LA PANDEMIA Y EL SISTEMA MUNDO

Por Ignacio Ramonet

25 abril, 2020

Siete publicaciones han decidido asociarse en esta ocasión especial para publicar colectiva y simultáneamente este texto de Ignacio Ramonet. Estos medios son : NODAL, Le Monde diplomatique en español(España), Le Monde diplomatique Edición Cono Sur El Diplo (Buenos Aires), Le Monde diplomatique Edición Chilena (Santiago de Chile), La Jornada (México), Cubadebate(Cuba) y Mémoire des luttes (Francia).

Hoy, en el cambio de la correlación mundial, hay varias esferas que están peleando entre sí, y en ese cambio el que más ha perdido es USA. Para superar esta crisis global, lanza una política de recolonización de países, apuntando a la América Latina como sustento estratégico global.

Buscan subordinar, cual patios traseros, las sociedades y pueblos soberanos, e imponer la recolonización de nuestra América caribeña, andina, latina, criolla, destruyendo sus ecosistemas claves en el mundo, y encerrando en el aislamiento y la desconfianza a los pueblos que luchan por sus derechos y los de la naturaleza, hacia un nuevo pacto ecosistémico y un poder democrático solidario. Trump, tiene otros propósitos. Utiliza la Pandemia del Coranovirus, la crisis global del petróleo/dolar y la evidente crisis ecosistémica mundial al afectarse el conjunto de la vida en la naturaleza y cambiando los términos de las políticas de Estado, y de sociabilidad y comunitarios en los grupos humanos.

Pretende Trump, la Banca de USA y el sistema imperial en curso, utilizar la Pandemia del Coranovirus, no para solucionarla con nuevas formas de solidaridad, convivencia con la naturaleza y desarrollo integral humano, como lo ha sido en la historia de la humanidad en coyunturas históricas similares en las diversas pandemias que ha padecido. El Plan Global Imperial pretende imponer el terror y la des-solidaridad como forma de vida, controlada por el poder del capital y sus máquinas de guerra. Pretenden imponer el fin de la soberanía nacional y capturar los sistemas de poder político por el poder hiper concentrado del capital financiero global.

Buscan subordinar, cual patios traseros, las sociedades y pueblos soberanos, e imponer la recolonización de nuestra América caribeña, andina, latina, criolla, destruyendo sus ecosistemas claves en el mundo, y encerrando en el aislamiento y la desconfianza a los pueblos que luchan por sus derechos y los de la naturaleza, hacia un nuevo pacto ecosistémico y un poder democrático solidario. Trump, tiene funestos propósitos. Utiliza la Pandemia del Coranovirus, la crisis global del petróleo/dolar y la evidente crisis ecosistémica mundial al afectarse el conjunto de la vida en la naturaleza y cambiando los términos de las políticas de Estado, y de sociabilidad y comunitarios en los grupos humanos.

La hegemonía estadounidense ha estado en un período de declive económico durante años, que solo compensa con el poderío militar del Pentágono y la explotación de los Estados Nación más débiles. Le resulta fundamental recuperar la hegemonía en el continente americano, desde el cual proyectarla a nivel mundial, exacerbando el intervencionismo en la región.

Lo que está en juego es la primacía geopolítica a largo plazo de Estados Unidos, por lo que su evidente y acelerado declive no es ni será pacífico y agudizará el caos sistémico del conjunto de la humanidad, la que esta requerida ahora de un nuevo orden, en convivencia con la naturaleza, y forjador de una nueva solidaridad y acuerdo de paz, soberanía y democracia, entre naciones de todo el planeta. El peligro y amenaza actual se encuentra en que así como USA pretendió invadir la URSS e imponer su dominio global, para negociar con Hitler el fin de la II Guerra Mundial, que la ganaban los pueblos en la histórica batalla final de Rusia contra el Nazismo, trate ahora USA y Trump y el poder financiero, de destruir las soberanías y convertir en patio subordinado al conjunto de América Latina. Para este declarado Propósito buscara utilizar y reforzar la actual Pandemia del Coranovirus, que cambia las condiciones de la vida con la naturaleza y en sociedad, para destruir la limitada solidaridad actual e imponer el poder del dinero con el miedo y el saqueo .

Pretende destruir la soberanía de los países de américa latina, caribeña y andina. Las relaciones de convivencia social democrática, para imponer el dominio del miedo y del dinero de USA, como potencia. Pretende que se extienda y apropie, recolonizando nuestra América. a partir del conflicto con Venezuela, México, Argentina, Nicaragua, y otros países movilizados. Buscan imponer el escenario que a sangre y fuego clavaron en el Actual Medio Oriente, como un pretexto para invadir imperialmente ese continente y otras áreas del mundo.

La estrategia USA se manifiesta en el proyecto de conversión de Estados Unidos en potencia industrial petrolera, eliminando su déficit en la cuenta de hidrocarburos, transformando la periferia en exportadora de crudo a bajo precio y anulando la política con la captura desnacionalizada de recursos naturales de los últimos 20 años. El cerco de Venezuela asume esa dimensión política y financiera y su objetivo principal es la desestabilización y el derrocamiento del gobierno de Maduro, para pasar a controlar toda América del sur.

Para Thierry Meyssan, “el objetivo de Estados Unidos no es derrocar a Maduro sino aplicar en la cuenca del Caribe la doctrina Rumsfeld-Cebrowski de destrucción de las estructuras estatales en los países de la región. Implica convertir a la periferia del sistema mundo-capitalista en un área sin Estados-Naciones, donde impere el caos y el abierto despojo de las potencias imperiales”.

En Venezuela aplica una guerra en 3 frentes: económica, ideológica y militar, pretende lanzar un ataque tan grande que rompa toda resistencia militar posible. La presión sobre Venezuela puede ser parte de un conjunto de otras acciones que incluirían a Cuba y Nicaragua y otros países de nuestra América, la que afirma y reclama su soberanía y gestión solidaria de la vida y la naturaleza.

El mismo Thierry Meyssan señala que la “estrategia militar es destruir previamente las estructuras de los Estados en los países considerados “tanques” de recursos, de manera que no pudiesen oponerse a la voluntad de la primera potencia mundial, ni prescindir de esta”.

La teoría de la balcanización de Venezuela sigue estando presente en la mente del Imperio.
Según Aran Aharomian “la estrategia es la balcanización, la fragmentación sistemática de un Estado Nación en Estados pequeños mutuamente hostiles. La idea central es atizar la diferencia donde existan y crearlas donde no los haya”.

Para ello USA hace una recolonización de base fascista para capturar y subordinar América Latina, andina, criolla. Pensaba ser el dueño del petróleo global y no lo es. Ahora se propone ser el dueño del litio como fuente energética alternativa, riqueza que abunda en Bolivia y Perú. Y capturar la amazonia, los minerales, el petróleo, los recursos agrarios, pesqueros e hidricos, y las tierras del conjunto del continente.

La crisis de la actual Pandemia del Coronavirus acelerara la decadencia de EEUU como la gran potencia mundial. El coronavirus y el fracaso de la globalización dominante de sociedades occidentales como las de la Unión Europea, así como de los Estados Unidos, han demostrado que están en declive. Pero si ya se anunciaba la superación de la hegemonía norteamericana en el mundo antes de la pandemia, con la economía china disputándole el liderazgo mundial, se va estableciendo un consenso de que la pandemia ha acelerado la decadencia del imperio norteamericano y la proyección de China con nuevo liderazgo mundial.

La economía de todos los países estará profundamente afectada por la más grande recesión desde la de 1929, con un índice récord de desempleo. La derecha retomará, con fuerza, valiéndose del monopolio de los medios, su propuesta de ajuste fiscal, como si esa política no fuera responsable de gran parte de los efectos de la pandemia, al debilitar a los servicios públicos y llevar a la destruccion las relaciones con la naturaleza.

Pero los pueblos están profundizando la decadencia del imperio y la construcción de un mundo más justo, más solidario, más colaborativo.