NICARAGUA. LA IGLESIA DE LOS RICOS, LA IGLESIA DE LOS POBRES

                                                                               Luis Varese

“Por eso mismo usted verá que en este momento el Clero está aliado con los Banqueros yanquis y que por eso han venido muchos canónigos y otras clases de porquerías a las Segovias, predicando mansedumbre en los humildes segovianos, para que acepten la humillación de los banqueros yanquis.” AC Sandino, firma de puño y letra en Mayo de 1931

“Entre Cristianismo y Revolución no hay contradicción”, reza la histórica frase que llevó a millones de cristianos del mundo entero en apoyo a la Revolución Popular Sandinista y a los cristianos y católicos a militar y combatir en el FSLN. No solo no hay contradicción, sino la forma correcta de ser cristianos es ser revolucionario, socialista, solidario, es decir en Nicaragua, ser Sandinista.

Casi desde su fundación la Iglesia católica (como todas las instituciones humanas) llevó en su interior, la contradicción entre el bien y el mal, entre el respaldo a los opresores y la militancia por y con los oprimidos. Desde Pablo de Tarso, San Pablo, que inicia la marginación de la mujer, sacando poco a poco a María Magdalena, militante corajuda junto a Jesús en adelante, existe esa contradicción, inevitable diría yo.

 La Iglesia Católica en Nicaragua, no escapa de ello. Durante un largo periodo la Teología de la Liberación, las Comunidades de Base, el mensaje revolucionario, ocuparon el corazón y la mente de los nicaragüenses, a favor de la lucha contra el somocismo, contra el capitalismo voraz y en esta última etapa contra el neoliberalismo destructivo. Poco a poco las prácticas ecuménicas fueron incorporando a muchas denominaciones a un frente religioso de apoyo a la Revolución.

Minando las bases institucionales de la propia Iglesia Católica, el Papa Woytila y luego el Papa Ratzinger fueron construyendo opciones profundamente reaccionarias no solamente del punto de vista doctrinario y espiritual, sino construyendo en toda Nuestramérica, una institucionalidad ligada a los Banqueros, a la CIA, al Imperio yanqui. Parece exagerado, caricaturesco, pero así es. Se ha evidenciado a la Iglesia Católica llena de santas mujeres y santos varones (al inicio los santos eran elegidos por las masas populares que los seguían, luego su elección se burocratizó y pasó a ser parte del juego de poder.)

Pero, se ha mostrado también llena del espíritu del mal tanto en lo económico (i.e. Cardenal Marzinkus, la logia P2, etc) como en lo ético, moral (la pedofilia), y sobre todo militando en el egoísmo, en la avaricia más profunda, el único pecado que reconocen los Evangelios, y que va contra el mensaje de Jesús, que 2022 años después habla de solidaridad, justicia, igualdad, equidad de género.

Hoy un sector del clero católico nicaragüense,  vuelve a la ofensiva en Matagalpa, en Sébaco. El ataque de los medios de comunicación  de los ricos, es masivo, es mundial. Anuncia persecución contra la Iglesia Católica, cierre de medios de comunicación y una Policía Nacional que saquea las bodegas del pobre curita, para saciar su hambre en el desayuno.

Todo anuncia una  gran ofensiva de los EEUU. Se combina con la amenaza del nuevo No-Embajador yanqui (una especie de Guaidó del Departamento de Estado) porque la Cancillería Nicaragüense le ha quitado el pláceme (el tipo es capaz de querer ir por su cuenta sin permiso y crear un conflicto diplomático serio).

Buscan en Nicaragua el eslabón más débil de la cadena del “eje del mal”. Venezuela no les conviene, petróleo dixit. Cuba hace 62 años que no pueden. Nicaragua con los sectores corruptos  de la Iglesia Católica a la ofensiva, es el objetivo inmediato. Ningún analista serio puede dejar de pensar en esta ofensiva, combinada con Nancy Pelosi, Ucrania, y el inicio contra Nuestramérica.

Con serena precisión, como siempre, el Comandante Daniel Ortega va respondiendo. Va previendo. A la contrarrevolución ya le dio una oportunidad de respetar el orden Constitucional. Hoy están detenidos, de manera absolutamente legal, en el marco del Estado de derecho, varios de los y las principales cabecillas. Hay imágenes televisadas que se repiten ad infinitum, como la salida de las hermanas de la madre Teresa. O la cara deprimida de Dora María Téllez. Hay frases que hacen aparecer una contradicción inter religiosa, entre denominaciones de evangélicos y católicos. Como que en Nicaragua comenzara a abrirse una guerra religiosa. Es un momento indudablemente delicado, pero no sólo para Nicaragua, para el mundo entero.

“Está naciendo en el mundo un nuevo orden que sepulta al imperialismo, que sepulta a los colonialismos, un multipolarismo que se está manifestando de diversas formas”, dice el Comandante Daniel Ortega, y anuncia esa nueva Era. La Revolución Sandinista y el FSLN forman parte de la profecía de Simón Bolívar de la que habló recientemente el Papa Francisco. La profecía de la Unidad de la Patria Grande.

“La era está pariendo un corazón”, dice la canción de Silvio y la Nueva Trova. La era está pariendo un nuevo Mundo Multipolar, un Mundo Policéntrico. Y en ese parto, con nuestro ADN lleno de vida y de amor por la vida, vamos a reconstruir nuestra relación con Gaia, con la Matria, con la Pachamama, con el Planeta Tierra.

Sé que este artículo tendrá reacciones negativas entre mis amigas y amigos más cercanes. Que defiendo un poder “dictatorial” contra la Iglesia Católica y el derecho a la comunicación.

No compañeres y compañedres, defiendo al poder popular elegido libremente, defiendo a la Revolución Popular Sandinista, mantengo  mi posición antiimperialista. Que podía haber sido mejor, sin duda. Pero la “delgada línea roja” es rojinegra y estamos de este lado. Del lado de la historia, del lado de los pobres, de los excluidos.

Es esa iglesia de los ricos quien está al lado del eje del mal, que representa a las lumpenoligarquías que hoy gobiernan al mundo. Puede que no les guste la dupla Daniel-Rosario, pero ellos están militando en la Soberanía, en la Patria, con los excluidos. Eso, si se niega, es que no se conoce lo que ocurre  hoy en Nicaragua.