DIA DE LOS TITANES DE LAS BATAS BLANCAS

Por. MSc. María Inés Álvarez Garay (*)

El Día de la Medicina Latinoamericana se celebra en Cuba y demás países de la Patria Grande en conmemoración del natalicio del sabio médico epidemiólogo cubano Carlos Juan Finlay.

Finlay nació el 3 de diciembre de 1833 en Puerto Príncipe, Camagüey. Su principal aporte a la ciencia mundial fue su explicación del modo de transmisión de la fiebre amarilla: la hembra de la especie de mosquito que hoy se conoce como Aedes Aegypti.

Se hizo acreedor de la gratitud universal, no sólo por este trabajo, sino porque también descubrió y solucionó el terrible problema del tétanos infantil.

Su ejemplo constituye un estímulo para quienes, como él hizo, consagran su vida a la ciencia, a las investigaciones, a combatir las enfermedades, y a hacer de la atención médica un derecho cotidiano de la humanidad.

También en su honor, el gobierno de Cuba creó el Premio de Microbiología “Carlos J. Finlay” que la UNESCO entrega cada dos años a investigadores cuya labor en temas relacionados con la microbiología (inmunología, biología molecular, genética y otras) haya contribuido de manera destacada a la salud. Su objetivo es promover la investigación y los avances en la microbiología.​

En el acto celebrado por el XX aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la Academia de Ciencias. La Habana, 15 de enero de 1960, nuestro querido Fidel expresó:

“El futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia”.

Hoy la mayor de las Antillas tiene un sólido desarrollo en las investigaciones de la biotecnología. Ha fomentado una fuerte rama científica dedicada a la investigación y elaboración de productos médico-farmacéuticos obtenidos por vía de la ingeniería genética y la biotecnología, una sólida industria de medicamentos y de equipos para uso médico general, además de contar actualmente con cuatro proyectos vacunales contra la Covid-19 en diferentes fases de ensayos clínicos.

Resulta innegable que no hay bloqueo o limitaciones materiales que puedan impedir el desarrollo de la inteligencia, cuando se tiene la voluntad y la posibilidad de ejercitar el pensamiento. Cuando, además, se cuenta con un sistema social que favorece el desarrollo pleno del hombre; con una Revolución que ha expresado claramente la voluntad política de desarrollar la ciencia propiciando el ambiente para ello, creando las condiciones y buscando los recursos necesarios; y con un Comandante en Jefe como el nuestro, que fue capaz de adelantarse a su tiempo y reconocer el valor de la ciencia para el desarrollo de la humanidad y de la Patria.

En la lucha contra la Covid-19, el hoy presidente de la nación caribeña, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, reconoció que los resultados que en diferentes ámbitos se han ido concretando “constituyen una muestra fehaciente del aporte que está haciendo la ciencia de Cuba en este enfrentamiento”.

Y qué decir de nuestros titanes y guerrilleros heroicos de batas blancas, que diseminados por el mundo, luchan incansablemente contra las enfermedades, que dan riendas sueltas a su conciencia humanista y solidaria y hurgan en la ciencia buscando un futuro mejor para todos, defendiendo el derecho cotidiano a la salud.

La Brigada Médica Cubana en Gambia es continuidad del ejemplo de Carlos Juan Finlay, de los valores que heredamos de nuestro eterno comandante Fidel, de nuestros principios internacionalistas y de nuestro amor incondicional por salvar vidas y ayudar con altruismo y dignidad a los más necesitados.

Hoy sentimos con orgullo que nuestra senda por este país africano esta trillada de acciones y hechos que hablan por sí solos, cientos de miles de personas atendidas, de vidas recuperadas, de cirugías exitosas, de partos logrados, de atenciones estomatológicas, de pruebas diagnósticas realizadas, que han hecho historia en una misión que ya lleva más de 24 años recogiendo el amor, y la gratitud de un pueblo que sabe valorar su trabajo y que agradece eternamente su colaboración.

¡Muchas Felicidades en el Día de la Medicina!

(*) Profesora y Colaboradora de la Brigada Médica Cubana en Gambia