PRONUNCIAMIENTO DEL CEDIS

CENTRO DE ESTUDIOS “DEMOCRACIA, INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA”

CEDIS

¡LA UNIDAD LA FORJARÁ EL PUEBLO!

Finalmente, en los predios de la Izquierda Peruana fracasaron las demandas unitarias que surgían desde la base misma de la sociedad. Una vez más se impuso la práctica divisionista que, desde hace varias décadas, esteriliza las posibilidades de acción del movimiento popular.

Hoy, a fines de octubre del 2020 se puede tener la certeza de una escenario confuso en el que asoman por lo menos cinco vertientes   que se ufanan de representar a los trabajadores y al pueblo. Verónica Mendoza, Pedro Castillo, Marco Arana, Walter Aduviri y hasta el Humalismo en la versión de Antauro; buscan “representar” el voto popular, pretendiendo cautivar a un electorado confundido que habrá de definir el futuro del país en el próximo quinquenio.

¿De quién la responsabilidad de esta nueva división consagrada? Seguramente cada uno de los actores del proceso peruano en los últimos dos años ha puesto un granito de arena para construir un castillo de ilusiones que se derrumbará en las ánforas en los comicios nacionales que se avecinan. Pero a más de las responsabilidades individuales -que las hay- se debe registrar el hecho que finalmente, se impuso el sectarismo, el caudillismo y el afán de figuración; expresiones todas del oportunismo del que hacen gala los distintos destacamento de la “izquierda oficial” en los últimos años, y que ha llevado al país de derrota en derrota.

No obstante, más allá de los desaciertos de las cúpulas dirigentes, el pueblo mismo habrá de encontrar un camino de unidad. Este, lo llevará a distinguir entre estas opciones, cuál tiene realmente posibilidad de alzar una alternativa elementalmente justa. Ubicada, deberá concentrar su voto en una sola, dejando  otras en el mayor desamparo. Así, será posible construir una alternativa de resistencia y lucha a los planes de la reacción interna, que busca perpetuar en el país el dominio del Imperialismo y los clanes oligárquicos tradicionales.

LA DERECHA MARCHARA TAMBIÉN DIVIDIDA

La dispersión cunde también en otras esferas del escenario político nacional. La derecha más reaccionaria no atina tampoco a encontrar una alternativa unitaria. Hernando de Soto, Rafael López Aliaga, Keiko Fujimori, César Acuña, Daniel Urresti, Máximo San Román, Francisco Diez Canseco, Alberto Beingolea o George Forsyht; buscan encabezar un mismo segmento, incapaz de encarar responsablemente los problemas del país, y descalificado para representar legítimamente los intereses de nuestro pueblo.  

Sin dominio de la realidad, y sin programa, la derecha solo busca perpetuar el  Neo Liberalismo, mediante la eternización de la írrita Constitución del 93 y asegurando la permanencia de un “modelo” económico que ha llevado al Perú a uno de los peores lugares en el escenario continental.

Todos hemos visto que la crisis sanitaria se ha ensañado con el Perú. Y esto, no puede atribuirse sólo a los errores de la gestión actual. Objetivamente, hemos heredado un legado social que ha generado el 72% de la PEA en condiciones  de informalidad, un desempleo crónico, una aborrecible exclusión social, y una política estrecha y racista que ha visto con mirada aristocrática a la inmensa mayoría de peruanos, a los que juzga “provincianos”, “mestizos” e “incapaces”.

Objetivamente el Perú ha mostrado una red hospitalaria virtualmente inexistente, un sistema sanitario extremadamente débil y una política de salud excluyente, puesta sólo al servicio de la Clase Dominante. La falta de camas, las deficiencias de atención en las Unidades de Emergencia, la carencia de servicio elementales de salud, la falta de Plantas de Oxigeno; y hasta el escaso número de médicos intensivistas, enfermeras y personal hospitalario siempre mal pagado; ha sido la secuela de un “modelo” impuesto en el país desde hace décadas, y que hoy ha hecho crisis.

Lo mismo puede decirse en materia de educación, trabajo y seguridad social. En todos estos campos se ha impuesto el lucro como factor dominante. Gracias a él se ha visto la salud, la educación y hasta las modalidades de empleo, como simple mercancía en beneficio de la inversión privada y en gravitante desmedro de la ciudadanía. La privatización de los servicios básicos, la tercerización del empleo y el desconocimiento de los derechos elementales de los trabajadores; ha sido la práctica constante de esta política anti popular y anti nacional.   

Porque es consciente de eso, la derecha no tiene hoy programa, ni puede ofrecer camino alguno para la recuperación nacional. Simplemente persistirá en su “demanda” para que no se cambie de Constitución ni se abandone el régimen económico que ha hundido al país.

LA DERECHA PROMUEVE MANIOBRAS GOLPISTAS

En este escenario, e incapaz detener política propia, la derecha promueve maniobras golpistas que le alejen el fantasma electoral que se avecina. Si no se pone de acuerdo pronto, y si alguno de los candidatos de la Izquierda asoma como competidor calificado en la contienda; la derecha buscará concretar sus objetivos mediante otros procedimientos. Entre sus cartas, está el impedir el proceso electoral de abril del 2021, difiriendo la consulta,

Por eso arma obsesivamente la campaña por la “vacancia presidencial”. Este planteamiento, objetivamente, constituye una carta en el juego de la reacción. Y pasaría por retirar de la Jefatura del Estado al actual mandatario para imponer al titular del Congreso de la República. En paralelo, y aduciendo la “crisis sanitaria”, buscaría postergar los comicios de abril extendiendo las funciones de la actual representación parlamentaria hasta los comicios que se harían el 2022 o 23; previa modificación de algunas normas electorales.

Les interesa, por lo pronto, dejar sin efecto la disposición que prohíbe la reelección parlamentaria; y la que dispone la exclusión de los candidatos sentenciados en primera instancia por el Poder Judicial. Ambas normas les interesan decisivamente porque muchos de sus portavoces y representante están involucrados en una u otra norma cuyo efecto se busca derogar; arguyendo la necesidad de un “proceso realmente democrático que permita la participación de todos los peruanos, sin exclusión alguna”.

Si la derecha más reaccionaria insiste en sostener que la permanencia del actual Mandatario “no constituye garantía electoral”, es precisamente porque quiere sacarlo del camino para modificar esas normas

Hay que ser realmente miope para no percibir matices y diferencias incluso en lo que se denomina “el campo enemigo”. Y no se necesita “apoyar” a nadie para darse cuenta de los propósitos de la reacción. Objetivamente, la derecha está dispuesta a quitar del camino a todo aquel que dificulte sus planes de dominación tal como ella misma los concibe. Y los afanes golpistas nunca son ajenos a sus propósitos.

Eso se puede confirmar con los pronunciamientos reiterados de la llamada “Coordinadora Republicana”, una entelequia artificial que representa a lo más rancio de la oligarquía capitalina, que llama obsesivamente a la Fuerza Armada a “quitar el apoyo” al actual Mandatario y respaldar más bien el “legado” que esa oligarquía representa.

MARTIN VIZCARRA DEBE SER INVESTIGADO

Es claro que el actual Jefe de Estado debe ser investigado como corresponde. Y las denuncias que se han vertido en su contra, deben ser deslindadas. Esa debe ser una práctica constante que comprenda a todos los funcionarios del Estado a cargo de puestos de responsabilidad. La impunidad, no se puede permitir hoy como tampoco podría aceptarse por los hechos del pasado, o del futuro. Los delincuentes de ayer, no tienen autoridad alguna para levantar banderas moralizantes.

Si hoy detestan al Presidente Vizcarra, ello no puede atribuirse al hecho que éste, sea corrupto. Si lo fuera, lo hubieran defendido y protegido, considerándolo parte de su entorno. Si lo detestan hoy,  es por otras razones: Porque no se prestó a sus planes de dominación cuando asumió el gobierno, porque cerró el Congreso en septiembre pasado y afectó seriamente el “poder” de la mafia apro-fujimorista; porque puso en evidencia sus planes de dominación; porque dio facilidades a la investigación de la Fiscalía contra Keiko, denunció a Chávarry, al Juez Hinostroza y a los “Cuellos Blancos”; y porque alentó algunas disposiciones  que afectaron ciertos intereses, como la ley anti monopolios, el uso del Octógono, la venta de medicamentes genéricos y otros.  Y si hoy esa campaña arrecia -como puede observarse leyendo la “prensa grande”-  es porque no le perdonan que haya aceptado la presencia en el Perú de las Brigadas Médicas Cubanas, desoyendo las órdenes expresas de Donald Trump; que haya votado contra el bloqueo a Cuba en Naciones Unidas y en favor de la elección de Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU recientemente; ni que haya saludado la reciente elección de Luis Arce, en Bolivia, cosa que no ha hecho Bolsonaro, ni Duque, ni Piñera.

Ninguna de esta acciones hace del gobierno de Vizcarra un régimen avanzado,  ni progresista; pero si, por cierto, lo distancia de la política cavernaria de la reacción que tiembla ante la sola mención de Cuba y sus  avances. No darse cuenta de ello es sinónimo de estrechez mental y simple primitivismo.

        ¡LA HORA DE AMÉRICA LATINA!

En nuestro continente, la lucha de los pueblos adquiere una nueva dimensión. A lo ocurrido en Bolivia y Chile, al heroísmo de Cuba y Venezuela; se suman  la valentía de Nicaragua, las luchas de Colombia contra el régimen de Duque, la resistencia brasileña contra el fascismo, el empeño ecuatoriano por revertir la traición de Moreno; y el escenario norteamericano, que el 3 de noviembre deberá consagrar la derrota de Donald Trump, la carta más agresiva del Imperio.

BOLIVIA Y CHILE, NOTABLES VICTORIAS

La jornada electoral del 18 de octubre en Bolivia que dio al traste con los planes de la reacción y devolvió el Poder al MAS, constituye una evidente victoria de los pueblos de América Latina y marca un derrotero para todos. Es la primera vez que, mediante el sufragio, se pone fin a una dictadura cívico-militar extremadamente cruel y represiva. Y es la primera, también en la que a través del voto ciudadano, se repone a un gobierno ilegalmente depuesto.

Hoy Bolivia comienza el camino de la recuperación. No será fácil. Deberá vencer muchos obstáculos. Y para sobrevivir, deberá derrotar a los clanes golpistas de dentro y fuera de la Fuerza Armada. Concientizar masivamente a la población, organizarla, educarla en la lucha y crear con ella los mecanismos de auto defensa de masas; es ciertamente una obligación en la nueva circunstancia. Y nuestro deber –el de los peruanos y el de otros pueblos de nuestro continente- es apoyar esa lucha sin reservas cobardes. No habrán de faltar voces “críticas” a lo que ocurra en el país del altiplano. En el pasado, ellas debilitaron al gobierno de Evo Morales. Esa práctica, no debe repetirse. Los falsos revolucionarios -trotskistas unos, y social demócratas otros- deben ser señalados siempre como enemigos de un verdadero proceso revolucionario.

También en Chile, el pueblo escribió una verdadera epopeya. El domingo 25, con más del 77% de los votos, dijo NO, a la írrita Constitución pinochetista y abrió camino a la transformación democrática de la sociedad sureña. Gracias a la movilización combativa de millones, fue posible poner fin al legado de la dictadura asesina de pasado. Ahora, hay que mirar con optimismo el porvenir.

Pero, al mismo tiempo, hay que ser consciente que éste, no fue sino sólo el primer paso. Hay un largo camino por delante. Por lo pronto, el abril se tendrá que elegir a los 155 miembros de la Convención Constituyente que elaborará la nueva Carta Magna. Y ella, a su vez, deberá ser sometida a un nuevo Plebiscito para su aprobación.  En ese lapso, a fines del 2021, se deberá elegir a un nuevo gobierno que sustituya a la siniestra administración de Sebastián Piñera.

Para que el proceso marche, será indispensable que se garantice la más amplia y férrea unidad del pueblo, y su organización. Y que se derroten todas las maniobras del enemigo de clase que buscará desalentar, dividir y desorientar a las masas. También en ese terreno, la más activa solidaridad con las luchas del pueblo de Chile, será la tarea de honor de los pueblos del mundo.  

CON CUBA Y VENEZUELA, ¡SOLIDARIDAD!

La política agresiva del imperialismo no se detiene en nuestro continente. Y ella, amenaza hoy como ayer, a Cuba Socialista y a la Venezuela Bolivariana. El bloqueo, se hace cada más cruel y despiadado. Y las medidas de la administración norteamericana son más ruines y perversas. Tienen el propósito de ahogar a Cuba paraacabar con la lucha de su pueblo, y su ejemplo heroico. Y la agresividad contra el gobierno de Maduro, crece peligrosamente uniendo a las medidas económicas, acciones militares y provocaciones terroristas. Hay que combatirlas y denunciarlas.

EL 3 DE NOVIEMBRE, UN DIA ESPERADO

En este contexto, el 3 de noviembre es un día esperado. El mundo confía que Donald Trump -y su política agresora y terrorista- sea vencida. Con seguridad será vencida en el número de votos directos de la ciudadanía. Pero el sistema electoral es el más antidemocrático del mundo. Alguien puede perder –y largamente- en la votación ciudadana, pero podrá ganar si en la “Convención Electoral” consigue una artificial “mayoría”.

Este organismo, integrado por 538 personas, debe registrar 270 votos para el candidato que gane los comicios. Trump obtuvo tres millones de votos menos que Hillary Clinton el 2016, pero logró 304 votos sobre 227 en la Convención Electoral. Y se hizo de la victoria. Antes, el año 2000, Al Gore obtuvo 500 mil votos más que George Bush, pero en la Convención éste logró “mayoría” y se llevó la victoria. Este peligro existe hoy, y hay que denunciarlo. El candidato demócrata -el señor Biden- forma parte de la clase dominante de los Estados Unidos. Es un defensor a ultranza del régimen capitalista. Pero hay que ser extremadamente torpe para no darse cuenta que es una alternativa más sensata que la que ofrece el actual mandatario de la Casa Blanca. Nadie debe hacerse ilusiones con el señor Biden, pero su victoria –si se produce- sería saludada por el mundo.

Lima, 30 de octubre del 2020Centro de Estudios “Democracia, Independencia y Soberanía” (CEDIS)