CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Por ALFONSO TORRES VALDIVIA
La disputa por la presidencia de la república está entrando a su etapa final. Es cierto que Keiko está subiendo en las encuestas. Pero cuánto dinero ha invertido la derecha mercantilista. Han usado todos los métodos antirreglamentarios. Incluso es probable que hayan hecho ofertas a las familias que invadieron el terreno en Lomo de corvina. Si Castillo se hubiera acercado a ellas, lo hubieran estigmatizado. La prensa, sus jueces y hasta el JNE hubieran entrado en escena.
Pero los asesores de Keiko han cometido un solo error. Mostrar el equipo que trabajará con ella. Que dirigirá el destino de nuestra patria por 5 años. En su mayoría tienen problemas en su pasado. Es decir, se los conoce, desde los 90 no por sus buenos oficios, sino por sus pecados. Que no son veniales sino mortales. Confían en que la memoria de los peruanos no es buena, y algunos, son inmunes al vómito.
En estos momentos, se está entrando a un terreno de aguas movedizas. Un paso en falso será mortal. Pero en el transcurso de las propuestas se están desnudando intereses que no podemos dejar pasar. La postura de los candidatos Pedro Castillo y Keiko Fujimori con respecto a la ciencia y la tecnología. El científico de energía nuclear Modesto Montoya es claro. El fracaso de Venezuela. Su fracaso se debió a que no apostaron por el futuro. Lo hicieron por un producto natural: PETROLEO. Al Perú le está ocurriendo lo mismo, apostamos por un solo producto: COBRE.
Ahora tenemos que evaluar a los dos candidatos con preguntas que tienen que ver con el futuro. ¿Cuál es su propuesta frente a la ciencia y la tecnología? Cada uno de ellos tiene una postura diferente con respecto a ese punto. Castillo ha conversado con el científico Modesto Montoya y lo ha escuchado. Este, con palabras claras y sencillas, le ha dicho: Un país tiene que invertir en la ciencia y la tecnología. No puede dedicarse a comprar tecnología del extranjero. Tiene que crear su propia tecnología para salir adelante. Para lograr su independencia. Para no convertirse en Venezuela. El cuco del que tanto habla la derecha mercantilista.
Llama la atención la postura de Keiko. No ha llamado a los científicos ni intenta escucharlos. Su discurso, ella que tanto abomina a los populistas es dos veces superior al del partido aprista en los 80. Pero lo más deplorable es el equipo con el cual piensa gobernar. Según ella, es de primer orden y con ellos está asegurado una buena gestión gubernamental. Olvida u obvia que su equipo es un barco con muchas grietas y hace agua por todos lados. Los conocemos de los años 90 y su pasado es vergonzante. Pero esto parece no incomodarle. La derecha mercantilista es astuta. La ha empujado a que desentierre cadáveres políticos. No quiere involucrarse prestándole sus técnicos. Claro que por lo bajo, sigue apostando por ella. Le da consejos. Seguir comprando tecnología en el extranjero, es uno de ellos. No les importa seguir dependiendo de la tecnología de otros países. Desarrollar una tecnología propia no figura en sus planes. Nunca lo ha estado. La compra de tecnología en el extranjero, es requisito indispensable para seguir apoyándola. Una desviación y se alejarán de ella, y la acercarán al fiscal: José Domingo Pérez. Ese es el trato.
Cuesta creerlo. Pero este es un momento clave en la historia del Perú. Necesitamos un cambio. Es el clamor popular. Esta pandemia ha desnudado los puntos flacos de nuestro sistema. Dependemos de los extranjeros para sobrevivir. Vivimos de espaldas a la ciencia y la tecnología. Nuestros dirigentes ni se dan por enterados. Eso es un suicidio. Dependemos de los minerales, del cobre en especial, y cuando este baje, la crisis será catastrófica. Peor a los años en que el APRA estatizó los bancos.
Escuchar a los científicos no es mala idea, lo malo es cerrar los oídos al consejo de ellos. Lo que está en juego es el futuro de nuestros hijos. Dependemos de los minerales, especialmente del cobre y lo hemos vendido a precio de chatarra, prácticamente lo hemos regalado. ¿Qué hemos ganado con la venta de empresas y minas? Que se enriquezcan unas cuantas familias y la familia Fujimori figure entre las más ricas del mundo.
Pero lo peor del caso es que Keiko no apuesta por la ciencia y la tecnología. Ni se tome el trabajo de llamar a los científicos peruanos que la podrían asesorar. Su mente y su discurso, está supeditado a lo que piensan los mercantilistas, que solo compran tecnología y hace que nuestros científicos migren y otros países se beneficien con su aporte. Son gente con doctorado y maestría en Francia y Alemania y los estamos ninguneando. Nadie es profeta en su tierra.
La venta de minerales y la compra de tecnología da dinero rápido es cierto. Pero no es sostenible en el tiempo. Otra pandemia como la que estamos viviendo y medio Perú desaparece. Es como lo que nos ocurrió en la guerra con Chile. Muchos de nuestros soldados estaban desarmados. Otros, tenían fusiles y carecían de bayoneta y balas. Una locura. Este momento necesita una evaluación. Cabeza fría. Si no pensamos en el futuro, podemos revivir la pesadilla de nuestros abuelos. Necesitamos imitar a Francia, Inglaterra, Alemania y España que si tienen tecnología y la exportan.
En nuestro país los mercantilistas, esos que viven de la teta del gobierno, no revisan la historia ni las fuentes orales. Ignoran el drama que vivieron sus abuelos cuando el enemigo les pidió cupo y violó a sus hijas. Un país rico como el nuestro, con gente que se enfrentaba a los cañones enemigos con piedra y palo, por sus pésimos líderes que se arrodillaron para que no le corten el cuello, conoció el infierno.
Pero nuestros líderes no aprenden. Los extranjeros, con ayuda de embaucadores, nos han metido en el cráneo, una idea nefasta, que somos un país minero. Exportador de materias primas. Compradores de la tecnología de punta. ¿Pero no fabricamos nada? La ciencia y la tecnología es una palabra abstracta para nuestros dirigentes. Castillo ha dado unos pasos para acercarse a los científicos. Esa es una buena señal. ¿Pero Keiko y su equipo? En la luna de Paita.
El problema más grande es que ese descuido no es por ignorancia. Ni por autosuficiencia. Obedece a pensamientos mezquinos de cómo hacer dinero rápido, sin pensar en el Perú ni su gente.
