Mirada de cerca
Por MIGUEL MARTÍNEZ
En su album universitario Bolton escribió: “ Confieso que no tengo ningún deseo de morir en los arrozales de Sureste de Asia. Considero que la guerra en Vietnam está perdida.”
Para evadir que fuese a Vietnam, se presentó a la Guardia Nacional y a la reserva de la ejército. La misma práctica hacían Bush, Trump y colegas cuando jóvenes. Buscaban la forma de no ser enviados a las guerras imperiales de turno.
Sin embargo cuando en el Poder, Bolton siempre estuvo a favor del uso de fuerzas armadas de EEUU y de la OTAN para invadir a las naciones y hacer uso de terroristas fanáticos musulmanes en las “guerras proxy.”
Quería destruir a Iraq y Korea del Norte. También retirar a EEUU de los acuerdos nucleares con Iran, destruir a Siria y Venezuela a través de medios militares. Aunque tenía un puesto de Embajador en las Naciones Unidas en 2005, declaró cinicamente: “ No hay unas Naciones Unidas. Hay una comunidad internacional que ocasionalmente debe ser conducida por el único Poder que queda en el mundo, y ese Poder es Estados Unidos.”
John Bolton fue apoyado por despreciables propugnadores de guerra como Dick Cheney, Donald Rumsfeld y Donald Trump. Aún entre estos guerreros había diferencias. Condoleeza Rice se negó a que él fuese Vice-Secretario de Estado. Fue relegado al puesto de Embajador en la ONU. Carl Ford quien ocupó el puesto de “Inteligencia e Investigación” lo describió como un ”gran adulador ” con los superiores, y abusador con los funcionarios situados por debajo de él.”
Bolton incluso entraba en conflicto con los hallazgos de las Agencias de Inteligencia. Quería que los informes de inteligencia coincidieran con sus puntos de vista de línea dura. Por ejemplo tenía obsesión por acusar a Cuba de tener un programa de guerra biológica. El oficial de inteligencia Christian Westerman le aseguró que no existía tal cosa, que Cuba estaba avanzada en producir excelentes medicamentos a través de su adelantada biotecnología, y además cooperaba con muchos países en cuestiones de salud. Esto enfureció a John Bolton. Quería de todos modos demonizar a Cuba y además despedir a los que lo contradecían sobre este punto.
Otra práctica que le interesaba era tener acceso al programa llamado “quitar las caretas”, es decir practicar la vigilancia sobre funcionarios norteamericanos del mismo Establishment. Este programa lo llevaba los aparatos de Seguridad Interna. Tenemos pues a un funcionario tratando de tener un Poder individual, controlar a individuos que difieren de sus puntos de vista y poner en peligros sus puestos. Era conocido por estas actitudes.
Eventualmente fue designado como “Consejero Nacional de Seguridad”, puesto que no se necesita la aprobación del Senado. De él podemos esperar declaraciones irresponsables, beligerantes con respecto a cualquier país que caiga en desgracia ante Estados Unidos. Su política agresiva y las acusaciones contra Venezuela nos recuerda a las declaraciones de cualquier gobierno fascista una vez en el Poder.
En Estados Unidos existen las leyes represivas del “Acto Patriótico”; que limitan las libertades de los ciudadanos del país, existe las tecnologías de punta para la vigilancia interna.
Tenemos a un colectivo de gobernantes como Trump, y funcionarios como Elliot Abrams, y Bolton que demuestran una ignorancia abismal acerca del mundo en que vivivimos, y subestiman naciones y pueblos.
Como dicen: “la ignorancia es atrevida.” A la vez son sirvientes óptimos del complejo industrial militar.
Nos recuerda el grupo de forajidos como Hitler, Goebbels, Goering y Von Ribbentrop en la época Nazi previo a la Segunda Guerra Mundial.
Fuentes:
1.-John Bolton: Una amenaza a la nación y al extranjero.
2.- John
Bolton: en.m.wikipedia.org