LA INDISCUTIBLE VIGENCIA DE CARLOS MARX

Murió el 14 de marzo de 1883 dejando un sistema de ideas y la doctrina que reunió las tres principales corrientes ideológicas del siglo XIX, que tuvieron por cuna los tres países más avanzados de la humanidad hasta ese momento: la filosofía clásica alemana, la economía política clásica inglesa y el socialismo francés, unido a las doctrinas revolucionarias francesas en general.

José Luis Córdova. Periodista. Santiago. 04/05/2021. / Tomado de elsiglo.cl

Al conmemorarse el bicentenario del nacimiento del filósofo y político alemán Carlos Marx, su obra permanece vigente y sus ideas son estudiadas y abrazadas por sucesivas generaciones de pueblos de todo el orbe que buscan mejores condiciones de vida y un mundo mejor para el futuro.

En medio del trascendental momento histórico que vivimos en Chile por el proceso constitucional en marcha, sus ideas se hacen patentes y vigorosamente actuales en busca de un pacto social para nuestro país.

Marx nació el 5 de mayo de 1818 en Treveris, ciudad de la Prusia renana, estudió en las universidades de Bonn y Berlín siguiendo la carrera de Derecho, estudiando sobre todo Historia y Filosofía. Hizo su tesis sobre la filosofía de Epicuro y era todavía un joven idealista hegeliano, aunque en Berlín se aproximó a los hegelianos “de izquierda”, que intentaban sacar de la filosofía idealista de Hegel, conclusiones ateas y revolucionarias, sobre todo a través del método de la dialéctica para indagar en el conocimiento de la realidad.

Comenzó a colaborar en el periódico de oposición “La Gaceta del Rhin” con la que fue imponiendo una tendencia democrática revolucionaria que terminó con reiteradas censuras y finalmente su cierre por parte del régimen autoritario. En 1843 se trasladó a París para editar una revista más radical “Anales franco-alemanes”, que sólo publicó un ejemplar y al año siguiente conoció a Federico Engels para posteriormente ser expulsado de Francia e instalarse en Bruselas donde se afilió a la Liga de los Comunistas, organización que le confió junto a Engels, la redacción del Manifiesto Comunista que vio la luz en febrero de 1848. Fue expulsado de Bélgica después de la revolución del 48 y se estableció en Colonia, donde reeditó “La Gaceta del Rhin”.

Después de la caída de la Comuna de París (1872), como integrante de la I Internacional desarrolló intensos estudios teóricos y comenzó a escribir su obra fundamental “El Capital”, que dejó inconclusa y la culminara Engels.

Murió el 14 de marzo de 1883 dejando un sistema de ideas y la doctrina que reunió las tres principales corrientes ideológicas del siglo XIX, que tuvieron por cuna los tres países más avanzados de la humanidad hasta ese momento: la filosofía clásica alemana, la economía política clásica inglesa y el socialismo francés, unido a las doctrinas revolucionarias francesas en general.

En su discurso ante la tumba de su amigo Marx, Engels expresó: “Marx descubrió la ley del desarrollo de la Historia humana: el hecho, tan sencillo, pero oculto hasta que él bajó la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc. que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o de una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo”.

«Pero no sólo esto -agregó Engels- Marx descubrió la ley específica que mueve el actual modo de producción capitalista y la sociedad burguesa creada por él. El descubrimiento de la plusvalía iluminó de pronto estos problemas mientras que todas las investigaciones anteriores de los economistas burgueses como de los críticos socialistas, habían vagado en las tinieblas”.

La consecuencia y la unidad sistemática que hasta los adversarios de Marx reconocen en sus ideas, que en conjunto representan el materialismo moderno y el socialismo científico moderno como teoría y programa del movimiento obrero de todos los países civilizados del mundo.

El fundador del movimiento obrero y del Partido Comunista de Chile, Luis Emilio Recabarren, aplicó en la práctica el marxismo para nuestra realidad que hoy se confronta a un mundo que pretende tener una explicación globalizada y única del pensamiento, desplazando las ideas revolucionarias de transformación social encarnadas por Marx hoy en día totalmente vigentes.