TEILLIER: 108 AÑOS DEL PC CHILENO

Presidente del Partido Comunista declara que la lucha contra la desigualdad los mantiene vigentes, y la prioridad sigue siendo la defensa de los trabajadores y trabajadoras.

Yani Aguilar Paulsen. Periodista. 04/06/2020. Con 108 años de existencia del Partido Comunista de Chile, ¿se podría pensar en cansancio? ¿Cómo llega el PC a este aniversario?

Los partidos no se cansan. Mientras sus ideas y objetivos de lucha estén vigentes, el Partido Comunista será siempre joven. Cuando tantos miles de hombres y mujeres, de toda nuestra amplia diversidad social y cultural se inscriben en nuestras filas, es porque sostienen una esperanza y sueños siempre vivos y vigentes. No hay cansancio, hay entusiasmo y convicción. Esto ocurre cuando cumplimos 108 años.

¿Qué debe hacer un partido para cumplir tantos años y mantenerse vigente?

Mantenerse fiel a su cometido, a sus raíces más profundas, firme en la defensa de los derechos de trabajadoras y trabajadores y de las mayorías agobiadas por la desigualdad, los abusos y la falta de participación. Pero además, tener la capacidad de mostrar un camino en las más adversas situaciones.

¿Cuál será el sello de la celebración de este año, el 4 de junio, en medio de la cuarentena?

Como se entenderá, no podremos juntarnos en actos sociales en plazas o en las calles. Tendrá que ser principalmente telemática. El sábado 6 de junio será el acto central que podrá seguirse por las redes y algún medio de comunicación. Creo habrá centenares de actos a lo largo del país, empezando por Iquique donde se fundó el PC el año 1912, en comunas y en barrios

Seguramente usted entregará por redes sociales un análisis completo del escenario actual, pero ¿cuál sería la síntesis de lo que estamos viviendo?

Un tránsito muy especial, desde el estallido social a la realización del plebiscito por una Nueva Constitución con un lapso dramático que se ha instalado, la pandemia de Covid-19, que cada día deja más al descubierto la incapacidad del neoliberalismo para contener los contagios, por errores gruesos de estrategia sanitaria y por su mezquindad en resolver la crisis económica que se descarga sobre todo sobre las espaldas de la clase trabajadora y los más desposeídos. La crisis social previa a la pandemia se agudiza y aumenta la necesidad de plantearse un nuevo proyecto de desarrollo y una nueva institucionalidad que debe establecerse en el curso del proceso constituyente. Esto no ocurre sólo en Chile, está presente en todo el mundo capitalista, en Estados Unidos en que el pueblo se levanta contra la política imperialista y hegemonista de (Donald) Trump, al igual que en Brasil y en países de Europa. Ni los bloqueos o sanciones económicas a Cuba, Venezuela, China, Irán y otros países o los intentos de intervención militar en Venezuela y las amenazas globales podrán detener esta tendencia de los pueblos de liberarse de un modelo que no permite enfrentar con éxito los desafíos del futuro de la humanidad.

La pandemia cambió todas las prioridades. ¿Cuáles son los pasos a seguir para retomar el camino de renovar el sistema democrático con una nueva Constitución y terminar con las AFP y el conjunto de demandas expresadas desde el 18 de octubre pasado?

En estos días es prioritario salvar vidas, por tanto exigir se adopten todas las medidas, bajar el índice de contagios y fortalecer la ayuda a las familias para que puedan mantenerse en sus hogares. En ello el aumento del ingreso familiar, tanto en monto como en cobertura. Está a la orden del día la defensa del empleo, ya son más de un millón los trabajadores cesantes, nos parece que discutir salario mínimo, digno, sobre la línea de la pobreza debe ser una prioridad. Es la forma de enfrentar la recesión económica. Si alguien está pensando en volver a la nueva normalidad, volviendo a lo mismo, no está asumiendo lo que debe ser una nueva realidad y necesidad de acoger las demandas sociales. Llegará el tiempo, para abordar con fuerza, junto al movimiento social, todo lo pendiente. Una nueva normalidad debe considerar las demandas sociales.

Respecto a la conducción fallida del gobierno de la crisis sanitaria del coronavirus, ¿ve viable una investigación seria en la Cámara de Diputados, o esto se resuelve en la calle?

Bueno, hay dos comisiones investigadoras que están iniciando su labor en la Cámara de Diputados, donde espero se haga un examen exhaustivo del manejo de las autoridades de salud que ha cometido errores. Qué impacto ha tenido ello en el aumento tan explosivo de contagios. Es uno de los puntos a esclarecer.

¿Qué le parece el Marco de Financiamiento de Emergencia a Empresas Estratégicas del Ministerio de Hacienda, que huele a un plan de salvataje a empresas con apellido como Latam?

Para nosotros no es tabú el posible salvataje de grandes empresas. Pero bajo ciertas condiciones. Primero hay que observar el monto en que al parecer está pensando el gobierno: 30 mil millones de dólares, que podemos comparar con los sólo 800 millones de dólares para el ingreso familiar al que aspiran muchos. Segundo, estas empresas son de propiedad de los muy pocos chilenos que poseen grandes fortunas en nuestro país, que han amasado grandes utilidades y patrimonios. Sería muy injusto que se les otorgue esta cantidad estratosférica de recursos sin que hagan un aporte para aumentar los ingresos familiares, esto es, un impuesto por una vez de un 2,5% de sus patrimonios, el llamado impuesto a los súper ricos, que fue acogido a trámite en la Cámara de Diputados. Y la tercera condición es que al intervenir el Estado en este salvataje, se haga parte de la conducción de la empresa afectada, mediante la compra de activos. LATAM, tengo la impresión, es una empresa supranacional, cualquier medida del Estado chileno respecto a ella debe mirase con lupa.

Están circulando varias propuestas económicas para el período: la del grupo de José de Gregorio, Rodrigo Valdés y otros; los de la Mesa Social de Economía; y los de las ONG Fima, Oceana, Observatorio de Políticas Económicas, Chile Sustentable y Greenpeace. ¿La carta del PC al Presidente Sebastián Piñera los deja fuera o dentro de esa conversación pública?

Estamos atentos y somos dialogantes frente a todas las propuestas, pero hemos expresado claramente las propias y las nuestras se abren paso en amplios sectores, hay coincidencias con Unidad para el Cambio, con Chile Digno, y especialmente con organizaciones de trabajadores y aún más allá como se expresa en la “plataforma popular” de la declaración de varios partidos y movimientos

¿En qué propuestas concretas se podrían invertir los recursos que propone el PC, por ejemplo, un proceso de industrialización en sectores con valor agregado como el litio, sector forestal? 

Nuestras propuestas están dirigidas a enfrentar la actual crisis sanitaria, económica y social. Ingreso familiar, seguro de cesantía estable por seis meses y no de cargo del trabajador, créditos no discriminatorios para las pymes sin poner de por medio el lucro de la banca privada, defensa del empleo en calidad y monto, fondos para atender a mujeres víctimas de violencia y todo lo que fortalezca las medidas sanitarias para atacar el contagio del Covid-19. En relación al futuro económico del país, avanzamos en un nuevo proyecto de desarrollo, que establezca una real soberanía económica, respeto de los derechos de los trabajadores recomendados por la OIT, industrialización en base a un desarrollo científico tecnológico adecuado a nuestra realidad y necesidades, respeto al medio ambiente, un papel relevante del Estado en la proyección e implementación de un desarrollo que desate los nudos del modelo neoliberal. Entre otras formulaciones.

El año pasado  se buscó la convergencia social de más amplio espectro ¿Cómo se sortea la complejidad actual para un proceso de unidad? ¿Qué pasa con Unidad para el Cambio? 

El año pasado, con motivo de la firma del “Acuerdo por La Paz” se cerró momentáneamente la posibilidad de una convergencia de toda la oposición, se produjo una crisis que ha cruzado a varios partidos políticos e incluso un reagrupamiento de algunos de ellos, producto también del desgajamiento de grupos importantes de sus militantes.  Unidad para el Cambio se ha visto fortalecida y surgió la convergencia social y política bajo el nombre de Chile Digno que avanza a planteamientos de cambios estructurales en el país. Creo que superado el capítulo del Acuerdo por Paz se abre la perspectiva de converger en relación al proceso constituyente que ha sido hasta ahora la resultante más importante del estallido social. Al cumplirse 108 años del Partido Comunista y a un año del inicio de Unidad para el Cambio, creo se empieza a vislumbrar una gran confrontación ideológica, política y sobre todo de lucha social por las reformas profundas que Chile requiere. En esto no hay cansancio, hay un entusiasmo, convicción y fuerza que nos llena de confianza para avanzar hacia el futuro.