Por Carlos Ortiz C.
Están ocurriendo hechos polémicos en la política de nuestro país que pone en riesgo una verdadera democracia representativa, no como la que tenemos que solo favorece a los que más tienen que representan a los principales grupos de poder económico y político bien representados en el Congreso de la Republica mientras que los ciudadanos de a pie están cruzando una vida llena de pobreza y exclusión social. La mayoría de trabajadores/as ganan el sueldo mínimo que equivale a un día o medio día de ‘trabajo’ de lo que ganan ministros, congresistas y la alta burocracia del Estado y ni hablar de lo que reciben de propina los jubilados.
En estas fechas del aniversario patrio y de navidad los congresistas reciben sueldo y gratificación de casi 50 mil soles por no hacer nada y por haber entorpecido la labor del gobierno buscando la vacancia e interpelando a los ministros apenas fueron nombrados.
Estas personas colocadas con el aporte de las empresas agrupadas en la CONFIEP no entienden la difícil función de la democracia. ¿Qué es exactamente para ellos la democracia? Es servirse para enriquecerse. No debemos identificar la democracia solamente como una función de las mayorías en contra de las minorías. La democracia tiene demandas complejas, que ciertamente incluyen votación y respeto a los resultados electorales, pero se requiere también protección a las libertades, respeto a los derechos legales y la garantía al libre debate y la difusión honesta sin censura de noticias y comentarios.
Ciertamente, hasta las elecciones pueden ser seriamente defectuosas si se llevan a cabo sin haber dado a las diferentes corrientes la oportunidad adecuada para presentar sus opiniones, o si se restringe la libertad del electorado para obtener noticias y considerar las mejores opciones para el desarrollo del país.
Este congreso mayoritariamente compuesto por partidos que casi no existen porque solo tienen propietarios representados por personas económicamente solventes y que son las que se han agrupado en el Congreso para evitar cambios estructurales que permitan que la mayoría de ciudadanos de a pie se vean favorecidos con políticas de Estado y no de gobierno como lo que ha ocurrido en los gobiernos anteriores.
No permiten una asamblea constituyente, defienden una constitución elaborada por la dictadura del mafioso y ladrón Fujimori que impide al Estado intervenir en las decisiones que toman en contra de las mayorías como la subida de los artículos de primera necesidad controladas por estos grupos de poder económico que con la pandemia se han enriquecido más y con la subida del petróleo a nivel internacional han aprovechado para subir al doble los productos de primera necesidad que tenían almacenados durante mucho tiempo en la crisis sanitaria.
Esperemos que la nueva mesa directiva del congreso mejore su labor y no se vaya con más del 90% de las encuestas que señalan que este Congreso ha sido el peor de la historia y que la mayoría de ciudadanos piden que se cierre.
4Florentino Atenogenes Canales, Iván Valcarcel y 2 personas más1 comentario2 veces compartidaMe gustaComentarCompartir