Por Sergio Nolasco
En una sociedad racista no basta con no ser racista.
Hay que ser antirracista
Angela Davis.
El asesinato de George Floyd por la policía en los EE. UU. ha desencadenado una reacción inimaginable en tiempos de Covid, este hecho ha liberado la protesta social contenida, similar a los hechos ocurridos en Chile cuando los medios decían no explicarse una protesta de tal magnitud por 30 pesos mas en el precio de los pasajes, los estudiantes respondieron no es por 30 pesos, es por 30 años en USA la discriminación racial data de 400 años y no es solo contra los afro americanos también contra los pueblos originarios mal llamados indios y con los hispanos y migrantes.
Según las estadísticas cada 40 horas un afro americano muere a manos de la policía cuando intervienen hechos delictivos no siempre confirmados y reprimidos con violencia desproporcionada.
Las manifestaciones antirracistas se han extendido a todos los estados USA y ha traspasado las fronteras llegando a otros continentes. Las protestas se concentraron en el frontis de la sede de gobierno obligando a Domald Trump a refugiarse en el bunker subterráneo que no se usaba desde el 11 S, y ha apagar las luces de la Casa Blanca por primera vez desde 1889.
El racismo y la xenofobia fueron exacerbados durante la campaña electoral por el hoy presidente de EE. UU. y existen denuncias que Trump habría destinado fondos públicos para financiar Grupos racistas, neonazis e iglesias fundamentalistas que respaldaron su elección.
En el Perú el racismo y el clasismo tienen larga data y siempre han andado de la mano, algunas veces de forma velada y sémi oculta y otras veces de forma matonesca y desenfrenada sobre todo en las campañas electorales, si no recordemos las expresiones del padre de Lourdes Flores contra el entonces candidato Alejandro Toledo el auquénido de Harbard manifestaciones y expresiones similares se dieron contra el candidato Ollanta Humala y en los últimos comicios contra los candidatos del FREPAP, aclaro que estas referencias no me acercan ni política ni ideológicamente a las organizaciones o candidatos descritos, los cito solo como un ejemplo.
Sin embargo la pandemia y el confinamiento si exacerbaron expresiones resistas y clasistas en los medios de comunicación mostrando una marcada intención de estigmatizar aun más la pobreza, todos los días vemos en los noticieros la aglomeración de gente en los mercados de las zonas populares de Lima, donde los pobladores salen a vender lo que tienen o lo que pueden y los conductores televisivos abundan en criticas a la inconciencia de esta gente que no cumple con las restricciones por su culpa se alargara la cuarentena que parte de quédate en casa no entienden, lejos de entender ellos la dramática situación social y económica de los pobres del Perú, de la gente que vive del día a día, es fácil juzgar a otros cuando se tiene todo asegurado.
Pero esto va mas allá, no es solo una discriminación racista y clasista de esta gente, sino también una intención de sembrar en los televidentes la idea de que estos solo entienden por la fuerza, la letra con sangre entra, esto nos indicaría que el gobierno no descarta la represión desenfrenada, porque temen a la protesta ciudadana, entonces la estrategia es proclamarse como los salvadores y no serán los sistemas de salud o los ministerios, ni los médicos ni las enfermeras etc, los que nos libraran del virus, si no las políticas de control social las restricciones dictadas por el gobierno, a costa de sacrificar al pueblo, de la inmovilidad de los trabajadores, la paralización de la pequeña y mediana empresa, y al final de la escala están los mas pobres ambulantes, moto taxistas, recicladores, indigentes en fin los peruanos en los que no se piensa cuando se diseñan las políticas económicas.
Esto es solo una muestra de que sucede en el Perú, donde las clases dominantes no solo explotan al pueblo además lo discrimina racialmente, económicamente y socialmente.
Vendrán tiempos más difíciles y ahora a la lucha contra el racismo y la discriminación se antepone la lucha por la vida, contra el hambre, por la preservación de la naturaleza y la conservación del planeta y eso solo lo conseguiremos con unidad, organización y lucha, la estrategia es sobrevivir para seguir luchando.
Lima 2 de junio del 2020