ESTADOS UNIDOS. CRISIS Y REALIDAD

Por JORGE ALIAGA CACHO

La pandemia que vive el mundo ha develado la crìtica realidad del sistema de salud pùblica en los Estados Unidos y los paìses que abrazan el sistema neo liberal. Las estadìsticas tambièn nos demuestran que los habitantes afroamericanos estàn llevando la peor parte en esta crisis pandèmica.

En Chicago, por ejemplo, los habitantes negros representan la mitad, de todos los casos de coronavirus en la ciudad, pero suman más del 70% de las muertes. Esta ‘injusticia’ se agrava si consideramos que la poblaciòn afrodescendiente sòlo representa el 30% de sus habitantes.

Similar tragedia se repite en otras ciudades con grandes poblaciones de afrodescendientes como Nueva Orleans, Detroit, Milwaukee, y Nueva York. Estas ciudades se han convertido en puntos críticos del coronavirus. Estados Unidos ya ha registrado 370.000 casos de virus y casi 11.000 muertes.

Mientras tanto, Donald Trump sigue concentrado en sus planes de guerra para atacar a Venezuela sin interesarle la muerte de los ciudadanos de su propio paìs. Se puede inferir que su despreocupada conducta para proteger a los estadounidenses es la certeza de saber que quienes están muriendo, en mayor nùmero son afrodescendientes, lo cual demuestra su esencia racista.

A nivel mundial han habido casi 75.000 muertes y más de 1,3 millones de casos en total.
Todo parece indicar que la letalidad seguirà creciendo pero Trump en vez de enviar sus barcos con ayuda médica, alimentos a otros lugares del mundo, como lo viene haciendo, Rusia, China, Cuba o Venezuela; lo que viene haciendo esta bazofia humana es envìar mercenarios, barcos, helicópteros y portaaviones de guerra para intimidar a los pueblos.

Ya pasaron tres semana desde que los residentes de Chicago, y otros lugares, vienen resistiendo la polìtica de aislamiento y tienen como la ùnica cuerda, salvavidas, la que le proporciona algùn supermercado local. En Estados Unidos el nùmero de muertes seguiràn creciendo a un paso acelerado.

Los habitantes estadounidenses deberìan preguntarse porque los sistemas de salud de Cuba, Rusia, China o Venezuela estàn respondiendo mejor en la lucha contra la pandemia. Deben despertar ya de su letargo antes que la pandemia cobre màs vidas en ‘el paìs de las maravillas’.