ISRAEL. VIOLENCIA INADMISIBLE

editorial de La Jornada, sábado 14 de mayo de 2022

La policía de Israel arremetió ayer contra los dolientes que asistían
al funeral de la periodista palestino-estadunidense Shireen Abu Akleh.
Los agentes golpearon con garrotes a quienes participaban en el acto
multitudinario y provocaron que los portadores dejaran caer el
féretro. Asimismo, acordonaron el hospital donde se encontraba el
cuerpo de Abu Akleh y dispararon gases lacrimógenos contra
manifestantes. La propia policía afirmó que se vio forzada a
intervenir porque la muchedumbre coreaba incitación nacionalista y
arrojó piedras.

Shireen Abu Akleh era una veterana reportera que durante las últimas
tres décadas cubrió la ocupación militar israelí de los territorios
palestinos, con momentos clave como la segunda intifada, la muerte de
Yasser Arafat, el sitio de Jenin en 2002 y las reiteradas incursiones
contra Cisjordania. Realizó su trabajo en la agencia para los
refugiados palestinos de la ONU, Radio Voiceof Palestine, Amman
SatelliteChannel, MoftahFoundation y Radio Monte Carlo, hasta que en
1997 llegó a la cadena catarí Al Jazeera. El miércoles se encontraba
destacada por ese medio en el campo de refugiados de Jenin para cubrir
una redada del ejército israelí, cuando recibió un disparo de bala en
la cabeza, a resultas del cual murió poco después en el hospital.

El primer ministro de Israel, Neftali Bennett, declaró quehubo un
intercambio de tiros entre las fuerzas de seguridad y sospechosos, y
sostuvo que la periodista probablemente murió por disparos efectuados
por palestinos; el jefe de las fuerzas armadas, teniente general Aviv
Kohavi, afirmó que no estaba claro quién disparó, y el ministro de
Defensa, Benny Gantz, manifestó que estamos tratando de averiguar qué
sucedió exactamente, aún no tengo conclusiones finales. Sin embargo,
Alí Samudi, colega de Shireen Abu Akleh que se encontraba presente y
también fue alcanzado por una bala, aseguró que no había combatientes
palestinos presentes cuando dispararon contra los representantes de la
prensa, versión corroborada por otros periodistas ubicados en el
lugar. Todos ellos portaban chalecos y cascos que los identificaban
plenamente como integrantes de la prensa.

El asesinato de Shireen Abu Akleh exige un esclarecimiento sin
dilaciones y el establecimiento de responsabilidades. Sin importar
cuáles sean los resultados de las indagatorias, no puede pasarse por
alto que este episodio de violencia sólo fue posible en el marco de la
agresión continuada e inhumana de Tel Aviv contra el pueblo palestino:
la presencia misma de soldados israelíes en Jenin, y en toda
Cisjordania, es una violación flagrante al derecho internacional y a
las resoluciones de Naciones Unidas, y constituye un inadmisible acto
de ocupación. Prueba del nivel de opresión que padece la comunidad
palestina está en que ni siquiera pueda expresar sus reivindicaciones
sin incurrir en la violencia ciega de las fuerzas ocupantes, como se
hizo patente durante las exequias.

Está claro que el único camino para evitar la repetición de sucesos
tan lamentables como los de esta semana pasa por el reconocimiento de
Israel al Estado palestino y el establecimiento de un diálogo de paz
en pie de igualdad entre ambas partes y apegado a la legalidad internacional.

tomado de: https://www.jornada.com.mx/2022/05/14/edito