por Pedro Martínez Pírez
Pido prestado al gran escritor y etnólogo Fernando Ortiz el título de su libro publicado en 1959 por la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, “Historia de una pelea cubana contra los demonios”, para tratar de reflejar de manera sencilla y breve los desafios que enfrenta hoy la Revolución Cubana.
Y es que en este segundo mes de 2021 Cuba enfrenta el momento más complejo en su enfrentamiento a la propagación de la Covid-19 a lo largo y ancho de todo el archipiélago cubano, que a pesar del reciente cambio de Presidente en Washington, sigue sometido a un bloqueo económico, comercial y financiero que fue agudizado al máximo en la etapa final de la administración Trump.
El pasado fin de semana se informó que Cuba registró la segunda mayor cifra de contagios por la pandemia desde marzo del pasado año.
De los casi 45 mil pacientes diagnosticados con la enfermedad en Cuba cerca de 40 mil han sido recuperados y el número de fallecidos no llegaba a los 300, cifras incomparables mejores que las de muchas naciones de Nuestra América.
A un bloqueo incrementado y un rebrote de la pandemia se agregan los cambios introducidos desde el primero de enero de este año, los cuales implican el reforzamiento de una moneda nacional única, con impactos en los salarios, los precios, los subsidios, el trabajo privado y estatal, en momentos en que Cuba enfrenta una difícil coyuntura con graves afectaciones a los ingresos provenientes del turismo, drásticamente reducido en estos tiempos de pandemia.
A estos factores objetivos se agregan, –determinado en parte por los resultados electorales en Estados Unidos–, el recrudecimiento de las acciones anticubanas fomentadas por la mafia contrarrevolucionaria de Miami, que apostó por la reelección de Donald Trump.
Los enemigos de Cuba, que ganaron mucho espacio durante el gobierno republicano, apelan ahora a todo tipo de acciones para impedir la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana, y financian actos terroristas y de disidencia política en el interior del archipiélago cubano, en momentos en que el gobierno lucha contra los efectos del bloqueo, la pandemia, así como los nuevos desafíos surgidos a raiz de la coyuntura económica y social.
Si algo hay que destacar en esta compleja situación que vive el país y el mundo, es la firme apuesta que han hecho el gobierno y los científicos cubanos por alcanzar una vacuna propia que refuerce la soberanía de una nación pequeña, pero grande en el accionar frente a quienes se oponen a su independencia. Se trata de una renovada pelea cubana contra los demonios.
La Habana, 22 de febrero de 2021.