“La presencia de GeoPark afectó la emoción de la gente y la vivencia pacífica”: GeoPark se retira de los territorios Wampís y Achuar pero la vigilancia permanece
Artículo de noticiasbyMatias Perez Ojeda del ArcoPublication date21 July, 2020RegionPerúWork themeTierras, bosques y territoriosEl derecho a la tierra y a los recursos naturalesLos derechos económicos, sociales y culturales Industrias extractivasPartnerGobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís (GTANW)TagsFocus on the FrontlineHuman Rights Due DiligenceFacebookTwitterLinkedInEmail
La empresa GeoPark Perú S.A.C., que operaba el Lote 64 superpuesto a los territorios indígenas Wampís y Achuar, se retira. Los pueblos indígenas recibieron con entusiasmo esta noticia después de años luchando por la defensa de sus territorios y las consecuencias negativas que trajo la presencia de la empresa, y exigen que se anule el Lote petrolero para evitar que más empresas aparezcan, ya que existen formas otras de desarrollo y producir bienestar para las poblaciones locales.
GeoPark se retira después de años de lucha indígena
La noche del 16 de julio del 2020 constituirá un hito en la memoria colectiva de la Nación Wampís y del pueblo Achuar. A través de un comunicado, PetroPerú informó a la opinión pública que la empresa GeoPark Perú S.A.C., a través de su carta GPK-OG-PE-2020-LE-82 del 15 de julio, presentó su retiro irrevocable del Contrato de Licencia del Lote 64 donde tenía un 75% de participación desde diciembre del 2016. El comunicado manifestaba además que el retiro de la empresa se daba por términos contractuales por una situación de “fuerza mayor” sobre el lote petrolero, situación que había excedido ya los 180 días previstos en la cláusula 17.5 del contrato de licencia del Lote 64.
Wampis community members, PeruByJacob Balzani
El Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampis (GTANW) representando a 85 comunidades en los ríos Kanus (Santiago) y Kankaim (Morona) en los departamentos de Amazonas y Loreto, y la Federación de la Nacionalidad Achuar del Perú, representando a 45 comunidades de la parte norte del río Pastaza y sus afluentes Huasaga, Manchari y Huitoyacu, venían luchando desde el 2016 contra la empresa chilena GeoPark, la cual tuvo la adjudicación del “Proyecto de Desarrollo del Área Noroeste (Situche Central) del Lote 64” con una extensión de 761,501 hectáreas.
El Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (SENACE) ya había observado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de GeoPark en febrero del 2019 al faltar mayores precisiones sobre la existencia de los pasivos ambientales en las zonas de influencia del proyecto, y claridad sobre la afectación en las actividades económicas por tipo de recurso natural de las comunidades nativas, entre otras observaciones. GeoPark había retirado su EIA del proceso de la Certificación Ambiental en junio del 2019 por aquellas observaciones que no pudo absolver, por ello para la entidad estatal PerúPetro, es allí donde comienza la paralización del Proyecto conducido por GeoPark Perú S.A.C. que trae una situación de fuerza mayor para el Lote 64.
Debe recordarse que durante el Estado de Emergencia Nacional por el brote del COVID-19 en territorio peruano, GeoPark siguió operando irresponsablemente trasladando a su personal a lo largo de la cuenca del río Kankaim, a pesar de las medidas de cierre de las fronteras del territorio de la Nación Wampís. Después de varios pronunciamientos públicos del GTANW del 30 de abril y el 12 de mayo, exigiendo que la empresa GeoPark cese sus operaciones, el GTANW y EarthRights International denunciaron penalmente el 26 de mayo, en la vía de prevención del delito, a la empresa petrolera por incrementar los riesgos de contagio al COVID-19 a la población wampís.
Recientemente la Nación Wampís y el pueblo Achuar habían emprendido la campaña de incidencia internacional Atsá Geoparkka (‘no a GeoPark’ en idioma Wampís) exigiendo su retiro de los territorios ancestrales. Dicha campaña, gestionada enteramente desde las organizaciones indígenas, recibió el apoyo de artistas y activistas de Chile para su difusión en dicho país, donde Geopark tiene su sede principal.
La calma regresa a los territorios indígenas, la vigilancia permanece constante
“Por cualquier motivo que fuera que la empresa está saliendo, es un alivio por el peso que teníamos los Wampís y Achuar, es un peso menos, es una paz mental y espiritual. La presencia de GeoPark afectó la emoción de la gente y la vivencia pacífica. Las empresas nunca pronostican cómo afectan a la colectividad. La familia, las mujeres, todos han sufrido mucho y ahora temporalmente, por lo menos es importante [la salida de GeoPark] porque trae esa calma. De todas maneras, vamos a estar alerta de cualquier movida.” – Shapiom Noningo, Secretario Técnico del GTANW
Después de años de lucha de la Nación Wampís y del pueblo Achuar contra las acciones divisionistas a la colectividad indígena fomentadas por la empresa petrolera creando tensiones intracomunales e intercomunales; después que a veces algunos y algunas Wampís debían de reportarse al Campamento Base Sargento Puño (CBSP) (base del ejército peruano usada como centro de operaciones por GeoPark en el río Kankaim) aun circulando en su propio río; después de la angustia constante por aquello que con eufemismos se suele llamar “pasivos ambientales” a los desastres ambientales que dañan los bosques, las chacras, las purmas, los ríos y las cochas; después de meses de planificación de acciones de incidencia y estrategias de defensa; después de numerosos viajes internacionales para hacer incidencia ante inversores, y otros, la Nación Wampís toma el retiro de la empresa petrolera como una victoria temporal y con cautela, siguiendo sigilosamente los movimientos en el sector energético y exigiendo al gobierno peruano no insistir más con el Lote 64 ni con otros en la Amazonía. Mucho menos, cuando estos proyectos extractivos, como el que planteaba GeoPark Perú S.A.C., carecen del Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI) respectivo de los pueblos indígenas afectados.
El contexto de la actual pandemia del COVID-19 que sigue atacando territorios, memorias y vidas indígenas, y con un Estado que levanta sus cuarentenas sanitarias sin considerar los sub-registros de los casos indígenas y basándose en la evolución del virus en las ciudades, no ha permitido aún una evaluación integral, colectiva, dialogada y sentida del logro contra GeoPark Aunque poco a poco, ya la noticia se va regando en las periferias del territorio de la Nación Wampís y en las comunidades que, tratando de permanecer aisladas ante el avance del COVID-19, refuerzan los espíritus de lucha por la defensa de sus territorios, tejiendo con gritos de esperanza y rebeldía en favor de los cuidados de la vida.
Wampis community members in the Amazon, PeruByJacob Balzani
«Siempre hemos buscado de qué forma podemos salir adelante como Wampís y lograr lo que estamos soñando, ser libres y gobernar nuestro propio territorio. Y estamos contentos de haber salvado al territorio ancestral después de tantas cartas y documentaciones, por lo que felicitamos a todos los integrantes de la Nación Wampís. Los jóvenes somos también parte de la lucha y lo seguiremos haciendo contra las demás empresas que quieran gobernar nuestro territorio. Sabemos nuestros derechos y siento orgullo Wampís, de mi origen, de mi zona, de mi territorio y la conquista lograda.” – Isaías Mashingashi, joven Wampís docente en la comunidad nativa Shinguito, río Kankaim
Sin embargo, la lección es de un tono de perfil bajo: permanecer atentos y atentas al accionar del Estado y de las empresas que exploran y explotan hidrocarburos, y a las movidas de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos que están por llegar. Más aún en un contexto de reactivación económica, donde el extractivismo nunca se detuvo durante el Estado de Emergencia Nacional y viene regresando de la manera más brutal y violenta en otros espacios amazónicos para acaparar y despojar territorios indígenas, y en un contexto donde Petroperú, con un 25% de participación en el Lote 64, ahora debe anunciar sus planes en un plazo de 30 días de asumir por si solo el Proyecto Situche Central o buscarse un nuevo socio.
Es allí además donde el logro de las luchas de la Nación Wampís y el pueblo Achuar incitan una vez más a reflexionar después de pasar por la misma situación de empresas petroleras desfilando una y otra vez en el Lote 64 superpuesto a sus territorios de vida. El retiro de GeoPark Perú S.A.C. es una oportunidad más, interna y externa, a sentir-pensar los propios modelos de desarrollo usando los recursos del bosque, de los ríos y de las cochas, bajo el pleno ejercicio del derecho a la autonomía y a la autodeterminación, amparados debidamente por normativas nacionales e internacionales, y en contraposición a la insistente aproximación moderna, racista y colonial de las fórmulas convencionales del desarrollo, las cuales son reinventadas una y otra vez por el Estado en sus diversos niveles en complicidad con las grandes transnacionales. Shapiom Noningo, Secretario Técnico del GTANW, lo deja muy claro:
“Este famoso llamado desarrollo nacional, no se siente y vemos ahora toda la dimensión de su falacia. ¿[La] actividad petrolera en la región qué ha dejado? No hay ni hospitales dignos en tiempos de una pandemia. Entonces no podemos permitir actividades que dejarán a la gente más pobre en términos de alimentación, sin progreso material ni espiritual. Es por eso que las empresas y el Estado deben de dejar de lado esa fórmula de destrucción de la biodiversidad y donde el dinero de regalías termina alimentando la corrupción ¿Por qué seguir con estos negocios y propuestas por parte del Estado si podemos pedir algo distinto? Pedimos la anulación de todos los lotes de hidrocarburos y enfocarnos en otras alternativas más amigables.”
El Lote 64, creado en el año 1995 para la extracción y transporte de petróleo, ha pasado ya por empresas petroleras como Arco, Oxi, Talisman Energy y GeoPark, y no puede continuar siendo un espacio de terquedad e impunidad que valoriza regalías económicas regionales sobre la tensión social local o peligros de desastres ambientales, y desconoce los pasos caminados para el autogobierno y la creación colectiva de la vida, como lo propone el Tarimat pujut (‘Buen vivír’ en Wampís). Queda pendiente la nulidad del Lote por parte del Estado peruano, y la Nación Wampís y el pueblo Achuar, con esta calma temporal que ha dado el retiro de la empresa GeoPark seguirán marcando esas luchas.
“Nosotros hemos dicho que ese tipo de extracción de materia prima [hidrocarburos] no es una alternativa para nuestros intereses porque afecta directamente a la naturaleza y a la dignidad humana, la moral y cuando la empresa que opera se va, deja destrucción y el Estado no lo asume, tampoco la empresa. La empresa ha acostumbrado a lo fácil, a las migajas, a los kilitos de comida o algo de combustible por aquí y por allá, ¿Eso es desarrollo? Nosotros estamos recuperando y reconstruyendo nuestra economía, cuesta, no se puede negar, cuesta romper ese círculo de inserción que traen empresas como GeoPark que alteran la vida comunitaria. Y estamos en ese proceso como GTANW, de recuperar la capacidad de conciencia y reflexionar sobre nuestros propios destinos. La empresa te deja migajas y se lleva tus bosques y tus ríos. Poco a poco estamos implementando comités de pesca como la Asociación Tirakam para el aprovechamiento propio de los recursos, planes de cultivos de cacao y plátano y mostrar con actividades económicas propias, que podemos fortalecer las economías familiares para que tengan ingresos trabajando y no esperando, esa es la diferencia”. – Shapiom Noningo, Secretario Técnico del GTANW
All photos: Jacob Balzani