BRASIL. LA ESTANFLACIÓN EN UN PAIS CON HAMBRE

Estanflación en un país con hambre y más grande exportador de granos

Las soluciones deben exigirse a los candidatos a la presidencia


Nadie va al centro de la cuestión.

La crisis es estructural, sistémica

Paulo Cannabrava Filho

¿Tendrá Brasil llegado al hondo del pozo? No, porque ese pozo no tiene fundo y puede empeorar
hasta volverse inviable. El Haití es aquí. Obra de las élites históricas agravada por el
neoliberalismo y, para hundir todavía más, regreso al estado colonial.

Sumisión ciega al nuevo amo, colonia de Estados Unidos

.Inflación fuera de control.
Eso es la realidad, y estamos volviendo a tener la economía indexada. Los más jóvenes, pregunten a sus padres y abuelos lo que es vivir en una economía indexada, ser llamado para ser un fiscal de Sarney, ir a los mercados registrar los precios de los productos.

El mayor problema son las cuatro décadas de recesión. Estagnación económica más inflación
= estanflación. Las consecuencias las estamos viviendo, son dramáticas.Encuesta Nacional Sobre Seguridad Alimentaria en el contexto de la pandemia de Covid-19, 122 millones de brasileños en la precariedad e inseguridad alimentaria.

Regresamos al mapa del hambre: un retroceso inédito, 33 millones de personas con hambre grave, el mismo número de 1990, después de haber salido del mapa del hambre en 2014. 58,7%, casi 60
por ciento de población, seis de cada diez personas sin seguridad alimentaria, sin empleo, sin
esperanza.¿Quién pagará esa cuenta?

Es una agresión innominable. La pancada afectó hasta la Globo News que ha dedicado casi una
hora de su programación sobre el tema y ha llamado para el debate gente seria que conoce el
tema, como Fausto Augusto Júnior, director del Dieese[1], nunca antes oído por la emisora. La
prensa hegemónica también ha tenido que noticiar y comentar. Pero ya no se habla más de eso.

Las secuelas del hambre y de la alimentación no adecuada son terribles y afecta las generaciones
futuras. El QI promedio de los hijos es hoy inferior al de sus padres; mientras el QI promedio en la mayor parte de los países del mundo ha aumentado, en los últimos 40 años, más de 10 puntos, en Brasil ha caído 5 puntos. QI promedio de 86, inferior al de Portugal, 95 o de Argentina, 93.

Getúlio Vargas soñaba con Brasil ser el granero del mundo, es decir, capaz de suplir de comida la
humanidad. Brasil ya alcanzó casi que completa autosuficiencia alimentaria; hoy estamos lejos de ofrecer seguridad alimentaria. Eso en un país prácticamente dominado por el agronegocio

Dicen que el agronegocio sustenta al país. Una gran falacia.La zafra total de granos prevista para
este año es de 269,3 millones de toneladas, proporcionando una receta em 2022 de US$ 120 mil
millones y generó un superávit de US$ 105,1 mil millones. Eso en la balanza comercial.

Sin embargo, en los demás sectores el déficit fue de menos US$ 41,8 mil millones, reduciendo el
superávit a US$ 61,2 mil millones. En la balanza de pago, aquella con todas las transacciones,
registró un déficit de US$ 27,7 mil millones.

Brasil es hoy el mayor productor de soya del mundo

En 2021 tuvo el récord histórico en la zafra de soya, con 139 millones de toneladas, 86 millones
exportados y 48 millones de toneladas procesadas. Este año esperan cosechar menos, algo en
torno de 122 millones de toneladas, un récord. De los 73 millones de áreas cultivadas en el país, la soya ocupa 38,6 millones, área más grande que un país como Italia y cuatro veces más grande que Portugal.

El valor de la saca de soya gira en torno de R$200 para menos, pudiendo las ventas llegar a
R$ 353,8 mil millones.

Se volvió el principal producto de exportación. En el acumulado del año, de abril de 2021 a abril
de 2022, fueron exportadas 24,1 millones de toneladas de soya en grano con una receta de
US$ 12,6 mil millones; harina de soya: 5 millones de toneladas con receta de US$ 2,3 mil millones; y el aceite de sayo, 500 mil toneladas con receta de US$ 800 millones.

Total de la exportación de soya US$ 15.7 mil millones con el dólar a R$ 5, algo em torno de
R$ 78,5 mil millones.

Hay que ver la poca importancia de eso.

En 2021, Brasil alcanzó el récord en importación de abonos y fertilizantes al costo de US$ 15.136
mil millones, 89% más que el gasto en 2020, teniendo como principales proveedores Rusia, China e India.

Para mantener ese récord de producción de granos, Brasil se volvió el más grande consumidor
mundial de defensivos agrícolas, léase venenos, como herbicidas a base de glifosato, glufosinato
dicamba, 2,4 D y atrazona; e insecticidas a base de cialotrina, bifentrina y lambda.

En mayo de 2022 el gobierno liberó la importación de esos venenos por el hecho de Rusia, China e India no atendieren al aumento de la demanda.

Segundo CNN Business, el valor de mercado de los defensivos aplicados aumentó 17,4%, pasando de US$ 12,48 mil millones para US$ 14,65 mil millones.

La soya representó 53% de ese valor, US$ 7.779 mil millones[2].El año pasado, en sus múltiples
aplicaciones de veneno agrícola, el agronegocio ha tratado área correspondiente a 1,88 mil
millones de hectáreas, área mayor que Rusia que ocupa el mayor territorio del globo, 1,7 mil
millones de hectáreas.

En 2020 han sido incorporados al área con tratamiento, 204 millones de hectáreas, mayor que los
territorios de Venezuela e Colombia juntos[3]

Desestatización, desindustrialización y desnacionalización del parque industrial está en la raíz del desempleo crónico que alcanza ya mitad de la población activa. La participación del sector
industria en el PIB en 2021 fue de 11,3%, igual a la de 1953, cuando registró 11,4%. El pico fue
alcanzado en los comienzos de los años 1990, de 21,8%.

Uno de los más graves problemas para la retomada del desarrollo es la falta de preparo de los
jóvenes con 15 años. Triste. La juventud sale de la escuela sin saber nada. El analfabetismo
funcional, de 70% de la población, alcanza hasta personas con graduación en universidad.
Médicos e ingenieros hay que nunca han leído un libro.No hay como salir de la crisis dentro de ese modelo.

Inflación de los alimentos y los productos básicos

Según Dieese, el salario mínimo de R$ 1.212, fue reajustado de acuerdo con la inflación en relación a 2021, o sea, 10,06%, pero los alimentos, en ese mismo período aumentaron 14,8% en marzo
comparativamente a marzo del año anterior. Para atender a las normas pelas cuales fue creado el salario mínimo debería ser por lo menos R$ 5 mil, algo en torno de mil dólares. Mientas la renta
promedio del 1% de los brasileños más ricos es de R$ 15,940, la renta promedio de los demás se
redujo a R$ 1.353, siendo menor todavía en el Norte, R$ 871, R$ 843 en el Nordeste y R$ 1.656 en el Sur.

Eso significa que hay 106 millones de brasileños viviendo con menos R$ 13,83 al día.La inflación
de los alimentos, medida en febrero, fue de 13% para un índice general de 9%, oficial, que luego
llegó a 12% registrado en fines de mayo. El “plato hecho”, consumido en los bares aumentó de
23% a 100% las más caro.

Una comida completa no sale por menos de R$ 100; la carne sumió del plato en la comida más
sencilla se puede encontrar por R$ 80.

La canasta básica con lo mínimo indispensable, 28 productos, no se encuentra por menos de
R$ 250; una más completa cuesta más de R$ 400.Son números relativos que enmascaran el efecto del aumento en la cotidiano de las familias. Las compras en los supermercados se han vuelto más caras y más cara todavía el mantenimiento de una moradla, puesto que el agua, el gas y la luz
subieron a las alturas estratosféricas, después de privatizados los servicios.

En un año, entre abril de 2021 y abril de 2022, el gas para cocinar ha subido en la refinería 38.7%.
Un absurdo, considerando que se extrae a precios más bajos del mundo. La bombona que estaba a R$ 85 em abril de 2021, llegó a R$ 109 em abril y a R% 150 o más en junio. La energía eléctrica
tuvo aumento autorizado de 24%.

Gasolina, en 12 meses hasta abril, 31,22%, etanol 43,11% y diésel 53,58%. En las gasolineras,
gasolina y diésel a precios récord entre R$ 7 e R$ 8.

El gobierno anuncia remiendos, como la reducción del IPI, el impuesto cobrado en los estados,
medidas paliativas que solamente transfieren el problema para 2023.

Los productos de limpieza subieron entre 10% y 30%, en un promedio de 13%, los más altos en
relación a 2021; jabón en polvo, 13,17%; absorbentes 52,14%, dentífricos, 39,33%. La canasta
básica de productos de higiene y limpieza no se logra por menos de R$ 150.Tomate que vale oro – hay más de 100 especies de tomate-  en Brasil los más consumidos son ocho

En 2014, un periódico mostraba que el quilo de tomate estaba más caro que el quilo de filé,
R$ 34,99 para el vegetal y R$ 24,90 el filé. En abril de 2022 estaba 94,5% más caro que en el mismo mes del año anterior; la zanahoria ha aumentado 160%.Vejamos algunos precios aislados de
productos que no pueden faltar en una casa:·      Café                 72%·      Azúcar             46%·      Óleo de soya   24%

Nadie va al cerne de la cuestión. La crisis es estructural, sistémica

La prensa hegemónica, controlada por el capital financiero, oye especialistas para intentar
explicar tanto a alza de precios como la crisis económica. Uno tiene ganas de llorar. Son unánimes en poner la culpa en tres elementos: Pandemia de Covid-19, Guerra en Ucrania y Calentamiento Global L

La pandemia nos afecta hace dos años; la guerra no tiene un año y el calentamiento estamos
conviviendo con él y nada haciendo para detenerlo hace décadas. Estamos hace cuatro décadas
en crisis. No hay como dejar 100 millones de personas en la miseria del día para la noche.Nadie va al centro de la cuestión. La crisis es estructural, sistémica.

Seguridad alimentaria se adquiere con planificación de la producción agrícola.No es preciso
acabar con el agronegocio; por el contrario, hay que planificarlo también y procurar agregar valor al producto de exportación; no solo exportar productos primarios, sin valor agregado. Hay
también que tributar al sector y cobrar las deudas no pagadas

Extractivismo es colonialismo.

Nacionalizar el agronegocio también podrá dar resultado. Hasta los años 1990 aún había grandes
trades nacionales comercializando las commodities, hoy día sólo hay empresas transnacionales. Las decisiones son tomadas afuera. Es preciso retomar o control sobre los centros de decisión. Es una cuestión de soberanía.

(*) Paulo Cannabrava Filho es periodista latinoamericano y editor de Diálogos do Sul

[1] Departamento Intersindical de Estudos Econômicos e Sociais, organismo de asesoramiento de los sindicatos.[2] https://www.cnnbrasil.com.br/business/setor-de-agrotoxicos-do-brasil-antecipa-negocios-para-garantir-insumos-de-22-23/https://www.bloomberglinea.com.br/2022/05/11/nova-area-de-defensivos-agricolas-no-brasil-tem-o-tamanho-da-venezuela-e-colombia/Paulo Cannabrava Filho Visite: www.dialogosdosul.org.br A Revista Virtual Alternativa do SulResponderReenviar