LULA LIBRE AGITA COMPLICADO ESCENARIO POLÍTICO BRASILEÑO

Lula  libre agita el complicado escenario político

Paulo Cannabrava Filho

Tuvimos en secuencia los hechos jurídicos que hicieron posible el resurgimiento del expresidente Lula como legítimo candidato a presidencia de la República. No solo los procesos contra él fueran anulados, como se comprobó la utilización del aparato judicial para apartarlo del pleito del 2018, así como la intención de mantenerlo preso e inhabilitado para el juego político por ser condenado, tener “ficha sucia”.

Lula es candidato y eso cuenta. Cuenta porque, pese a toda la persecución sufrida, aún aparece en las encuestas como el único que puede enfrentar a Bolsonaro y vencerlo. Es el único también en condiciones de liderar un frente amplio. Para sufrimiento de muchos, pero es la realidad.

Lo que tenemos en el momento es muy caótico, por lo tanto cualquier intento de sacar conclusiones puede ser frustrante. La realidad es la acumulación de crisis: crisis política, crisis económica profunda, y descalabro sanitario provocado por la Covid 19. Más de 3 mil muertes por día hizo con que empresarios y hasta banqueros se movilizaran para que el gobierno cambie de actitud. Incluso hubo amenaza formal del presidente de la Cámara Federal con abrir proceso de impeachment del presidente.

Eso se refleja en las encuestas. La evaluación de malo y pésimo, para el gobierno Bolsonaro, subió para 52%, mientras la de optimo y bueno cayó para 24%. Además, 54% desaprueban su gobierno mientras sólo 32% aprueban.

Acorralado, Bolsonaro creó un Comité de Crisis con siete gobernadores siendo seis aliados suyos y adeptos de sus ideas. Es una iniciativa que debería haber sido tomada por el Congreso, es decir, Cámara y Senado en conjunto, puesto que la situación es más que de emergencia, es de guerra.

2020 ha sido un año perdido, 2021 no tiene como ser distinto, completando tres años de PIB negativo. Desde el punto de vista de la economía, 2022 será aún peor si se mentiene el modelo de gestión económica.

En ese escenario de caos, los partidos políticos están a discutir y a movilizar a su gente para las elecciones de 2022.  Lo que se espera es que los partidos presenten planes de cómo salir del despeñadero.

En ese momento aumenta el rechazo a la candidatura de Bolsonaro sin que surjan otras alternativas que puedan sustituirlo y aún enfrentarlo. Pero hay que considerar que él ya asumió una postura de quien está conduciendo el combate al virus y eso puede cambiar.

Están en los medios dos encuestas electorales interesantes. En ambas, entre todos los presidenciables, Lula es el que tienen menor rechazo y mayor opción de voto y como el único capaz de derrotar a Bolsonaro en una segunda vuelta. No hay como escapar de eso.

En la encuesta realizada por Poder Data 360:

No votarían de ninguna manera: en Dória, 65%; en Moro 60%; en Bolsonaro 54%; en Lula 40%.

Ciro Gomes quiere ser el antipetista y el antibolsonarista al mismo tiempo. No resulta. Tiene 40% de rechazo y 8% de las intenciones de voto. Ni la suma con los 6% de intención de voto en Dória, tendría chance. Este a su vez es campeón en rechazo, 65%.

Según Poder 360, si la elección fuera hoy, Lula tendría 34%, Bolsonaro 30%, Moro 6%, Ciro 5%, Dória 3%, los demás entre 1% y 2%; nulos y blancos 10%, una buena señal, bien abajo de las últimas elecciones.

En la encuesta de la revista Fórum, en escenario con solo cuatro candidatos, Lula tendría 31,2, Bolsonaro 30,7%, Ciro 7,4%, Dória 6,4%. En ambas las encuestas, considerando una margen de error la realidad es de empate técnico.

En la encuesta Fórum con más candidatos, aún con la dispersión de votos, la situación sigue empatada entre los dos candidatos,, pero con ventaja para Bolsonaro. Lula 17.1%, Bolsonaro 29,2, Moro 7,8%, Huck 6,8%, Dória 4,9%, Amoêdo 1,6%, Boulos 1,5% y Dino 0,2%

Como se ve, la dispersión de votos en nada favorece a las fuerzas democráticas. En los escenarios sin la candidatura de Lula, Bolsonaro gana de todos. Entonces estamos ante el hecho de que apoyar la candidatura de Lula se ha tornado una obligación para los que se dicen demócratas. No hay otra alternativa.

En una segunda vuelta electoral, registra la revista Fórum, la victoria de Lula sobre Bolsonaro sería de 38% contra 33%.

Ambas las encuestas demuestran también que las mujeres no quieren a Bolsonaro. En la encuesta de la Forún, Lula vence de 45,6% contra 24,6% de Bolsonaro. Entre los hombros, Bolsonaro vence de 55,1 contra 29,4%.

Es bueno porque las mujeres pueden influenciar a los jóvenes, en que una buena parte aún acredita en el mito. En la clase media, en la franja de 5 a 10 salarios mínimos, Bolsonaro gana de 48% a 23%.

Los tucanos (militantes del PSDB de Fernando Henrique Cardoso y Dória), oportunistas, sin votos y sin cuadros, pretenden colgarse en el expresidente Lula para sobrevivir. No valen nada. Hay que agradecerles el apoyo que puedan dar y nada más. Hay que dejarlos que compongan en el frente amplio por la democracia, peso sin costo alguno. No se puede hacer compromiso alguno con los tucanos. Son traidores de la patria. Fueron los tucanos que iniciaron el desmonte de la Petrobras y la venta de los activos nacionales, y también los que apoyaron ostensivamente la elección del Bolsonaro en 2018.

Es tan grande el vacío de liderazgos, que cualquiera que, por cualquier motivo, gane cierta notoriedad, ya es logo cotizado como candidato. Gente absolutamente descalificada para ocupar la presidencia de un país, como Huck, Moro, ahora surge el nombre de Mandetta. ¿Quién es ese tipo? Moro cayó en desgracia, tiene que surgir otro, cualquiera que sirva.

Falta poco más de un año para la elección. Mucha agua por pasar bajo el puente, pero no hay mucho que evolucionar en el escenario político dada la circunstancia de crisis prolongada.

Pero ese escenario requiere de Lula una reconsideración sobre su estrategia de apostar en una segunda vuelta electoral. Tiene que jugar todas las fichas para ganar en la primera vuelta. Es la única manera de afianzar la victoria y lograr gobernabilidad. Para eso tendrá que realizar un gran trabajo en la línea de frente de los movimientos populares.

Todo lo que se considera de izquierda tiene que volcarse a la línea de massa. El cuerpo a cuerpo con los 100 millones de brasileños desamparados.

Todos los demócratas tenemos que entender que la situación no es de normalidad. Estamos en guerra. No es un gobierno común. Es un gobierno militar que ocupa todos los espacios. Es una dictadura del pensamiento único dominando a los medios de comunicación, los formadores de opinión, los intelectuales deshonestos.

No creo que pueda haber otro tipo de evaluación. No es un adversario cualquiera. Son las fuerzas armadas que ocupan el poder. Sacarlos del poder solamente con el apoyo masivo de la población. Ellos dicen que lo tienen. Nosotros sabemos que no lo tienen. No lo tendrá Lula hasta la población entender realmente lo que está a ocurrir con la soberanía nacional, con la economía y con la democracia.

La prensa internacional ya se ha dado cuenta de Lula es el único que puede salvar el país de la barbarie. Es una ventaja sobre todos los demás candidatos, tener la simpatía y el apoyo de gobiernos y medios de los demás países.

Lula tiene que abandonar la creencia de que es bueno tener elección en dos vueltas. En esa coyuntura no lo es. Todos los demócratas tenemos que juntarnos para ganar en la primera vuelta y estar preparados para la reacción que vendrá. Los militares no esconden que quieren permanecer en el poder. Por eso es importante el apoyo internacional.