CONVERSOS. EL ÚLTIMO PUNTERO MENTIROSO
José Luis Ayala
Se llama converso a quien realiza una conversión religiosa o se incorpora a una creencia religiosa con distinto credo, creencias, principios y prácticas. Se llama también renegado o apóstata, cuando un militante renuncia a un determinado credo político y se pasa a una agrupación contraria. El converso es un incondicional dispuesto a traicionar a sus antiguos camaradas. Ahora el converso político aparece en un acto público mediante el cual se presenta, como si se tratara de un hecho ejemplar, de una proeza cívica. El converso político carece de principios morales y éticos. No tiene vergüenza de presentarse como si se tratara de una persona digna, ejemplar.
El converso político es mucho más peligroso de todos los infieles. Está dispuesto a cumplir tareas asignadas por el destino como lo hizo Judas. Es un traidor, un indigno, renegado, desleal, desertor, delator, un alcahuete, un felón que no tiene perdón. Nadie confía en el último puntero mentiroso, no importa que haya logrado que el Perú llegara a participar en el último Mundial de Fútbol. ¡Qué vergüenza que algunos jugadores de fútbol se hayan vendido por un puñado de dólares! Nos han humillado a 35 millones de peruanos honestos. Sobre todo denigrado en referencia al patriotismo y ejemplar conducta de José Gabriel Túpac Amaru II, Micaela Bastidas, José Fermín de Sata y Busy, Miguel Grau, Alfonso Ugarte, Francisco Bolognesi, César Vallejo, José María Arguedas, Gamaliel Churata y Javier Heraud.
El primer converso fue San Pablo llamado Apóstol de los gentiles. Luego llegó San Agustín llamado Padre y doctor de la Iglesia Católica. Enseguida San Francis de Asís, San Ignacio de Loyola, Carlos de Foucauld, el cardenal Jhon Henry Newman, Thomas Merton, Josefina Bakhita, Etty Hillesum, Magdi Cristiano, Norma McCorvey, José María Zavala, Tony Blair, etc.
El primer traidor y converso entre nosotros fue Felipillo. Entendió que lo necesitaban tanto Pizarro como Atahualpa, de modo que podía manipular las traducciones de acuerdo a sus intereses. La República se inició con la presencia de un personaje que no ha sido juzgado: José de la Riva Agüero. Traicionó a Bolívar, a la República y se entendió con los españoles. Fue el primer golpista, pero la historia oficial se ha esmerado para presentarlo como un patriota ejemplar. Nada más falso. El caso de Manuel José de Goyoneche es distinto, fue un general arequipeño con mentalidad colonial que ordenó asesinar a los patriotas que conformaron la Junta Tuitiva de la Paz en 1809.
Eudocio Ravines Pérez fue un notable comunista, hasta que fue captado por la CIA y decidió ser un converso. Empezó a “desmariateguizar” el Partido Comunista, afirmando que Mariátegui no era proletario ni leninista. Luego trabajó con Pedro Beltrán Espantoso, murió en México de una manera extraña como acaban los traidores que ya no sirven. Otro converso fue Juan P. Luna que siguió el sinuoso camino de Ravines. Los últimos conversos son: El cura Salomón Bolo Hidalgo, expulsado del Ejército y deportado por Odría recaló en Argentina. El general César Pando Egúsquiza lo invitó para fundar el Frente de Liberación Nacional (FNL). Las elecciones fueron anuladas por un golpe militar y los opositores enviados a la Colonia Penal El Sepa, el cura Bolo reclamó de diversas maneras la libertad de los presos políticos. Visitó la Unión Soviética y China. Tenía fotos con el “Che” y Fidel Castro. Luego de la insurgencia del general Velasco, se unió el extrotskista Ismael Frías Torrico.
Luis Felipe Angell, “Sofocleto” fue militante izquierdista. Destacó por sus actos reñidos con la moral, ética y honradez. Nadie creía lo que decía, engañó a Fidel Castro, recibió dinero para “financiar la revolución” en el Perú a cuya causa traicionó. César Acuña Peralta, ahora aliado de Keiko Fujmori, fue candidato para una diputación por Izquierda Socialista, agrupación liderada por Alfonso Barrantes Lingán. Acuña, sin embargo, no es un intelectual ni estadista, es un gestor de títulos universitarios. Otros conversos y punteros mentirosos pero de menor jerarquía son: Ventura Zegarra, Víctor Andrés Ponce, Dante Vera, Nicolás Terrerros, Julio Portocarrero, varios etcéteras.
Uno de los conversos y que no será el último es Fernando Rospigliosi Capurro, “comunista convicto y confeso”. Estudió en la Facultad de Ciencias Sociales de la PUCP y graduó en sociología. Fue Ministro del Interior en el gobierno de Toledo. De repente no más aparecieron otros conversos orgullosos y oportunistas como Máximo San Román y Rómulo Mucho Mamani. Pero ninguno alcanza la talla del converso mayor como es Mario Vargas llosa. Los jóvenes deben saber que esta clase de gente apareció en la historia de la humanidad con Judas. El libro “Historia de conversos peruanos”, algún día se escribirá. Los conversos son un ejemplo de lo que no deben ser los ciudadanos con valores éticos, morales y políticos. Carlos Bruce es sin duda el último puntero mentiroso. Pero tiene que cuidarse de un autogol.
José Luis AyalaLos invito a visitar mi blog personal El cholo Ayala: http://elcholoayala.blogspot.com/