PERU. UNA ECONOMÍA DE GUERRA

Alberto Gálvez Olaechea

El 25 de marzo Hugo Cárdenas, un experto en temas agrarios, hizo una propuesta que pasó desapercibida y mereció apenas 5 likes.

Ahora que está demostrado que los mercados son centros de propagación del Covi-19, no basta pedir que se prolongue la cuarentena, pues en dos semanas estaremos pidiendo dos semanas más. Repartir dinero para que la gente vaya a infectarse en la cola de los bancos y en los mercadillos es insensato.
Aquí la propuesta de Hugo Cárdenas:

ECONOMÍA DE GUERRA EN EL AGRO Y LA CIUDAD

El objetivo es contener el virus. Impedir su circulación y transmisión.
Se han tomado medidas para impedir la circulación de personas, de la población.
Para el éxito se requiere además organizar la circulación del personal sanitario, la seguridad y la provisión de las vituallas y medicinas para la población, especialmente la vulnerable.

Reducir el transporte público no autorizado.

Disminuir las transacciones al menudeo y aumenta la distribución masiva casa por casa.

Por un periodo lo suficientemente corto y necesario para eliminar el peligro del virus.

Se requiere militarizar el acopio y distribución de alimentos.

Si es necesario intervenir la producción de alimentos y vituallas para la población. Intervención para disminuir las compras al menudeo que requiere la población.

El bono de 380 soles e incluso la distribución de pensión 65 en estas circunstancias promueve las transacciones comerciales y financieras al menudeo y en efectivo. Encima con un gran porcentaje de personas de la tercera edad. Bajo un sistema de acopio y distribución de vituallas informal insalubre caro e ineficiente. Que encarece los productos beneficiando solamente a la cadena de intermediarios.

El procedimiento de cobro en ventanilla para su gasto al menudeo promueve transacciones que incrementan el riesgo de contaminación y la transmisión del virus que puede llevar al fracaso o la demora los resultados de las medidas de contención del virus, haría ineficiente la disposición de los recursos tanto para la contención como para la reactivación.

La compra de los productos agropecuarios debe hacerse con los recursos del Programa de emergencia. Con unidades ejecutoras propias de los barrios, comunas, comunidades campesinas, iglesia, fuerzas armadas, etc. Dependiendo de las particularidades de la población confinada a atender.

Luego militarizar el acopio y distribución de alimentos.

Si es necesario intervenir la producción de alimentos y vituallas para la población. Intervención para disminuir las compras al menudeo que requiere la población.

Hay millones de jóvenes entre 16 y 20 años que podrían ser movilizados, con las medidas de protección del caso, para acopiar procesar y distribuir casa por casa lo necesario para atender a la población hasta inmovilizar el virus. Incluso con transporte ligero. Saldría más rápida y económica la contención. La iglesia y la policía lo hace hoy limitadamente

De ser necesario ampliar el toque de queda para que la distribución se realice en ese periodo.

Ello para organizar la demanda de productos agropecuarios incluidos dentro de la canasta de las vituallas necesarias para la población en situación de emergencia.

Estas medidas tienen que coordinarse con las acciones para promover la oferta agropecuaria de las campañas productivas de este año así como para coordinar las actividades de suministro de la producción agropecuaria saliente en lo inmediato para atender el programa de emergencia.
Por ello se requiere medidas para:

1.- Comprar, acopiar y canalizar la producción saliente en función de los requerimientos de provisión de vituallas para la población confinada en sus casas, especialmente la vulnerable

2.- . Fortalecer y asegurar la producción de la campaña en curso. Mediante la formación de un fondo de emergencia de mil millones de soles para financiar con créditos la producción de la agricultura familiar. Que sea ejecutado de forma asociativa a través del Fondo Agroperú.