Donde todo se conecta
Paulo Cannabrava Filho*
El atentado a la vicepresidenta argentina Cristina Fernandez de Kirchner, la deposición de la presidenta Dilma Rousseff y la Operación Lava Jato no Brasil, así como la Operación Mani Pulite, en Italia, todo se conecta y tiene que ver con la guerra que Estados Unidos y sus acólitos de la Otan están a librar contra Rusia en territorio de Ucrania.
El hebdomadario Carta Capital, de 16 de noviembre, trae en su portada fotomontaje con Moro y Dalagnol detrás de rejas y la explicación “Ellos merecen, cierto sería verlos en prisión, no en el Congreso”. El ex juez Sérgio Moro y el ex procurador Deltan Delagnol, protagonistas de la Operación Lava Jato, en la estela de polarización en las elecciones generales de octubre de 2022, fueron electos respectivamente para el Senado y para la Cámara Federal.
Cumplimiento al periodista Mino Carta por su corajosa iniciativa, salvando lo que ocurre con diez años de retardo, por lo menos. Esa dupla facinorosa debería haber sido encarcelada cuando desembarcaron en Brasil procedente de Washington como agentes del Departamento de Justicia, de la Agencia de Seguridad Nacional y de la CIA, con la tarea de liquidar con el Partido de los Trabajadores (PT) y cualquier posibilidad de desarrollo autónomo de Brasil.
No fueron detenidos por fallas en la Inteligencia del Estado y ejecutaron sus tareas gracias a la connivencia del Poder Judicial. Descaradamente se reunían con agentes del FBI y de la justicia estadounidense, en suelo patrio, sin que la prensa denunciara interferencia extranjera en los asuntos internos, violación de la soberanía, crimen de lesa-patria.
Moro, entrenado en Estados Unidos, actuó como asesor de la ministra Rosa Weber, del Supremo Tribunal Federal (STF), como perito, para transmitir lo que le han enseñado, que “los crímenes ligados al poder son por naturaleza difíciles de comprobar por medio de prueba directa”, recomienda, por lo tanto, “mayor elasticidad en la aceptación de prueba por parte de la acusación”.
Todo eso porque, entre otras cosas, Thomas Shannon, embajador de Barack Obama, que había sido subsecretario, llegó a Brasil en 2009, alertó a sus jefes en el Departamento de Estado que la Odebrecht participaba de un proyecto de poder del PT y de la izquierda latinoamericana. De cambullón fueron demandadas todas las grandes empresas de ingeniería y construcción: OAS, Camargo Correia, Andrade Gutierres, Mendes Júnior, Queiroz Galvão, Engevix, etc., además de las estatales Eletrobras, Eletronuclear y Petrobras con sus subsidiarias o asociadas como las refinerías, transporte y petroquímica.
Otro personaje importante en esa operación, el embajador Clifford M. Sobel, nombrado por Geoorge Bush en 2006, un magnate financista, socio de Valor Capital Group, de Nueva York, quien eligió a Moro y lo acompaño en la visita guiada a los Estados Unidos, que resultó en el entrenamiento del agente.
Un informe de EIR Inteligence, de 16/12/2017[1], reporta sobre el subprocurador general de los EUA, Kanneth A. Blanco, cuando dirigía la División Penal del Departamento de Justicia, y después fue dirigir la Oficina de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro, al referirse a la colaboración de los procuradores brasileros en la operación anticorrupción bautizada de Lava Jato. Escarnecedoras, para decir lo mínimo, las palabras de Blanco.
“Es difícil imaginar una relación mejor de cooperación en la historia reciente que la que transcurre entre el Departamento de Justicia de Estados Unidos y los fiscales brasileros. Hemos cooperado y hemos nos ayudado de modo sustancial en una serie de temas públicos que ahora han sido resueltos, y seguimos con eso a través de una serie de investigaciones que se están realizando”.
Blanco reveló en ese discurso que “la cooperación entre el Departamento de Justicia de Estados Unidos y Brasil nos posibilitó alcanzar resultados extraordinarios … tan grande, que operan fuera de “los procesos formales, tales como los tratados de asistencia judicial mutua”, muchas veces simplemente mediante una llamada de unos a los otros para pasar o solicitar evidencia, y solo se preocupan con las ‘formalidades’ legales cuando es necesario para que la evidencia sea admisible cuando el caso venga a juicio”.
Moro, un juez de primera instancia, de Curitiba, Paraná, mandó poner Lula en prisión, por supuestos crímenes cometidos en áreas de jurisdicción de São Paulo o de Brasilia, fuera de su competencia. Eso em abril de 2018, estando ya en curso la campaña electoral para las elecciones generales que transcurriría en octubre.
Ausente Lula, la nómina del Partido de los Militares, travestidos en el minúsculo Partido Social Liberal (PSL), con el capitán Jaír Bolsonaro candidato a presidente y el general Hamilton Mourão para vice, saliendo de un nada en las encuestas de intención de voto, gana la elección a través de fraude. Asesorados por Steve Bannon, de la Cambridge Analytica[2], manipularon las redes y compraron votos descaradamente.
Luego de la toma de posesión del nuevo gobierno, Moro asume el superministerio de Justicia, acumulando Seguridad y Trabajo, como premio por haber mantenido Lula preso, garantía para la victoria. Una indecencia bajo el punto de vista de la ética. Moro cometería otra indecorosa violación ética al dejar el ministerio y asumir un cargo de dirección en la empresa estadounidense de consultoría Alvarez & Marsal, con salario de más de un millón de dólares, que tiene como cliente Odebrecht en recuperación.
Todo eso, es decir, as prisiones arbitrarias y destrucción de la economía, con la complacencia y/o complicidad de jueces de segunda instancia (TRF 3ª Región) y de los supremos ministros de la más alta corte, el Supremo Tribunal Federal (STF). Gilmar Mendes, Edson Fachin, Rosa Weber, Dias Toffolli, quien invitó para ser su asesor especial al general Ajax Porto Pinheiro, indicado por el entonces comandante del Ejército, general Eduardo Villas Boas, quien ya había indicado el asesor anterior, general Fernando Azevedo. Como se ve, todo en familia.
Mino Carta, en el artículo en referencia, transcribe texto exclusivo del renombrado jurista italiano Luigi Ferrajolii, en que deja clara la actuación de Sérgio Moro como juez acusador. “Similar figura de magistrado es la negación de la imparcialidad … es el poder despótico del juez inquisidor”.
De facto, Moro dio munición e instigó el fiscal Deltan Delagnol, también entrenado por el Departamento de Justicia en Washington, quien en la pieza acusatoria presentó un Power Point solo retórico, sin prueba alguna.
Mino Carta pregunta indignado, lo que todos preguntamos: “cómo es posible que dos facinorosos de ese calibre continúen en puestos electos en el gobierno, Moro senador, Delagnol diputado”.
La transición de un gobierno que termina para un nuevo gobierno, como está ocurriendo ahora mismo, sustitución del gobierno de los militares por Lula, electo en octubre, se debe aprovechar para una reordenación del poder judicial. Necesaria para que haya seguridad jurídica, sin la cual no hay democracia ni desarrollo. Esa recomposición solo estará completa si punir los responsables por los diversos crímenes. Caso contrario, esos agentes estarán conspirando y agitando con el objetivo de desestabilizar el régimen democrático.
El siguiente reportaje de Carta Capital, firmada por Maurício Thuswohl, titulada Crimen sin Castigo, deja evidente que la impunidad es lo que nutre a los golpistas de turno, y desfila los crímenes cometidos por el capitán Bolsonaro, en el ejercicio usurpado de la presidencia, sus familiares y sus cómplices, con destaque a la gestión de la Salud Pública durante la pandemia de Covid 19.
Mino Carta en su artículo cita el jurista italiano, pero no menciona la operación Mani Pulite (Manos Limpias), episodio de la justicia italiana que ha sido reproducida, casi copiada por el juez Sérgio Moro, que argumentaba en su defensa que estaba inspirado en esa operación.
La operación Mani Pulite, un nuevo tipo de golpe de Estado a través del sistema de justicia, hoy conocido como lawfare (guerra judicial), iniciada en 1992, tenía por finalidad destruir los políticos y los partidos italianos para tomar posesión del Estado y colocarlos a servicio, o bajo control del capital financiero. Ha sido una operación comandada por los grandes señores de la banca internacional, mejor definida como el gran casino global.
Italia se mantenía políticamente estable, con una izquierda fuerte, y económicamente como la tercera potencia industrial de Europa. Estaba fuera y resistente a adoptar el pensamiento único de gestión económica, sistematizado en el Consenso de Washington, que se tornó política oficial del FMI y del Banco Mundial.
Era urgente, entonces, destruir la clase política, domar el poder, imponer gobiernos sumisos.
Según informe del EIR Intligence Review[3], el comando estaba en Londres, a través de la entidad Transparencia Internacional, creada oficialmente en 1993, por el príncipe Filipe[4], del Reino Unido, reuniendo los más destacados banqueros del mundo Atlántico. Entre estos, estaba el economista británico sir John Willianson, que fue del FMI, del Banco Mundial y quien sistematizó el Consenso de Washington, que se tornó cartilla obligatoria para la gestión de las economías en el área hegemónica de los Estados Unidos.
Otro personaje a considerar, el príncipe Bernardo, de Holanda, miembro del partido nazista durante da 2ª guerra; junto con Filipe criaron el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ; los hermanos Marinho, tres en la lista de los más ricos del mundo, propietarios de las organizaciones Globo, a desarrollar papel fundamental en la consolidación del proyecto en Brasil. Involucrada también la Fundación Atlas, que promueve las ideas de Friedrich Von Hayek, fundador de la Sociedad de Mont Pelerin, e inclusive la Open Society Institute de George Soros.
Resumiendo. El objetivo de encuadrar Italia ha sido alcanzado y los resultados fueron y están siendo dramáticos. Desestatización, Privatización, Desindustrialización, Desnacionalización, Precarización, Desempleo, Desaliento, Miseria. Nada diferente de lo que transcurre en Brasil o en la vecina Argentina, y en México más al Norte.
Privatizaron prácticamente todo. Integrada al casino global, sumida en crisis permanente, insoluble de mantenerse en el sistema. Crisis agravada ahora en toda Europa como consecuencia de la guerra que Estados Unidos/Otan traba contra Rusia y China.
Mario Draghi, dirigió todo el proceso de privatización como jefe del Comité de Privatizaciones hasta 2001, cuando salió y fue trabajar para Goldman Sachs, hasta 2005 cuando fue nombrado jefe del Banco de Italia, y en 2011, presidente del Banco Central Europeo, desde donde comanda el descalabro de la Unión Europea.
Entonces queda clara la afinidad entre el Mani Pulite y la Lava Jato. Los objetivos y el comando son los mismos, así como los métodos, adaptados de acuerdo a cada circunstancias y evolución en el tiempo. Hoy, por ejemplo, está más sofisticada con el empleo de las tecnologías de guerra psicológicas y cibernéticas.
Son las revoluciones coloridas contra la corrupción, predicación de moralidad por sectas religiosas, acciones desestabilizadoras de la economía, sintetizada en la máxima: dios, patria, familia y libertad.
Dilma Rousseff debía caer, ser retirada a través de impeachment, así como Lula no podía ser su ministro ni mucho menos candidato a reasumir la presidencia de la República. ¿Por qué?
La respuesta es simple. Está en el B de los Brics.
Brasil, junto con Rusia y China, más India y Sudáfrica, ha sido uno de los impulsores de los Brics como alternativa al sistema quebrado y en decadencia comandado por los Estado Unidos. Lo que se puede esperar del sistema financiero transatlántico es tan solo guerra y crisis.
Está en la S de los Brics, Sudáfrica, y deja claro el porqué de la renuncia del presidente Jacob Zuma, en 2018, forzado por idénticas acusaciones de corrupción, víctima que ha sido el país de un proceso de desestabilización típico de los practicados por los asesinos económicos[5].
El atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en 1 de septiembre de este año (2022), por un sujeto tatuado con los símbolos del Batallón Azov, grupo militar nazi ucraniano utilizado por la Otan en la guerra librada contra Rusia. ¿Por qué Cristina? Es una lideresa que intenta reconstruir Argentina destruida por Macri, electo por medio de la misma fraude que eligió Trump y Bolsonaro, y su país está en la lista preferencial para ingresar en los Brics ampliado.
Estado Unidos necesita mantener Europa colonizada para sobrevivir; tiene que mantener Europa colonizada para sus objetivos de guerra para detener a Rusia, parar China.
Pese a todo, ya no hay más lugar para hegemonías. El mundo cambió. China es la mayor potencia económica y Rusia potencia bélica y los Brics ya se imponen como una realidad multipolar, y en un mundo de cooperación, integración no cabe invasión, ocupación, guerra.
Sin embargo, la Doctrina Biden, deja claro que, para el imperio, tanto China como Rusia y los Brics son los enemigos a combatir
A pesar de eso, por iniciativa de China, se está edificando un sistema alternativo, libre del sistema del dólar, que se funda en la cooperación para el desarrollo y construcción de infraestructura para incrementar el intercambio comercial. Bautizado como Nueva Ruta de la Seda, contempla el Banco de Desarrollo de los Brics, Banco Asiático de Inversión, y un sistema alternativo interbancario fundado en una canasta de monedas locales que tienen como lastro las riquezas de cada país.
Los Brics -Brasil Rusia, India, China y Sudáfrica- representan más de la mitad de población del planeta. Atractivo como es por señalar independencia, estar libre de la tutela del dólar, ya tiene como candidatos a ingresar Argentina y México en Nuestra América, Irán e incluso Arabia Saudita, que hasta hace poco era fiel siervo de los británicos y yanquis.
Los banqueros de la City de Londres y de la Wall Street de Nueva York entraron en pánico.
Priorizaran a Brasil, quizás prejuzgando ser el lado más débil para el proyecto. Cuentan con eficientes servicios de inteligencia y la colaboración de las fuerzas armadas brasileñas, integrando el Comando Sur de Estados Unidos.
La operación de inteligencia para la captura del poder a través de las elecciones de 2018, completó los objetivos de la estrategia. Los militares estaban sedientos de poder y rabiosos por cuenta de la Operación Verdad realizada por los gobiernos civiles, que reveló las atrocidades que perpetraron durante la dictadura de 1964-1985.
Revelado por Dimon, presidente mundial del J P Morgan, el mayor banco de Estados Unidos: llegó a Brasil en 2005 y en 17 años multiplicó por cuatro el volumen de negocios. Ya la receta del banco ha sumado 32,72 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2022, frente a los 29,65 mil millones de dólares en el mismo lapso de 2021.
Los cuatro mayores bancos brasileros (Banco do Brasil, Bradesco, Itaú y Santander), en 2021 tuvieron los más altos lucros de los últimos años, 81,63 mil millones de reales (algo en torno de 16,32 mil millones de dólares), 32,5% mayor que los 61,62 mil millones de reales que obtuvieron en 2020, casi igual a los 82,5 mil millones en 2019.
Así llegamos a la síntesis de los resultados alcanzados con la captura del poder e imposición de la Cartilla del Consenso de Washington en la gestión de la economía: Desestatización, Privatización, Desindustrialización, Desnacionalización, Precarización, Desempleo, Desaliento, Miseria. Se trata de desmantelar también el área científica y de tecnología, para que no haya reacción y la dependencia sea completa.
Estamos en una nueva era. Tempo de descolonización y construcción de independencia con soberanía, sin hegemonías, en que debe prevalecer la cooperación entre los pueblos para el desarrollo en harmonía con la naturaleza. Fuera de eso es el caos, el exterminio.
*Paulo Cannabrava Filho, periodista latino-americano, editor de la revista virtual Diálogos do Sul
[1] EIR – Executive Intelligence Review, Founder and contributing editor Lyndon H. LaRouche, Jr., in https://portugues.larouchepub.com/r/index0425.html
[2] Cambridge Analytica, creada por el magnate Robert Mercel, actuó em el Brexit, en la elección de Trump, de Macri en Argentina y Bolsonaro en Brasil y en procesos políticos en más de 60 países
[3] Executive Intelligence Review Memorando de Circulação Limitada 4 de abril de 2016
[4] Philip, príncipe consorte Duque de Edimburgo, há sido marido de la reina Elizabete II
[5] Confesiones de un asesino económico, libro en que el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional de EUA narra los sucesos alcanzados em acciones de desestabilizaciones política y económica