Texto y FotosPL: Manuel Robles Sosa
Lima, 4 jun (Prensa Latina) Si la lucha contra la Covid-19 es una guerra, como muchos afirman en Perú, los médicos cubanos llegados a sumarse a la brega, podrían considerarse tropas de refuerzo con importante experiencia de combate.
Así lo indica la trayectoria de los 85 médicos y otros profesionales de la salud llegados anoche y que hoy dedicaron la jornada a coordinaciones con sus colegas del Ministerio de Salud de Perú, previas a su traslado a las posiciones que deben ocupar en la contienda.
Prensa Latina habló con ellos en el hotel del barrio de Miraflores que los aloja, en un paréntesis de los preparativos previos a su despliegue en cuatro brigadas en las que entrarán de lleno a enfrentar al enemigo que le ha causado a Perú hasta hoy 183 mil 198 contagiados y cinco mil 31 muertos.
El jefe del contingente, Raudel Vargas, coordinará la labor de las brigadas desde Huaraz, capital de la región norteña de Áncash, a donde hace 50 años llegó la primera brigada médica cubana, que asistió a los damnificados del devastador terremoto del 31 de marzo de 1970.
‘Nos motiva mucho que hace medio siglo, un día como hoy, llegaron nuestros compatriotas, trayendo su solidaridad y la sangre donada por más de 150 mil cubanos, incluyendo al Comandante en Jefe Fidel Castro’, dijo sobre ese antecedente histórico, hito de la amistad peruano-cubana.
Señaló que el grupo llega con decisión de demostrar su solidaridad por razones de humanidad que no reconocen fronteras. ‘Vamos a hacer todos lo que esté a nuestro alcance para ayudar al pueblo peruano y al Ministerio de Salud a enfrentar este problema’, apuntó.
Vargas ha cumplido misiones internacionalistas en Venezuela y Bolivia y recuerda en especial su labor en la ciudad boliviana de Vallegrande y la aldea de La Higuera, cerca de la cual el guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara libró su último combate.
‘Trabajamos además como voluntarios en la construcción del memorial erigido en el lugar donde los restos de Che y sus compañeros permanecieron ocultos bajo tierra en Vallegrande’, contó sobre la experiencia.
Las brigadas médicas cubanas están encabezadas por dos mujeres y dos varones, y estarán en Huaraz, y en las ciudades de Arequipa, a mil 25 kilómetros al sur de Lima; Moquegua, 75 kilómetros más al sur, y Ayacucho, a 570 kilómetros al sureste de aquí.
A Arequipa, la segunda ciudad del país, irá Yanet Fernández, quien integra el contingente Henry Reeve, especializado en respuesta rápida ante catástrofes, desde 2008 y ha estado en Bolivia y Venezuela y de ambas tiene recuerdos indelebles.
En Venezuela participó en la misión o programa de salud pública Barrio Adentro, en los pueblos más pobres del estado de Zulia, y en Bolivia en las comunidades andinas que no tenían acceso a los servicios de salud.
‘Fueron experiencias positivas en nuestra labor humanitaria, que realizamos bajo los principios de humildad, humanismo y solidaridad, sobre todo con los pueblos más necesitados’, declaró, decidida a hacerlo también en Perú.
A Moquegua irá Dania Albelo, con experiencia de 16 años y que recuerda sus misiones en Venezuela, Bolivia y Brasil.
En Venezuela trabajó en la formación de recursos humanos en medicina integral comunitaria y en Brasil en el Estado de Bahía, en la localidad de Campo Alegre de Lourdes, de extrema pobreza, donde con sus compañeros lograron reducir a cero la mortalidad intantil.
Como jefe de la brigada que trabajará en la ciudad andina de Áncash, Eliecer Fernández volcará una larga experiencia en la que ha estado en Venezuela y Bolivia y en ambos países atendiendo a pueblos humildes.
Recuerda en especial que trabajó en la lucha contra una grave epidemia de dengue en el departamento boliviano del Beni, y se conmueve al recordar a los niños afectadis por el mal.
‘En Perú queremos aportar para disminuir la gravedad de la situación’, dice sobre la labor que le espera.
Eliades Piñeiro es el jefe de la brigada que trabajará en la ciudad de Ayacucho, a donde quiere llegar pronto para cumplir la tarea de luchar contra la Covid-19, junto a sus colegas peruanos.
El médico Piñeiro fue coordinador de la brigada cubana que actuó en el departamento boliviano de Tarija, donde desarrollaron un programa de atención materno-infantil.
Trabajó también como profesor en el internado, la última etapa de la preparación como médicos de jóvenes bolivianos becados en Cuba, que la realizaron en Bolivia, labor de la que se siente orgulloso.
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