EL CUCO PROGRESISTA DE LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES EN ECUADOR


Por Francesca Emanuele

En la contienda electoral del Ecuador hay un aspirante a dignatario que saca sarpullido a las élites y al empresariado del Ecuador y de Latinoamérica. Su nombre es Andrés Arauz, tiene 36 años, es el candidato apadrinado por Rafael Correa y pasó a la segunda vuelta presidencial que se celebrará
el 11 de abril.
El último intento por descalificar su candidatura llegó desde Colombia. El 12 de febrero, el fiscal
general colombiano viajó a Quito para entregarle a su homóloga ecuatoriana presuntas pruebas
de que Arauz habría recibido 80 mil dólares del grupo guerrillero ELN.

Las acusaciones -basadas en un video fabricado y en un supuesto encuentro durante una
conferencia que resultó ser virtual- fueron ampliamente desmentidas cuando la revista Semana
de Colombia reportó la falsa noticia a finales de enero.

En esta segunda ocasión, el expresidente de Colombia, Ernesto Samper, salió en defensa de
Arauz. Dijo que se trataba de “un juego sucio que están orquestando desde Colombia los sectores
radicales de la derecha” para interferir en la segunda vuelta electoral del Ecuador. Al rechazo se
sumaron con un comunicado los presidentes, expresidentes y políticos de izquierda que integran
el Grupo de Puebla (al que pertenece la candidata a la presidencia del Perú, Verónika Mendoza).

En días anteriores, otras mentiras acerca de Arauz buscaron sacarlo de la carrera presidencial 
empañando su imagen. Los medios reportaron que se había vacunado contra el COVID-19 en
Argentina. Fue falso.

La prensa publicó que quería eliminar el dólar como moneda del Ecuador. También fue falso. Las
infamias llegaron a tierras internacionales y más de 40 reconocidos economistas y académicos,
escribieron una carta defendiendo a Arauz y exhortando a la prensa a dejar de desinformar a los
votantes.

Incluso Yaku Pérez, el candidato indígena de propuestas ecologistas, intentó salpicar a Arauz con
sus denuncias de fraude electoral. En la recta final del conteo, Pérez perdió su paso a la segunda
vuelta tras ser superado en votos por el candidato de la ultraderecha, Guillermo Lasso. Ante este
revés, Yaku dio a entender que el correísmo manipuló los resultados para enfrentarse a Lasso, un
contrincante supuestamente “mas débil”.

Las acusaciones carecen de lógica. El Consejo Nacional Electoral (CNE) del Ecuador está manejado por el actual Gobierno de Lenín Moreno, que es enemigo confeso de Arauz, e impulsor de una serie de obstáculos que buscaron eliminarlo de los comicios.

Recientemente, Peréz consiguió que el CNE accediera a un recuento de los votos en ciertas
provincias.¿Pero qué propone Arauz que genera tantos enemigos desesperados por descalificarlo? Además de políticas socialdemócratas, Arauz apuesta por impulsar mecanismos de integración
regional tales como la Unasur; un foro que perdió presencia en el continente cuando países como Argentina, Brasil o el mismo Ecuador eligieron gobiernos de derecha.

Fortalecer esta institución multilateral significa reducir el poder de la Organización de Estados
Americanos, que actúa de caja de resonancia de la política exterior estadounidense y de sus
aliados gobernados por el neoliberalismo (me refiero a países como Colombia, Brasil, Perú y
otros).

Explicado así, no debería no sorprendernos los esfuerzos denodados para eliminar al candidato
correísta de la contienda presidencial.

Una potencial victoria de Arauz remecería la correlación de fuerzas de nuestro hemisferio.