sostener una ambigua “posición intermedia” anunciando que “está contra el Golpe”, pero “no  defiende a Castillo”. No se trata, por cierto, de un asunto de orden personal, sino de un imperativo político dictado por una coyuntura recientemente indeseada, pero ineludible. . 

Se trata de una maniobra envolvente de corte represivo, ejecutada por la Mafia, que opera a través del Ministerio Público, el Congreso y la “Prensa Grande”, que alimenta todo el discurso corrosivo que se impulsa hoy.    

En el pasado reciente esta “prensa” divulgó otros brulotes que hoy ha dejado de lado porque “no pegaron”. Recordemos tan sólo temas como el “helipuerto” supuestamente ordenado por Castillo en el pampón de su casa en Muña; y la truculenta “denuncia” referida a un supuesto “plan” para asesinar a Fiscales y policías. Tales despropósitos fueron anunciados con bombos y platillos, pero ahora han sido “dejados de lado” por absurdos e inconsistentes.

Es claro que esta acción golpista no puede ser tolerada por el pueblo.  La ciudadanía entera la habrá de rechazarla,  tal como ocurriera en noviembre del 2020 cuando el intento de imponer a espadas del país, al irrito  Gobierno de Merino, coludido con Flores Araoz y la Mafia Fuji Aprista.

Y es claro, también, que el costo que derivará de esta confrontación, será alto; y que la responsabilidad del mismo recaerá en los impulsores de esta siniestra maniobra golpista (fin)