EL FALLECIMIENTO DE JULIO ANGUITA

Tomado de El Siglo / www.elsiglo.cl

Como fundador de Izquierda Unida, fue defensor de la unidad de la izquierda transformadora en base a acuerdos programáticos para mejorar la vida de la clase trabajadora.

Agencias. 16/05/2020. El histórico dirigente de Izquierda Unida (IU) y exalcalde de Córdoba, Julio Anguita, murió este sábado a la edad de 78 años de edad, luego de que fuera ingresado hace una semana  en estado crítico en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Reina Sofía de Córdoba tras sufrir una parada cardiaca.

En el último parte médico publicado este viernes sobre su estado de salud, el centro sanitario explicó que el ex líder izquierdista se encontraba en estado “crítico”.

Su familia ha trasladado su “más sincero agradecimiento” por las muestras de cariño recibidas en los últimos días. “Ante la imposibilidad de dar respuesta personalmente a las innumerables muestras de apoyo recibidas en la última semana, quiere trasladar su más sincero agradecimiento por el cariño mostrado. Toda la fuerza que en estos días habéis enviado a Julio, nos acompaña y reconforta ahora a nosotros. Gracias, de corazón”, manifestó en un escueto comunicado.

El actual coordinador general del partido, Alberto Garzón, expresó su incredulidad y su pena por el fallecimiento de Anguita en Twitter. “Aún no me lo puedo creer. Sigo llorando y no sé cuándo dejaré de hacerlo”, escribió. Con su desaparición, “hemos perdido al más grande. Nuestro amigo, nuestro camarada”. “Has sido y serás la inspiración de muchos. Gracias por tu ejemplo. Seguimos tu lucha. Descansa en paz”, concluyó.

El vicepresidente de Derechos Sociales y líder de Podemos, Pablo Iglesias, definió al fundador de Izquierda Unida como “el mejor referente político”, una persona que, según ha confesado, le marcó el camino a seguir y que siempre “se atrevió a señalar al poder”. Julio Anguita se atrevió siempre a señalar al poder. Dijo las más crudas e incorrectas verdades con todo en contra y, hasta el final, nos indicó el camino que algunos quisimos seguir. No solo se nos va un referente ético, se nos va nuestro mejor referente político. Hasta siempre

Anguita sufrió una parada cardiorrespiratoria en su vivienda hace una semana, entonces fue reanimado e intubado, antes del traslado de urgencia al hospital. No era la primera vez que sufría problemas de corazón. Tuvo un infarto en Barcelona en plena campaña electoral en 1993 y otro en Córdoba cinco años después, mientras que en el 2009 y el 2014 también ingresó por problemas cardíacos en Cádiz y Salamanca, respectivamente.

Hijo de militar, bisnieto y nieto de guardia civil, nació en Fuengirola (Málaga) en 1941 pero se afincó en Córdoba desde la infancia. Anguita era licenciado en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Barcelona y ejerció como maestro nacional en Montilla, Alicún de Ortega (Granada), Nueva Carteya y Córdoba capital, donde también fue profesor de secundaria en el IES Blas Infante.

Se inició en política en grupos clandestinos hasta que ingresó en 1972 en el Partido Comunista de España (PCE), del que sería secretario general, y en 1977 accedió al Comité Central del partido en Andalucía (PCA). En las elecciones municipales de 1979 fue el candidato del PCE a la Alcaldía de Córdoba, cargo que alcanzó y ostentaría hasta 1986.

Fue el candidato comunista por primera vez al gobierno de España en las elecciones de 1989, en las que su partido subió de 7 a 17 escaños. Obtuvo escaño en el Congreso de los Diputados y ocupó la presidencia del grupo parlamentario. En 1990 fue reelegido coordinador general de IU y se mantuvo firme en no transformar la coalición en partido. Dimitió un año después al no ganar la presidencia de la coalición.

En el congreso de los comunistas de 1991, Anguita fue reelegido secretario general. Frente al sector que defendía la disolución del PCE en IU impuso su postura y se aprobó la pervivencia del partido. En 1992 revalidó el cargo de coordinador general al que sumó el de coordinador de Relaciones Internacionales.

Fue nuevamente candidato a la presidencia del Gobierno en 1993; renovó como diputado y por cuarta vez como coordinador general de IU y en la Secretaría del PCE. En mayo de 1993, durante la campaña electoral, sufrió un infarto agudo en Barcelona.

En 1996 volvió a presentarse a las elecciones generales y se hizo muy popular por sus explicaciones y por la frase, “programa, programa, programa” cuando comentaba la posibilidad de pactos con otros partidos.

Ese año vivió la cumbre de su carrera política al frente de IU al ser la tercera fuerza en el Congreso con 21 escaños fruto de más de dos millones y medio de votos por detrás del PP y PSOE.

En 1997 fue elegido por quinta vez coordinador general de IU, a pesar de no contar con el apoyo de corrientes tan influyentes como “Espacio Alternativo” y “Tercera Vía”. En 1998 y debido a un segundo infarto no se presentó a la reelección como secretario del PCE, cargo que pasó a Francisco Frutos y en la nueva directiva ocupó un puesto en el Comité Ejecutivo.

Entonces dijo que por responsabilidad dimitía tras el importante retroceso de IU en las municipales, autonómicas y europeas de 1999, en las que perdieron 39 diputados autonómicos y 5 eurodiputados. Anguita permaneció como coordinador general pero arropado por una Coordinación Colegiada.

En diciembre de 1999, sus problemas de corazón le obligaron a renunciar a encabezar la lista electoral de Izquierda Unida, puesto en el que le relevó también Frutos, secretario general del PCE. Y el 7 de enero de 2000, dos meses antes de las generales, renunció también a presentarse a las elecciones.

En 2002 renunció a la dirección del PCE y en 2003 dejó definitivamente la política y los órganos de dirección, aunque siguió participando en reuniones y conferencias de IU. Sin embargo, no apoyó la candidatura de Llamazares a la presidencia del Gobierno en las generales de 2008 ni tampoco para la dirección del PCE, donde respaldó a la candidata Marga Sanz.

Julio Anguita es autor de varios libros, entre los que figuran: Textos y discursos (de su etapacomo alcalde de Córdoba), Desamortización Eclesiástica en la ciudad de Córdoba (1836-1845) y Otra Andalucía, escrita junto a Rafael Alberti. En 2011 publicó Combates de este tiempo y a finales de 2013 presentó la biografía política Contra la ceguera.

Desde «Izquierda Unida» de España

Hoy 16 de mayo de 2020 ha muerto un referente sin parangón de la izquierda española. Una persona coherente e íntegra. Un maestro, un luchador. Un compañero, un camarada.

Julio Anguita fue coordinador general de Izquierda Unida entre los años 1989 y 2000 y secretario general del PCE. Además, fue alcalde de Córdoba y diputado en el Parlamento Andaluz y en el Congreso de los Diputados.

Como fundador de Izquierda Unida, fue un firme defensor de la unidad de la izquierda transformadora en base a acuerdos programáticos para mejorar la vida de clase trabajadora. Con la misma firmeza criticó, con la mayor autoridad, la corrupción de las élites y las políticas que acabarían vaciando de democracia y soberanía a nuestro país.

Sufrió como pocas personas los ataques inmisericordes del poder. Su salud fue debilitándose hasta el punto de sufrir varios infartos que le obligaron a apartarse de la primera línea política. Volvió a su trabajo de maestro, renunciando con desprecio a todos los privilegios posibles. Demostró que se puede luchar contra el poder y salir éticamente indemne. Su coherencia y su integridad conforman una trayectoria ejemplar que es ya un capital político incalculable, no solo de presente, sino también de futuro.

Sus discursos y sus escritos ocupan un lugar privilegiado en el acervo de la izquierda española, por su clarividencia a la hora de adelantarse a los tiempos y por su capacidad pedagógica: del -Tratado de Maastricht- a la irrupción del 15-M. El “gran discurso antisistema” que dio junto a Saramago o el mitin de la fiesta del PCE en 1996, en el que ya señalaba la ruptura del pacto constitucional por parte de las élites, serán algunos de los discursos más estudiados en la historia de nuestro país.

Hoy se va un gigante de la política. Un defensor de la clase trabajadora y de su necesaria unidad. Un hombre incorruptible que, en un sistema corrupto, hizo de los principios una de las armas más poderosas.

Seguimos luchando, compañero, camarada Julio. Que la tierra te sea leve.