Carlos Angulo Rivas
Recién la Central Obrera Boliviana COB, los trabajadores, los campesinos, los estudiantes y pobladores, se manifestaron multitudinariamente, el martes 14 de julio, para rechazar las políticas del gobierno de Jeanine Añez, originadas con la usurpación de la presidencia y el Golpe de Estado militar-policial organizado por la OEA y la CIA contra el presidente constitucional Evo Morales.
La protesta popular fue para exigir aumento de salarios y contra los despidos masivos; por la falta de atención a los contagiados de Covid 19 y contra la corrupción generalizada; contra la entrega de los recursos naturales a las empresas multinacionales y la falta de democracia.
La verdad es que la señora Añez y sus compinches creen representar al pueblo, sin embargo, en un país como Bolivia, plurinacional y diverso, ellos tildan a todos sus opositores de “indios salvajes” que nunca debieron salir de sus terruños aymaras, quechuas y del Chaco. Y esta presidente golpista-usurpadora lo dice con todas sus letras y lo repite a cada momento entre los suyos.
Sus complejos racistas de creerse gringa por pintarse el pelo, a pesar de sus inconfundibles rasgos mestizos, la denuncian; y eso a nadie importaría si no fuera porque con ese pensamiento ha actuado demostrando desprecio por los pobladores asesinados en Sacaba-Cochabamba y Senkata-El Alto por órdenes directas de ella, sin importarle el trágico saldo de 38 muertos.
Jeanine Añez tendrá que pagar por sus crímenes más temprano que tarde; igualmente, los maleantes terroristas Camacho, Pumari y Mesa, gestores de la revuelta golpista alegando un fraude electoral que nunca existió. Estados Unidos, la OEA y sus cómplices civiles y militares en Bolivia lo tenían pensado, ya que después del derrocamiento de Evo Morales empezó el robo, la corrupción desesperada, el saqueo descarado y el crecimiento de la deuda externa con los organismos internacionales dependientes de Washington.
Pero algo más grave está sucediendo en el Estado Plurinacional de Bolivia porque los golpistas auspiciados por la Casa Blanca no quieren dejar el gobierno y como en otros países de la región vienen utilizando el pánico creado por la pandemia Covid 19 para lograr sus propósitos dictatoriales y represivos. El pretexto de la pandemia sirvió a la señora Añez para postergar las elecciones programadas para mayo hasta el 6 de septiembre; y creo que fue un error el haberlo permitido, pues ahora los partidos de la derecha opositores al MAS y a su candidato Arce Catacora están manipulando nuevamente el pretexto Covid 19 y el pánico para volver a postergar las elecciones indefinidamente.
Desde el derrocamiento de Evo Morales la situación en Bolivia es un desastre total que continúa en la perspectiva de perpetuarse. Siguiendo las informaciones publicadas. el país más afectado por el Covid 19, a nivel regional y mundial, es Estados Unidos con más de tres y medio millones de contagiados y 141,000 muertos, sin haber superado todavía la crisis sanitaria de la pandemia, cuyas cifras alarmantes también se dan en el aspecto social y económico con cerca de 50 millones de personas que han perdido sus empleos y millares de empresas quebradas.
Sin embargo, y que quede CLARO a nadie se le ha ocurrido POSTERGAR las elecciones presidenciales USA programadas para el 3 de noviembre 2020 donde como se sabe hasta ahora se enfrentarán Trump y Biden