por Pedro Martínez Pírez
Vergüenza, si la tuviera, debería darle a Donald Trump haber aprobado nuevas sanciones económicas contra Cuba en medio de una pandemía que ha segado la vida de más de cien mil estadounidenses, así como de las intensas protestas en casi todo el territorio de Estados Unidos por el asesinato del ciudadano negro George Floyd.
De ahí la justeza de los tres adjetivos utilizados por el Presidente de Cuba, ingeniero Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de twitter, al calificar la nueva acción del gobierno de Estados Unidos contra el pueblo cubano: como inmoral, prepotente y perversa.
El gobierno imperial aplica nuevas sanciones que afectan al pueblo cubano, mientras que la población estadounidense es duramente azotada por la pandemia y la escalada racista, recalcó el Jefe de Estado de Cuba.
Washington sancionó en los últimos días a tres hoteles, dos centros de buceo y un parque marino para turistas, así como a la institución cubana Finsimex, que entre otras funciones administra las remesas enviadas a Cuba.
Estas entidades cubanas se suman a otras doscientas ya sancionadas por Estados Unidos durante el mandato de Donald Trump.
Y como si fuera poco la cadena hotelera Marriot, que operaba legalmente en Cuba desde 2016 y había renovado su licencia hace dos años, recibió el aviso del Departamento del Tesoro yanqui de que debe cerrar sus negocios en Cuba antes del próximo 31 de agosto, pues no le será renovada su licencia.
Son síntomas de la impotencia yanqui por no haber podido derrotar a la Revolución Cubana en seis décadas de bloqueo y agresiones, y de un gobierno que enfrenta enormes desafíos y observa como se esfuman cada día más sus posibilidades de ganar las elecciones de noviembre próximo.
En el inventario de las derrotas del gobierno de Donald Trump la historia registrará, como un factor nada despreciable, la firme resistencia del pueblo cubano.
La Habana, 8 de junio de 2020….